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Copa Davis: lo que dejó el sorteo

Jaite, Del Potro y Mónaco, durante el sorteo Getty Images

BUENOS AIRES -- "Y como singlista N°2, Radek Stepanek". Segundos duró el anuncio que reveló la incertidumbre mayúscula de la serie entre Argentina y República Checa, pero que todavía debe tomarse con pinzas. Anuncio que le dio, en definitiva, nuevo impulso a una semana de proyecciones y especulaciones. "Juega Rosol", aseguraban algunos colegas en la previa. "Juega Rosol", lo seguían haciendo tras el sorteo que tuvo lugar en el barrio porteño de La Boca.

Es que la estructura ajedrecística que traen consigo las designaciones de Copa Davis hacen que uno no se convenza de lo anunciado hasta no ver al jugador en la cancha. Reglamentariamente, puede haber cambios hasta una hora antes de los partidos y eso hace que la duda siga teniendo asidero.

¿Jugará finalmente Stepanek? ¿Descansará el viernes, como lo hizo en 2009 -aun cuando también estaba anunciado como singlista-, y debutará en la serie en un dobles para el que originalmente se nominó a Minar y a Rosol?

Las propias declaraciones de los checos aportan a la incertidumbre: "Durante la semana solo me entrené en singles", revela el verdugo de Rafael Nadal en Wimbledon. "En ningún momento pensé que el viernes jugaría Rosol", devuelve el capitán Jaroslav Navratil.

Martín Jaite, capitán del elenco argentino, prefiere tomar distancia de las potenciales estrategias rivales: "No me sorprende. Sabíamos que era una de las posibilidades", apunta, casi con diplomacia. A su lado, asienten los cuatro integrantes del equipo y, lejos de los primeros planos, siguen atentamente sus palabras Leonardo Mayer (quinto jugador), Mariano Zabaleta (subcapitán) y Diego Schwartzman (sparring).

El clima es raro. Todo parece parte de una puesta de escena que, sabemos, se va a desmontar el fin de semana. Navratil escucha y responde con un semblante y una firmeza que contrastan con la duda que se genera en torno a su decisión. Stepanek, el protagonista de este novelón, parece disfrutar la situación. Sonríe, hace chistes con sus compañeros, se acerca a la foto grupal bailando a lo Michael Jackson. Pero su diversión es un oasis en la sala. Nadie se deja llevar por lo que ve. Todos proyectan, todos calculan.

Atrás, muy atrás, había quedado el discurso de ocasión del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, que luego de interrumpir a la traductora, en su prisa por balbucear unas protocolares palabras en inglés, buscó complicidad promocionándose como un "fanático" del tenis y recordando que es "de Tandil, como nuestros mejores jugadores". También el agradecimiento para los tenistas argentinos, que habían participado de una clínica en la Villa 20, así como lo hicieran Los Pumas anteriormente. Pero no. Ya todo eso no formaba parte del contexto.

Ahora era el tiempo de desempolvar nuevamente la máquina estratégica, estudiar variables de cambios de jugadores, recordar historiales, analizar estadísticas.

Lo seguro es que Juan Martín del Potro dirá presente. Él sabrá en qué porcentaje físico, pero sus 198 centímetros estarán desde el viernes en Parque Roca. "Voy a dar mi máximo con lo que tengo", repitió este jueves. Esas exactas nueve palabras había elegido para resumir su condición en la improvisada rueda de prensa que brindó el miércoles para confirmar su plaza en la serie.

Además, volvió a tener palabras de cariño para el público argentino, que hace un mes festejó su bronce olímpico. "Después de Londres es lindo tener la oportunidad de jugar acá, con tanta gente que me apoyó, que me siguió durante los Juegos. Tener esta chance es impresionante", graficó.

¿Puede ser este el año para romper el maleficio con la ensaladera de Plata? "Es difícil y quedan equipos muy fuertes, pero sabemos que tarde o temprano se nos va a dar", remató.

La otra placa que ya tiene firma es la que involucra a Juan Mónaco y Tomas Berdych. El checo lidera el historial por un contundente 5-0, incluidos dos choques sobre polvo de ladrillo, pero Pico sabe que "siempre hay una oportunidad para quebrarlo".

"Llego confiado -continuó-. Estamos entrenando bastante duro, me motiva muchísimo el saber que puedo jugar un nuevo partido de Copa Davis y en esta instancia. Es un gran desafío y trabajé bastante para que mis posibilidades se incrementen, así que estoy con mucha fe, mucha ilusión y ganas de entrar a la cancha".