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Tigres han lucido como gatitos mansos ante San Francisco

DETROIT -- Más que Tigres, el de Detroit ha lucido como un equipo de gatitos inofensivos ante el pitcheo de los Gigantes de San Francisco, que se pusieron el sábado a un triunfo de coronarse campeón en la Serie Mundial de Grandes Ligas.

Ryan Vogelsong (5.2 IL), Tim Lincecum (2.1 IL) y Sergio Romo (1.0 IL) se combinaron para dejar a Detroit en cinco imparables y digirir a los Gigantes a un triunfo 2-0 en el tercer choque del clásico de otoño del 2012.

Detroit es el primer equipo en ser blanqueado en partidos consecutivos de la Serie Mundial desde que los Dodgers de Los Angeles fueron dejados sin carreras en los juegos 2, 3 y 4 por los Orioles de Baltimore en 1966.

La pobre ofensiva de los Tigres desperdició un extraordinario esfuerzo del lanzador venezolano Anibal Sánchez, quien cargó con la derrota pese a trabajar siete entradas de dos carreras, un boleto y ocho ponches. Sánchez ha perdido dos de sus tres aperturas en los playoffs aún cuando tiene efectividad de 1.77 y 18 ponches en 20.1 innings.

Sánchez, quien apenas otorgó cinco bases por bolas en sus últimas siete salidas y no transfería a un bateador derecho desde agosto, caminó a Hunter Pence abriendo la segunda entrada, cuando San Francisco anotó todas las carreras del partido.
El venezolano Gregor Blanco metió triple que impulsó a Pence y Brando Crawford sencillo que encaminó a Blanco al plato. Los lanzadores se encargaron del resto en una fria noche de otoño en el Comerica Park.

"Las bases por bolas no perdonan, por eso trato de no hacerlo. En esa entrada no me sentía cómodo con los primeros lanzamientos, pasó lo que pasó, pagué por una base por bolas", dijo Sánchez.

"Al principio estuvo sobre-compitiendo un poco, pero luego se afincó y fue grandioso", dijo el manager Jim Leyland sobre Sánchez. "Estuvo absolutamente tremendo, pero cuando eres blanqueado en 18 entradas, es muy duro ganar un juego", agregó Leyland.

En realidad, Sánchez pagó la culpa de la inefectividad ofensiva de sus compañeros. Detroit batea .165 en los primeros tres encuentros y cuando Quintin Berry fue ponchado y Miguel Cabrera fue dominado con elevado al campocorto con las bases llenas en el quinto inning, Detroit desmejoró a 11-1 con corredores en posición anotadora en la serie.

Los Tigres solamente ha anotado en dos de sus 27 oportunidades en la serie y una vez en los últimos 21 innings.

La pareja compuesta por el antesalista Miguel Cabrera y el inicialista Prince Fielder tiene de 19-3 sin jonrones o anotadas y una carrera impulsada en la Serie Mundial. El par se combinó para batear .297 (569 hits en 1,203 turnos) con 74 jonrones, 73 dobles y 247 carreras impulsadas en la serie regular.

"No hay excusas, no hemos bateado. Punto", dijo Cabrera, cuyo sencillo en la primera entrada extendió a 23 su racha de partidos de postemporada alcanzando bases con Detroit. En su carrera, ha logrado bases por boleto o imparables en 36 de 40 partidos de playoffs.

Ahora Detroit tendrá que hacer algo que nunca ha ocurrido en 108 años de historia de la Serie Mundial: Regresar de un 0-3. Ahora en 24 ocasiones un equipo salió al frente 3-0 en el evento y todos los 23 anteriores terminaron ganando, incluyendo 20 por barridas.

El domingo, el súper estelar abridor de los Gigants, Matt Cain, enfrentará a Max Sherzer, el segundo en la rotación de Detroit. Mientras San Francisco ha ganado seis encuentros seguidos en la Serie Mundial por primera vez en su historia, mientras que Detroit ha perdido los últimos seis, empatando la marca de la franquicia (también entre 1907 y 1908).

"No tengo que decirles nada [a los jugadores]. Ellos saben contar. Estamos abajo tres a cero, no hay fórmula secreta o mensaje para ellos", dijo Leyland acerca de como hacer despertar el club. "Ellos son adultos, conocen la situación y saben como venir y ganar un partido", agregó el capataz.

"Hice lo mejor que pude, mantuve el juego cerrado, pero no podemos perder la fe. Esto apenas comienza", dijo Sánchez.
Más bien termina, excepto si los Tigres comienzan a batear del domingo en adelante y no se detienen hasta la próxima semana en San Francisco.