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Del Potro le dio el 1-0 a Argentina

Del Potro se impuso en sets corridos ante Stepanek Getty Images

BUENOS AIRES -- Ventaja local. Con presencia y convicción, Juan Martín del Potro le dio el primer punto a Argentina frente a República Checa, en la lenta arcilla de Buenos Aires, para ponerse 1-0 en la semifinal de la Copa Davis. La Torre de Tandil agigantó su imagen con su victoria de 6-4, 6-4 y 6-2 sobre Radek Stepanek en dos horas y 41 minutos. Terminó llorando, feliz, porque había estado en duda, decidió jugar y vaya si ya le dio una alegría a su gente.

Sol, un clima ideal en el rectángulo naranja de juego y muchísimo calor en las tribunas contribuyeron para darle forma a una jornada que empezó muy bien para el equipo local. El duelo de opuestos terminó quedando en manos de Del Potro, porque el N° 8 del mundo hizo prevalecer en los momentos decisivos su potencia y precisión, sobre todo con su letal derecha. El ritmo de su pelota fue determinante en ciertos pasajes ante el juego tan variado, lleno de toques y cambios de ritmo que siempre propone Stepanek.

El primer set, en el que sufrió muchísimo, el argentino, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres, supo marcar una exigua diferencia en el cierre que le valió ese parcial. El checo, actual 40° del ránking de la ATP y ex top-ten, lo tuvo contra las cuerdas más de una vez pero nunca pudo concretar un rompimiento, mientras que sí lo consiguió la Torre de Tandil. Hasta el noveno game, en el que quebró Del Potro, los dolores de cabeza los había padecido el anfitrión. Y más de 14.000 almas, claro.

El visitante sacó adelante el famoso séptimo juego al remontar una chance del local, en tanto que el dueño de casa ya había levantado un break-point en el segundo game (en su apertura al servicio) y después tres en el octavo, la segunda de ellas al aprovechar un approach de revés paralelo a la red de Stepanek, quien iba camino a cerrar el punto adelante. Así son las vueltas que suelen darse en el deporte: las perdió el europeo y, acto seguido, cerró Del Potro, ya que ventaja de 5-4, al mantener su saque sin ceder un solo punto.

Ese 6-4 parcial, en una hora y dos minutos, levantó la temperatura de las tribunas en el Parque Roca de Buenos Aires. Es que se había sufrido mucho, seguramente más de la cuenta que había sacado la mayoría del público. Lo que parecía tener un desenlace adverso para Del Potro terminó, de repente, en una ventaja clave para soltarse más de ahí en adelante y ponerle un freno a las aspiraciones del europeo. Es que ambos se conocen muchísimo, juegan a veces certámenes de dobles en pareja y además Stepanek tenía marca de 3-1 sobre el argentino, aunque siempre sobre cemento, sin antecedentes de un duelo personal en arcilla.

Así, Del Potro se dio el gusto de abrir por primera vez una serie copera y lo hizo con festejo con su gente, que alentó con muchos bombos y banderas, en especial el grupo que se ubicó en una tribuna lateral baja, justo frente al sector de los simpatizantes checos. El segundo capítulo ya fue otra historia, completamente distinta, ya más abierta y con quiebres de saque alternados. Otra sintonía en la cancha y otra en las gradas, lejos de cierta pasividad de los hinchas albicelestes como suele ocurrir en toda apertura de una eliminatoria, en un viernes a primera hora.

Todo parecía transcurrir sin alteraciones en los tres primeros juegos, cada uno con su patrón de juego definido, sin salirse en líneas generales, hasta que fue Stepanek el que pegó primero. El checo le rompió el servicio a Del Potro ganando cuatro puntos seguidos, se adelantó 3-1 y avisó. Los visitantes se hicieron sentir con cornetas estruendosas y parecía encenderse la alarma que había estado latente durante el set inicial. Pero le duró muy poquito la sonrisa al checo, quien protestó varios fallos, quiso jugar por momentos el papel de "aguafiestas", en un mix de lo que mostraba su tenis versátil y su personalidad extrovertida.

