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El as cubano del Caracas

Los Leones del Caracas esperaban que un pitcher cubano encabezara la rotación de abridores y condujera al equipo a la postemporada.

Lo que no esperaban era que ese lanzador antillano no fuera el astro Liván Hernández, sino Yoanner Negrín.

Todo lo demás parece estar en su lugar.

Negrín fue contratado como noveno importado de los felinos para el inicio de la campaña. La cuota de extranjeros es ocho.

El plan con él era que estuviera en Venezuela como una especie de seguro de vida. Que se preparara con el equipo grande y lanzara algunos juegos en sucursal de la liga paralela, para estar listo en caso de que ocurriera algo.

Y ocurrió mucho, en verdad.

Hernández, la primera contratación anunciada por los melenudos, en agosto, descubrió en octubre que no tenía pasaporte vigente para viajar al país.

El otro grandeliga de la rotación, de los capitalinos, Chris Schwinden, se lesionó la corva de la pierna derecha a menos de una semana de la inauguración.

Schwinden debía iniciar el primer partido de la campaña. Hernández estaba anunciado para el tercer duelo. Han pasado tres semanas del campeonato y ninguno ha soltado el primer envío. Pero Negrín sí.

El monticulista que llegó para la reserva terminó como el abridor del encuentro inaugural, apenas tres días después de pisar tierra venezolana.

En su segunda salida, tiró cinco innings en blanco contra los Cardenales de Lara.

En su tercera presentación, volvió a recorrer cinco tramos sin permitir carreras, esta vez frente a las Águilas del Zulia.

"Le doy gracias a Dios por la oportunidad que me han dado, por esta confianza que han puesto en mí", señaló Negrín a ESPNdeportes, con sorprendente humildad.

Este héroe inesperado nació en la provincia de La Habana, hace 28 años. Fue figura emergente de la selección de Matanzas en la Serie Nacional cubana. Firmó a los 26 con los Cachorros de Chicago, su organización actual en el norte.

Pasó por la liga invernal de Panamá, hace un año, y por el beisbol mexicano de verano, en 2012, antes de terminar esta última temporada en triple A.

"Lancé cuatro temporadas en Matanzas", recordó Negrín. "El primer año fue difícil, estaba llegando, pero los últimos tres me adapté, aprendí y me fue bien".

De Cuba recuerda el alboroto de las tribunas y la pasión de la fanaticada, dos cosas que ha hallado en su nueva escuadra. Su mejor zafra allá fue la 2007-2008. Terminó con marca de 11-5 y dejó 3.37 de efectividad.

"Lo que aprendí allí me sirvió de mucho", aseguró. "Haber comenzado en las ligas menores a mi edad no fue un inconveniente, porque tenía suficiente experiencia por lo que lancé en mi país".

El derecho suele caminar en silencio por los bajos del estadio Universitario. Hace su trabajo cada tarde, responde preguntas cortésmente y lleva con discreción su inesperado estatus de número uno en la rotación.

"Apenas supe que venía, traté de averiguar todo lo que pude sobre esta liga", apuntó. "Espero quedarme hasta el final. No tengo restricciones".

No es un prospecto en toda la extensión de la palabra. Se lo impiden la edad y una recta que no va tan rápido como la de los reclutas que usan la lisa como carta de presentación. Pero está a las puertas de la gran carpa, después de apenas dos campeonatos.

Su recta a veces parece más veloz, por la forma en que la mezcla. Tiene un sinker, cambio y slider. Usa, además, la maña cubana para engañar más; no sólo intercala envíos diferentes en su plan de trabajo, sino que varía el ángulo del brazo cuando enfila al home.

"Negrín ha sido impresionante", terció el manager de los Leones, Rick Sweet. "Ha estado mejor de lo que esperaba".

Schwinden volvió a lastimarse la corva este martes, cuando se alistaba para hacer, por fin, su ingreso a la rotación. Luis Ávila, presidente de los metropolitanos, cree que ha llegado la hora de comprarle el boleto de regreso a su país.

Liván, entretanto, sigue en Estados Unidos. Sus abogados no le han provisto de un pasaporte o tal vez ya desistió de viajar.

"No renunciamos a la posibilidad de contar con él, porque se trata de un pitcher especial", explicó Ávila. "Si lo soltamos, estoy seguro de que alguien más lo tratará de contratar".

Negrín sigue en lo suyo, ajeno a esa novela. Con su tercera presentación en Venezuela, llegó a 11.1 innings consecutivos sin encajar carreras y mejoró a 0.75 su efectividad.

Él también ha demostrado que puede ser un lanzador especial.

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