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Las claves

CÓRDOBA (Enviado especial) --
El estadio Mario Alberto Kempes se vestirá de gala quizás como nunca en sus 34 años de historia. Primero como Estadio Córdoba y desde 2011 con el nombre del crack nacido en Bell Ville, este escenario recibió nueve veces a la Selección nacional, que allí ganó ocho partidos y sólo empató el último, contra Brasil. Sin embargo, esos compromisos no se pueden comparar a lo que significa un partido de Eliminatorias mundialistas. Este duelo contra Paraguay, sin duda será un acontecimiento que quedará en el recuerdo de toda la ciudad.

Cuando todavía faltan horas para el comienzo del choque, cada uno de los encargados de la organización ya comenzó su tarea con un único objetivo: que todo salga perfecto en esta primera experiencia. "Acá todos tenemos que trabajar juntos", grita un policía mientras lo escuchan sus compañeros y decenas de jóvenes que tendrán como resposabilidad toda la logística. Pero la preparación de un estadio en la previa de un partido de fútbol no es algo que merezca más líneas que éstas, porque sucede en todas las canchas del mundo todos los días. Entonces, a tan poco tiempo del inicio del juego es un buen momento para hablar de lo que realmente importa: el fútbol.

Argentina llega a este partido contra Paraguay en su mejor momento en muchos años. Alejandro Sabella parece haber empezado a encontrar los mejores socios para Lionel Messi y aquel contexto que se presentaba hostil para el crack de Barcelona ahora parece mucho más feliz. La Selección ganó los últimos cinco encuentros y Messi convirtió goles en todos, incluso ante Brasil y Alemania, dos potenciales candidatos de cara al Mundial.

Por su parte, Paraguay es una incógnita. O no, más bien es una certeza: no está nada bien. Realizó su peor comienzo de Eliminatorias en décadas y eso le costó el cargo a Francisco Arce, que nunca pudo ni siquiera acercar el nivel de su plantel al que mostró bajo la dirección técnica de Gerardo Martino. La llegada de Gerardo Pelusso sirvió para cambiar los aires, como siempre que hay cambio de DT, y también para darle un golpe de timón a un Seleccionado que debe mejorar mucho si quiere llegar a Brasil.

Estas son las cinco claves para comenzar a palpitar Argentina-Paraguay.

MESSI
Claro, es una obviedad hablar del rosarino cada vez que juega Argentina o Barcelona. Una obviedad y una obligación también, porque todo encuentro que lo tenga adentro del campo de juego puede decantarse a favor de su equipo sólo debido a su presencia. Lionel Messi es capaz de todo y cuando se propone algo, lo imposible se convierte en posible. Desde la llegada de Sabella, su nivel en la Selección fue de menor a mayor y ya no hay quien lo discuta. En los últimos 5 partidos anotó 9 goles y el equipo nacional ya no es un karma para él. En suma, si Messi está en una buena noche, Argentina lastimará y no podrá detenerlo ningún plan defensivo de Paraguay. Es así de simple.

EL PODER OFENSIVO DE ARGENTINA
Sin contar a Lionel Messi, la Selección celeste y blanca tiene una delantera de la que pocos equipos en el mundo pueden presumir. Hoy no estará Sergio Agüero, suspendido y lesionado, pero sí será titular -por primera vez en el Seleccionado mayor- Ezequiel Lavezzi, quien le ganó la pulseada a José Sosa y conformará una línea ofensiva de tres hombres junto a Messi y Gonzalo Higuaín. Como si este tridente fuera poco, también aparece Angel Di María como uno de los hombres clave. Con estos cuatro nombres, el local puede atacar de todas las formas posibles: juego asociado, contragolpe rápido, presión alta. Los atacantes argentinos cuentan con mil variantes para romper cualquier defensa.

LA DEFENSA DE PARAGUAY
Paulo Da Silva y Antolín Alcaraz serán los centrales del visitante. Son dos defensores confiables, con buen juego aéreo y responsables en la marca. Es cierto que no tienen la solidez ni la personalidad de los zagueros paraguayos de otros años, pero son dignos representantes de esa estirpe. La dupla deberá estar muy atenta a la movilidad de Gonzalo Higuaín, uno de los centrodelanteros que mejor juega sin pelota. Además, deberá prestarle atención a las diagonales de Angel Di María y, claro está, a Messi. En decir que si Alcaraz y Da Silva no están en su mejor nivel, la potencia ofensiva de Argentina será letal.

LOS EXTREMOS
A la hora de hablar de los principales defectos de Argentina, el primero que aparece tiene que ver con los laterales. Es una cuenta pendiente no sólo de Sabella, sino de todo el fútbol argentino en general. No hay marcadores de punta confiables ni tampoco mediocampistas exteriores. Por eso, Paraguay tiene buenas posibilidades de lastimar por los costados gracias a Marcelo Estigarribia y Víctor Ayala. El hombre de Juventus se verá cara a cara con Hugo Campagnaro, quien finalmente jugará por la derecha en reemplazo del titular Zabaleta. Los desbordes para la llegada de Nelson Haedo Valdez por el centro pueden ser la principal arma paraguaya.

CÓRDOBA
Sí, la gente no juega y el estadio tampoco. Pero esta ciudad le hace bien a la Selección. Será el aire de la sierra o el amor de la gente, nadie lo sabe, pero sí es cierto que el equipo nacional jugó 32 encuentros en esta provincia, de los cuales ganó 24 y sólo empató 8. Está invicta en casi cien años, ya que la pimera presentación aquí fue en 1914 frente a un combinado cordobés. Esta puede ser una clave de color, que poco tiene que ver con el juego. O puede ser la más importante. Eso es lo más lindo del fútbol. En la previa, nadie sabe.

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