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¿Qué pasa con los grandes QBs?

BRISTOL -- Empecemos brevemente con los temas que se quedaron la semana pasada "en el tintero". Muchos lectores ofrecieron buenas observaciones al respecto.

¿SE PUEDE CONSIDERAR UN FRACASO EL EXPERIMENTO MICHAEL VICK EN FILADELFIA?

No un un fracaso, pero sí una decepción. Michael Vick tiene marca de 18-10, incluyendo la victoria del domingo antes los Gigantes. Quizás una pregunta más apropiada sería si Andy Reid estaría dispuesta a modificar su filosofía ofensiva. A lo largo de su carrera de entrenador en jefe en Filadelfia, las ofensivas de Reid han lanzado cerca del 65 por ciento de sus jugadas. Su preferencia es establecer el juego de pase y complementar con acarreos. El plan de juego contra Gigantes fue diferente. Filadelfia enfatizó el juego por tierra y le puso la carga del partido a su mejor jugador ofensivo, LeSean McCoy quien respondió con 123 yardas en acarreos y 17 en pases. Este plan de juego también le ayudó a una ofensiva que ha aunque ha mejorado considerablemente, no intimida a nadie.

Vick tiene un gran talento, pero carece de disciplina y consistencia. De vez en cuando nos dará un partido espectacular que nos hace pensar que está cerca del nivel de los QBs de élite, pero estos destellos son más bien "garbanzos de a libra". Si el plan ofensivo depende de Vick, tarde o temprano se mete en problemas con capturas y/o entregas. El lunes vimos que Vick es capaz de administrar un partido ofensivamente. No es lo que esperaba Andy Reid y los fans de Filadelfia, pero es la mejor opción que tienen en este momento para ganar.

¿QUÉ PASA CON LOS GRANDES QBS?
No ha sido el circo aéreo de la temporada pasada, pero en la Semana 4, Aaron Rodgers, Tom Brady y Drew Brees demostraron que todavía pueden echarse el equipo al hombro en momentos cruciales. Entre los tres se combinaron para lanzar para 1,105 yardas con 10 TDs y una intercepción. Obviamente tenía que haber un perdedor al enfrentarse Brees y Rodgers entre sí, pero ambos demostraron control completo de sus esquemas ofensivos cuando reciben protección de sus respectivas líneas ofensivas.

Lo mismo se puede decir de Brady, y aquí podríamos empezar a añadir a Peyton Manning quienes sacaron adelante a sus equipos.

Ninguno de estos cuatro grandes QBs enfrentó a una defensiva de primer nivel en la cuarta jornada. Todavía pienso que las defensivas, en general, se emparejaron con las ofensivas y que aunque todavía veremos partidos de alto yardaje, no será al ritmo que tuvimos en 2011.

BREES Y UNITAS
Me sorprendió que en las últimas semanas no se le haya dado más publicidad y realce al hecho que Drew Brees estaba por alcanzar la marca de partidos consecutivos con pase de TD de Johnny Unitas. Esta es una marca que perdura desde 1960. Es el equivalente en el fútbol americano de que Joe DiMaggio haya pegado de imparable en 56 partidos seguidos. Cuando bateadores han llegado a 35, la prensa ha seguido de cerca sus participaciones.

Brees empató la marca con un pase de TD a Marques Colston en el primer cuarto. Por cierto, en este pase su pudo haber marcado interferencia ofensiva, pero prometí no hablar del arbitraje por un buen rato.

Este logro de Brees tiene mucho mérito y debe ser digno de un reconocimiento más efusivo. A fin de cuentas, extraordinarios QBs, miembros del Salón de la Fama y que jugaron en ofensivas pasadoras no lo pudieron o no lo han podido lograr. Doy como ejemplos a Dan Fouts, Dan Marino, John Elway, Peyton Manning y Tom Brady entre otros.

Por otro lado, comparar lo que hicieron Brees y Unitas es comparar peras con manzanas. No vi jugar a Johnny U, pero sí lo conocí en persona. Uno de mis recuerdos más memorables como jugador fue haber cenado con él después de haber participado en su programa de radio en Baltimore. Esa noche hablamos de los años de gloria de los Potros de Baltimore y de cómo era la NFL en su época. En los '50s y '60s, las décadas en las que jugó principalmente Unitas, las reglas eran diferentes. Los jugadores de línea ofensiva no podían extender su brazos para bloquear a sus oponentes, y los jugadores defensivos podían mantener contacto con los receptores a lo largo de una trayectoria. Había también menos juegos por temporada, lo cual requería un mayor número de campañas, y por consiguiente más desgaste físico, para un QB como Unitas.

Felicidades a Drew Brees, pero no hay que compararlo con el gran Unitas.

