La gran mayoría de los 94,067 aficionados que presentes en el partido del domingo desataron su ira verbal sobre el mariscal de campo, Tony Romo, y el propietario y gerente general, Jerry Jones, después que se pusieron abajo en el marcador por 23 puntos en una eventual derrota, 29-24, ante sus rivales de la NFC Este, los New York Giants.
Los abucheos hicieron eco en el estadio de 1.2 mil millones de dólares --en donde los Giants han ganado en sus cuatro visitas-- después de que el ala defensiva de New York, Jason Pierre-Paul, devolvió la tercera intercepción de Romo para touchdown a menos de dos minutos de comenzado el segundo cuarto.
"Yo también nos habría abucheado", declaró Romo después de que los Cowboys (3-4) se quedaron cortos en ganar el partido en un duro golpe a sus esperanzas para ganar el título divisional. "Lo merecimos en ese momento. No comenzamos el partido de la manera que queríamos".
Los abucheos alcanzaron su punto máximo cuando el rostro de Jones apareció en las pantallas del estadio momentos después, ahogando sus palabras durante un video que promueve la campaña de concientización contra el cáncer de mama.
Jones, quien dijo que estaba seguro que los aficionados no tenían la intención de ligar los abucheos al delicado tema del video, siente la frustración. Entiende que los aficionados de los Cowboys están furiosos por la larga racha de mediocridad de la franquicia; Dallas sólo tiene una victoria de playoffs y un récord de temporada regular 123-124 en los últimos 15 años.
Sin embargo, los abucheos no molestaron a Jones, especialmente considerando las circunstancias del momento.
"Estoy seguro que los aficionados tenían el mismo sentimiento que yo tenía", dijo Jones. "Estaba frustrado, enojado. Sabía que habíamos cavado un hoyo que iba requerir un gran esfuerzo para salir. Pero entiendo la frustración. La entiendo".
Jones, quien frecuentemente escucha las críticas por su insistencia en seguir siendo el gerente general de los Cowboys, entiende que los abucheos fueron directamente por él. Como el hombre que inició su mandato como propietario despidiendo al legendario entrenador en jefe, Tom Landry, está acostumbrado a eso.
"El mismo trato tuve hace 24 años", indicó Jones. "Y es el mismo que tuve por momentos hace 23, 22, 21, 20 años. Nunca ha sido una luna de miel para mí aquí en Dallas".
Información de Todd Archer fue utilizada en la redacción de esta nota.
