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Festejos de goles para el olvido

MÉXICO -- El fútbol es posiblemente el deporte más practicado del mundo, una actividad cultural, un fenómeno social y, por tanto, también un reflejo de la sociedad. Cuando algo importante sucede en el fútbol, la información trasciende y le llega a millones de personas.

Por eso, cuando un futbolista profesional, con impacto en el público nacional e internacional, celebra un gol de manera exagerada o sin buen juicio, el asunto se torna hasta escandaloso.

Esto es lo que sucedió el domingo por la noche en Tijuana, luego de que el ecuatoriano Fidel Martínez y el colombiano Duvier Riascos celebraron el gol de éste último con unos 'balazos' disparados a dos manos por Martínez, cayendo Riascos al suelo.

El árbitro central José Alfredo Peñaloza reaccionó al singular festejo de manera enérgica, al mostrarle a Martínez la tarjeta roja, para luego, tras los reclamos de los jugadores, cambiar de opinión y levantar la tarjeta. Extrañamente, el silbante ni siquiera mostró tarjeta amarilla. La comisión disciplinaria del fútbol mexicano dijo que aclararía con el silbante sus decisiones en este sentido.

No es la primera vez que un gol es festejado en México con 'balazos'. El pasado 15 de octubre, Marco Fabián de la Mora anotó en una goleada de las Chivas contra Estudiantes Tecos y festejó simulando cortar cartucho y darle un tiro en la cabeza a su compañero Alberto Medina, quien cayó fulminado. Fabián fue amonestado por Miguel Ángel Flores, pero eso no le detuvo y el volante acabó ese partido con tres goles.

Posteriormente, el equipo sancionó a los dos futbolistas rojiblancos con 50,000 pesos de multa cada uno, al decir que el festejo va contra los valores del club. Incluso, Jorge Vergara y su esposa hicieron una generosa donación para una organización de víctimas de la violencia en Ciudad Juárez.

Luego de que el festejo de Martínez y Riascos se volvió noticia, los Xolos enviaron un comunicado en el que indicaron que ya habían hablado con sus jugadores para evitar celebraciones como la del domingo, pero no hubo ninguna sanción interna. De hecho, Ignacio Palou, el director deportivo del equipo Tijuana, opinó que hubo exageración de los medios de comunicación sobre el tema del festejo de sus delanteros. Esto es irónico si se considera que Tijuana, al igual que el resto de la zona fronteriza, tiene una larga historia de crimen organizado y asesinatos a mano armada.

EJEMPLO PARA LOS NIÑOS
"Yo creo que lo más importante es dar un buen ejemplo para la sociedad", dijo en entrevista el delantero colombiano Luis Gabriel Rey, de los Jaguares de Chiapas. "Creo que la celebración no debe de tener ningún límite siempre y cuando sea prudente".

Rey, quien el domingo anotó dos veces para llegar a 120 conquistas en México y confirmarse como uno de los goleadores más productivos que hay en activo en este país, sintetizó lo que Martínez y Riascos, igual que Fabián y Medina, no contemplaron al festejar simulando disparar armas de fuego.

"Ese tipo de cosas, creo que si un niño las está viendo creo que no es un buen ejemplo", dijo Rey, quien suele celebrar sus anotaciones con saltos, por lo que le llaman 'El Canguro', si bien él empezó ese tipo de festejos en su natal Colombia porque le apodaban 'El Conejo'.

Rey no puede nombrar su festejo favorito que haya visto en una cancha de fútbol, pero el que hizo el jugador del Monterrey, Ángel Reyna, hace pocas semanas en un partido contra Querétaro le encantó. Reyna sujetó de la cabeza a un compañero con las piernas como si fuera luchador.

El presidente ejecutivo de la Liga MX, Decio de María, dijo el lunes que el circuito no está de acuerdo con las celebraciones como la de Martínez y Riascos, pero su lenguaje al respecto fue más bien moderado.

"No es el festejo que me gusta. Creo que se puede cambiar por algo más simpático", dijo el dirigente el lunes, poco antes de que se descartara una sanción de parte de la liga o de la comisión disciplinaria del circuito.

