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Berdych, el hombre de la serie

EFE

BUENOS AIRES -- El checo, N° 6 del mundo, fue determinante en las semifinales ante Argentina y tuvo participación ganadora en los tres puntos en Buenos Aires, algo que no sucedía desde 1985.

Llegaba como la amenaza, como aquel capaz de romper los sueños e ilusiones de Argentina. Y, más allá de los imponderables, cumplió con su cometido. Tranquilo, sin declaraciones exultantes ni con gestos efusivos dentro de la cancha, Tomas Berdych se terminó convirtiendo en la figura de República Checa en Buenos Aires. Victorias en sus dos individuales y una sólida actuación junto a Radek Stepanek para poner su firma en los tres puntos, algo que un tenista de un equipo visitante logra por primera vez en 27 años. La yapa para el checo fue el boleto a la final de la Copa Davis por segunda ocasión en cuatro años, luego de la derrota ante España en 2009. Ahora intentará ir en busca del título que parte de su país bajo la denominación de Checoslovaquia supo alcanzar en 1980.

"Haber ganado los tres puntos acá, en un lugar tan difícil para jugar, es muy gratificante", resalta el hombre de un metro y 96 centímetros, dueño de un saque efectivo, explosivo y dominante y de una derecha invertida que saca chispas. Y no es para menos. Es que la historia no era sencilla en la previa para Berdych y compañía, dado que el polvo de ladrillo de Buenos Aires llegaba a esta serie con una seguidilla de 14 años sin caídas y con 17 victorias seguidas. Una marca impactante dentro del Grupo Mundial. Es más, el estadio Mary Terán de Weiss ostentaba un orgullo invicto, desde su debut frente a Suecia en 2006 y con nuevo triunfos sobre sus espaldas.

Pero Berdych, de genial 2011, empezó a hacer de las suyas desde temprano. Con algunas dudas, pero con mucha autoridad, le dio vuelta la historia a Juan Mónaco en el primer día de la serie para poner el parcial 1-1. Luego, el sábado, fue el líder de la dupla conformada con Stepanek, excelso doblista (N° 9 de la ATP), y llevó sobre ruedas el choque ante Carlos Berlocq y Eduardo Schwank. Y ya el domingo, el golpe definitivo. Sin Juan Martín del Potro, ausente por lesión, se impuso en sets corridos a Berlocq. "Yo estoy acá para jugar los tres puntos, juegue contra quién juegue. Sabía que Carlos (Berlocq) iba a ser un rival complicado, porque lucha hasta lo último", explicó tras el 6-3, 6-3 y 6-4 y luego de la consulta sobre la ausencia del tandilense.

El checo, cabe destacar, no es el primero que ahoga un grito de Argentina, que buscaba dejar atrás esta serie para volver a jugar la final ante España con el objetivo de alcanzar su primer título de Copa Davis. Una historia similar a la de Berdych fue la que vivió el eslovaco Dominik Hrbaty en 1998, justamente en la última serie que el equipo albiceleste perdió sobre clay como local (cayó también en la final de 2009, pero sobre canchas duras en Mar del Plata). En aquella ocasión el Topo arribó a Buenos Aires como el segundo singlista, detrás de Karol Kucera, y se puso el equipo al hombro. Venció en el primer día a Franco Squillari en sets corridos y después, en el quinto punto, derrotó a Hernán Gumy en cuatro parciales. No fue completa esa vez, dado que Lucas Arnold y Luis Lobo se quedaron con el punto del sábado ante Hrbaty-Kucera.

A su vez, el último jugador de un equipo visitante en estar presente en los tres puntos que le dieron la victoria a su país fue el ecuatoriano Andrés Gómez, en el 4-1 de la primera ronda del Grupo Mundial de 1985. Con respecto a esa serie, cabe destacar, hay un actor en común, dado que estuvo presente dentro de la cancha Martín Jaite. El hoy capitán de Argentina cayó (junto a José Luis Clerc) en el dobles y, luego, en el cuarto punto que terminó de inclinar la balanza para el conjunto que tuvo como líder indiscutido al campeón de Roland Garros en 1990.

Volviendo a Berdych, ahora éste apunta hacia la Ensaladera de Plata. "Es a lo máximo que puedo aspirar en mi carrera. Estoy esperando ese momento", resalta sin demasiadas vueltas el checo, semifinalista del reciente US Open y ganador de siete títulos de la ATP, incluido Montpellier 2012. Además, este año jugó las finales Winston-Salem y Masters 1000 de Madrid, para un total de ocho en su carrera, que le permiten a su vez estar en el séptimo lugar de la carrera a Londres para la Copa Masters de fin de año.

"La final contra España es una serie abierta. Habrá que ver cómo está Rafael Nadal y cómo forman. Por suerte seremos locales y podemos elegir la superficie", remarca, en alusión al 0-5 recibido en Barcelona en la final de 2009, cuando perdió un single ante el ex número uno del mundo y el dobles frente a Feliciano López y Fernando Verdasco. Ambos duelos sin ganar sets. Pero la historia parece ser diferente en este 2012, en el que aún no conoce derrotas en Copa Davis, con dos victorias ante Italia y tres festejos frente a Serbia. Berdych, con 21 triunfos (once derrotas) en singles y con la friolenta marca de 15 triunfos en dobles (apenas una caída), proyecta y sueña; y República Checa se ilusiona. Tiene con qué.