Enseguida Del Potro acertó con su drive, siguió regular con su revés de dos manos, muy buscado por su adversario, sabiendo la molestia que arrastra el local en su muñeca izquierda, la que lo tuvo en duda hasta último momento en esta importante semifinal. Así descontó quebrándole a Stepanek, mantuvo para igualar y rápidamente logró otro quiebre, en ese caso sin ceder tantos, para ponerse 4-3. Inclusive pasó a quedar 5-3, con una seguidilla de cuatro games ganados de manera sucesiva. Cada uno mantuvo el propio y así fue que el anfitrión repitió el marcador de 6-4 del primer set, aunque en esta ocasión en 50 minutos.

Casi el mismo tiempo, unos 51 minutos, le llevó a Del Potro apoderarse del tercer set. Consiguió un quiebre fundamental para empezar a resolver esta cuestión en el tercer juego y, como si no fuera suficiente, logró otro en el quinto game. Así fue como le puso el moño a una tarea sólida y convincente, con dudas al principio pero con autoridad para llevar adelante los pasajes de dominio alternado e imponerse en los favorables. Quedó con récord de 12-4 en singles coperos, para dejar a Stepanek con una foja de 11-10 en individuales en la Davis.

Así, el equipo conducido por Martín Jaite se puso adelante en esta exigente semifinal de la Copa Davis, que parece que se resolvería el domingo y con mucho sufrimiento, sea quien fuese el vencedor. Es que se trata de dos equipos duros, cada uno con un top-ten, el local Del Potro y la visita presentando a Tomas Berdych (6°), con Juan Mónaco (11°) como número dos de la máxima potencia latinoamericana y el siempre peligroso Stepanek en la formación europea. Además, se presume que ambas figuras checas integren la pareja europea, de gran riesgo para Eduardo Schwank y el debutante absoluto Carlos Berlocq.

Por eso, vale la pena el desahogo del público en el final del triunfo de Del Potro. Es que, más allá de que se impuso en sets corridos, le costó mucho al campeón del US Open 2009 sacarle provecho a su potencia y marcar diferencias sobre un rival con mañas, oficio y calidad de sobra. De esta manera, Argentina se puso 1-0 en la eliminatoria, en el arranque de su sexta semi de local, de las cuales perdió las dos primeras y celebró en las tres siguientes. Justamente, este Parque Roca porteño fue el escenario de los últimos dos triunfos en esa instancia y en casa, en 2006 y 2008.

El público albiceleste, muy conocedor de tenis, mantiene latente el sueño de festejar algún día la conquista de la centenaria y tan esquiva ensaladera de plata. Argentina tiene la triste marca de ser el país que todavía no salió campeón y más finales perdió, ya que cayó en las cuatro que jugó. Y este éxito parcial de la Torre de Tandil, ese gigante que fue alentado al ritmo de "y pegue, y pegue, y pegue Delpo pegue...", le permite ilusionarse cada vez más a los simpatizantes. Pero recordemos que el cuadro de situación es muy difícil y nunca hay que cantar victoria de antemano.

Argentina, invicto de local sobre polvo de ladrillo en 17 series, desde el repechaje ante Eslovaquia en 1998, hace ya 14 años -no se cuenta la final de 2008 ante España en Mar del Plata, porque fue en superficie rápida-, disfruta de una ventaja parcial. El viernes empezó bien con este triunfo del tandilense, reciente cuartofinalista en el Abierto de Estados Unidos. Del Potro quedó 2-3 en sus duelos contra Stepanek, pero igual eso de poco le interesa seguro a él, sino el hecho de haber aportado su primer granito de arena para su país.

"Siempre me complica", había dicho y repetido el argentino en alusión a su rival de turno. Lejos de la opción de que Jaroslav Navratil, el capitán checo, hubiese optado por incluir a Lukas Rosol (88°), el verdugo este año del español Rafael Nadal en Wimbledon, fue Stepanek el que salió al ruedo y llegó a poner en apuros más de una vez al dueño de casa. Con lágrimas en los ojos, Del Potro se fue aplaudido por todos, incluidos David Nalbandian, Gastón Gaudio y Guillermo Coria, presentes en esta cita que promete más nivel y emoción en lo que resta.