Entre los festejos acaso simpáticos pero no necesariamente juiciosos que se han visto en el fútbol mexicano en tiempos recientes se incluyen varios de Cuauhtémoc Blanco.

En medio de su larga enemistad pública con Ricardo La Volpe, Blanco celebró un gol contra el Atlas recostado sobre el césped, mirando al entrenador, apoyando la cabeza en una mano. En otra ocasión, el ex astro del América simuló ser un perro y 'levantar la pata' para orinar en la portería del arquero Félix Fernández, entonces con Celaya. Y también hubo otras celebraciones burlonas bailando a escasos centímetros de los defensores oponentes.

FOWLER, EL EXTREMO
A nivel internacional se recuerda el último festejo de gol de Diego Armando Maradona con su selección nacional. Fue en el Mundial de Estados Unidos 1994 en un partido contra Grecia. El 'Pelusa' acercó el rostro a una cámara de televisión y exaltó el rostro, con ojos exasperados. Esa imagen no le ayudó mucho, y menos cuando se supo que el crack se encontraba dopado, razón por la que fue expulsado de la competencia.

Posiblemente la celebración de un gol más costosa de la historia fue la del artillero Robbie Fowler del Liverpool, quien en 1999 le anotó al Everton y luego festejó tirándose al campo y simulando que aspirara cocaína sobre una de las líneas de cal, a propósito de reportes de adicción que circulaban entonces en los tabloides.

El club le multó a Fowler con 60,000 libras y la liga le suspendió por cuatro partidos. Más tarde, la liga agregó dos partidos de suspensión y 32,000 libras adicionales al presentarse otro incidente en el que Fowler ofendió en el campo a un jugador del Chelsea.

Como es lógico, la explosión de los últimos 15-20 años en los medios de comunicación, que permite que las imágenes se divulguen por todas partes en tiempo real, es una de las razones principales por las que los futbolistas se esmeran más en preparar y dirigir una celebración de gol. También es por eso que se debe de tener mayor cuidado respecto a dichas manifestaciones públicas.

En este contexto, es fácil preguntarse si es peor aspirar cocaína o disparar un arma de fuego contra una persona. Ambos actos fueron simulados en el rectángulo verde tras la anotación de goles. Uno fue severamente sancionado y el otro no.

FALTA TIPIFICAR
Las reglas del juego de la FIFA establecen los límites para los futbolistas en la celebración de los goles.

"Mientras es permisible para un jugador demostrar su alegría cuando se ha anotado un gol, la celebración no debe ser excesiva", dice el documento. "Las celebraciones razonables son permitidas, pero la práctica de celebraciones coreografiadas no debe de ser estimulada cuando resulte en excesiva pérdida de tiempo y los árbitros tienen la instrucción de intervenir en dichos casos".

Además, de acuerdo con las reglas, se le debe de amonestar a un jugador que, en opinión del árbitro, realice gestos que sean provocativos, irrisorios o incendiarios, entre otras situaciones como las típicas en las que un jugador se quita la playera.

Pero las reglas no estipulan en detalle que no se puede festejar en la cancha simulando abrir fuego con armas. Dado que en muchos países y regiones se vive un clima de enorme inseguridad y violencia, con excesivo tráfico y uso ilegal de armas de fuego --como es el caso de México--, hoy en día parece más necesario que nunca que el fútbol sea muy claro y contundente en el combate a celebraciones de esa índole.

Eugenio Rivas, presidente de la Comisión Disciplinaria del fútbol mexicano, dijo que la comisión podría proponer la reglamentación de sanciones para casos como éste en el fútbol doméstico, aunque esto no podría ocurrir antes del torneo Apertura 2013.

De María no estuvo disponible para contestar más preguntas sobre el tema porque se encontraba de viaje por Europa, mientras que Juan José Kochen, vocero de la Federación Mexicana de Fútbol, no respondió a las llamadas.

Una cosa parece segura. Mientras los festejos en el fútbol que hacen referencia al fenómeno de la violencia e incitan a ella no se penalicen de verdad, seguirán presentándose.