LA DEBACLE EN NY

Empatados, pero todavía son líderes de división y tienen marca de 2-0 dentro de la misma. Sin embargo, la prensa de Nueva York pide sangre, si no que rueden cabezas, después de la humillación que sufrieron los Jets al ser aplastados por San Francisco 34-0 en su propia casa. No sólo fue el marcador, sino la manera como ocurrió. La orgullosa defensiva terrestre de Rex Ryan fue arrollada al son de 245 yardas netas por tierra, incluyendo acarreos y TD en la formación "Wildcat" que no recuerdo haber visto de San Francisco antes de este partido. Esto dolió más que la ineptitud ofensiva.

¿Quién es responsable? ¿Sería Ryan, Mark Sánchez, Tony Sparano, u otro?

Para mí, la responsabilidad recae en la selección de personal, no sólo de jugadores sino también de entrenadores. Aquí los encargados son Mike Tannenbaum, el gerente general, y Rex Ryan.

Hace apenas dos años, los Jets llegaron al campeonato de conferencia por segundo año consecutivo. También por segundo año consecutivo fueron el mejor ataque terrestre de la NFL. El equipo empezó a venir a menos con las salidas de Thomas Jones después de la temporada 2009. Shonn Greene fue novato ese año y dio destellos. Parecía que sería un digno reemplazo. En cuatro temporadas, Greene tiene 2,551 yardas por tierra con un promedio de 4.2 yardas por acarreo. Su producción no ha sido mala, pero tiene sólo 11 TDs y no es un corredor que intimida a coordinadores defensivos rivales para crear planes de juego para contenerlo.

El año pasado, la directiva decidió no firmar a Damien Woody y Tony Richardson. No los culpo por la edad de los mismos, pero no fueron capaces de llenar estos huecos. Otras decisiones cuestionables fueron no haber firmado a Jerricho Cotchery, el receptor predilecto de Mark Sánchez en tercera oportunidad y en situaciones de apremio, ni a Braylon Edwards, con quien Sánchez tenía buena armonía y el haber fichado a Santonio Holmes, un eterno cáncer de vestidor, en 2010.

Sin un buen tackle derecho y un buen fullback, posiciones fundamentales para el ataque terrestre, la ofensiva perdió su identidad. Sin sus dos receptores favoritos, Mark Sánchez perdió la confianza. Sin armas a su disposición. Brian Schottenheimer, en su momento candidato a entrenador en jefe por su éxito como coordinador, fue el chivo expiatorio. Schottenheimer y Bill Callahan, el entrenador de línea ofensiva, salieron este año para ser suplidos por Tony Sparano.

La defensiva, sobre todo en la posición de linebacker, ha envejecido y se ha vuelto lenta. Esto fue penosamente evidente el domingo contra los 49ers.

El blanco fácil es Mark Sánchez, pero sin un ataque terrestre efectivo y receptores de calidad, no ha mucho que pueda hacer.

En resumen, la directiva dejó que el nivel de talento decayera considerablemente, y en la NFL pocos pueden ganar con talento limitado.

TONY ROMO
Fueron cinco intercepciones el lunes por la noche. No me sorprendería que la liga cambiara la tercera a balón suelto, pero sigue siendo una entrega.

Los críticos de Tony Romo, y vaya que son muchos, exigen, en el estado de Texas en especial, y por muchos otros lados, que se le relegue a la banca. Esto no resolvería nada. Analicé con calma cada una de las intercepciones. Si vieron "NFL Semanal" la semana pasada, analizamos cómo los receptores tienen que estar en el mismo canal con el QB en base a las técnicas y posición de la defensiva secundaria. Es evidente que Tony Romo y sus receptores están en canales diferentes.

En la primera intercepción, ante una carga inminente, Dez Bryant era responsable de cambiar su trayectoria y voltearse hacia su QB para recibir un pase lateral. Bryant se siguió de frente y Charles Tillman tuvo la intercepción más fácil de su carrera. En la segunda intercepción, el balón le pasa entre las manos a Kevin Ogletree y le pega en el número ocho de su jersey. En la tercera. Mackenzy Bernadeau deja entrar a Henry Melton "como Pedro por su casa", y Melton fuerza la entrega.

La cuarta intercepción se presta a interpretación. D.J. Moore, quien marcaba a Miles Austin, usó una técnica hacia fuera, es decir buscando que el receptor se moviera hacia adentro. Austin decide correr por atrás (por afuera) de Moore, dejando a éste entre él y Romo. Sin protección, como tiene que lanzar Tony Romo en estos días, estos pases se tienen que enviar ANTES que el receptor haga su corte. Si el receptor y el QB no interpretaron la marcación de la misma manera, hay problemas.

La última intercepción fue error total de Tony Romo al lanzar su pase demasiado bajo y por adentro, en lugar de más alto y por afuera.

¿Es Kyle Orton la solución? Con esa línea ofensiva y sin ataque terrestre, los resultados serían peores. Roger Staubach tuvo a Drew Person, Tony Hill, Billy Joe Dupree y Tony Dorsett a su disposición. Troy Aikman a Michael Irvin, Jay Novacek y Emmitt Smith. Ambos jugaron detrás de líneas ofensivas dominantes. Además de Jason Witten, ¿a quién ha tenido Tony Romo a su alrededor?

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