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El nuevo Melo, igual al viejo Melo

NUEVA YORK -- Carmelo Anthony les habló a los fans de corazón, les dio las gracias por su apoyo luego de la histórica tormenta, y luego construyó una noche de apertura memorable. Avanzó, anotó, y conquistó LeBron James y al Miami Heat.

Anthony anotó 30 puntos en el primer partido de los New York Knicks, y en casi cualquier medida tuvo una buena actuación en el escenario del Garden. El jugador de franquicia condujo al equipo local a un triunfo por 104-84 sobre LeBron y los campeones reinantes, los mismos chicos malos que eliminaron a los Knicks en cinco juegos en la primera ronda el año pasado.

Anthony anotó 16 puntos contra los 17 del Heat en el primer cuarto, cuando los Knicks tomaron una ventaja de 33-17, y su triple al sonar la campana se sintió como un gancho de derecha del que Miami nunca se recuperó. El Heat estuvo desacoplado de principio a fin, y permitió que hombres como Steve Novak tuvieran los espacios que les fueron negados en los playoffs.

Todos aquellos que quieren a los Knicks estaban contentos, y con razón. El Heat seguía con resaca por la champaña del año pasado o simplemente seguía bajo la impresión de que el juego había sido cancelado, como Dwyane Wade legítimamente sugirió que debería haber sido por respeto a las víctimas del huracán Sandy.

Y no, esos no son los problemas de los Knicks. Se enfrentaron al Heat como Ewing, Oakley y Mason siempre lo han hecho -- como si cada posesión defensiva requiera un codazo, un empujón o una imposición en la línea de gol en cuarta y uno. A Mike Woodson, un viejo coordinador defensivo y graduado del Big 10 de Bob Knight, le encantó la agresividad del ataque.

Pero esto no se trata de vencer al Heat en noviembre, por más que Jim Dolan considerara que este partido era "bueno para Nueva York" y una oportunidad de darles a los residentes de la ciudad "algo para celebrar y pensar en otra cosa durante algunas horas". Esto se trata de vencer al Heat en mayo, cuando James y Wade estarán mucho más determinados a negarles a los Knicks la oportunidad de meter 19 de 36 triples.

En ese contexto, Anthony debe cambiar su enfoque. Él sabe que no puede ganar un campeonato de la NBA con esta marca de básquetbol -- o al menos dijo que lo sabía durante la pretemporada, cuando era mucho más fácil decir las cosas correctas en compañía de los periodistas, que un mes más tarde en compañía del Heat.

Esto es lo que dijo Anthony antes del campo de entrenamiento:

"Estoy harto de tratar de anotar 30, 35, 40 puntos para que ganemos un partido de básquetbol. Ya no quiero ese rol. Es lo que hago mejor. Pero para que este equipo tenga éxito con los hombres que tenemos, necesitamos un equipo más completo. Si tengo que sacrificarme del lado ofensivo, estoy dispuesto a hacerlo. Es fácil para mí sentarme aquí y decirlo. Pero este año haré lo que tenga que hacer para ayudar a este equipo a ganar".

El viernes por la noche, el mismo Knick que dijo que estaba harto de tratar de anotar 30, 35, 40 puntos, anotó 30 en un intento de marcar 35 o 40. Tomó 28 tiros, metió sólo 10, y aportó dos asistencias para la causa. Aunque este año tiene más profundidad para trabajar, más manos sabias de veteranos a su lado, Anthony no va a vencer al Heat en los playoffs con este enfoque, el mismo enfoque que fracasó el año pasado.

Anthony tiene una marca de 17-37 en la postemporada, 1-8 con los Knicks, por una razón. A veces se topó con competencia superior, y a veces no logró elevar a sus compañeros ante rivales vencibles.

Anthony vio a James convertirse en una superestrella más centrada en el equipo en vías de capturar su título esquivo, y por sus comentarios en la pretemporada, parecía que Melo había visto y aprendido. Otra exitosa experiencia olímpica con LeBron y el enfoque "todos para uno, uno para todos" de Mike Krzyzewski probablemente ayudó.

Esta temporada iba a ser diferente, Anthony aseguró, si Amar'e Stoudemire estaba lo suficientemente sano como para jugar. Melo se presentó en forma. Ya no tenía que lidiar con Mike D'Antoni y Jeremy Lin, reemplazados por un entrenador que cree en los poderes de Anthony en aislamiento y por un armador (Raymond Felton) que no inspiraría un revuelo a nivel mundial.

Lin estuvo ocupado el viernes por la noche, cuando marcó 21 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias en una nueva victoria de Houston encabezada por James Harden (45 puntos), y de seguro que eso no cambió la opinión de Anthony de que el precio que pagaron los Rockets por la Linsanidad fue "ridículo". Felton tuvo su propia medida de éxito contra Miami, el equipo que famosamente se tragó a Lin entero el invierno pasado, y su mariscal impulsó a Woodson a elogiar la forma en que el balón se movió "de lado a lado".

Los Knicks movieron el balón, de eso no cabe duda. Pero Anthony no fue uno de los motores. Por memoria muscular, fue el primero en detener el balón. Miami seguramente aprovechará eso en la próxima serie de los equipos al mejor de siete.

"En general, por la forma en que jugamos esta noche, por la forma en que compartimos el balón, por la forma en todos tocaron el balón, todos se sintieron involucrados en el partido de básquetbol".

Felton y Jason Kidd hicieron los suyo en la punta, y Novak metió cinco triples y terminó con 17 puntos contra el equipo que lo había limitado a 12 tantos en cinco partidos de playoffs. Liberado por su campeonato, el Heat simplemente se entregó y ahora se prepara para su partido contra Denver el sábado por la noche.

El Garden disfrutó de la entrega y coreó "JMV" para Anthony mientras lanzaba sus tiros libres en los últimos minutos.

"Está muy motivado en este momento", dijo Tyson Chandler. "Sólo he estado con él durante dos años, pero nunca lo había visto tan motivado. Está haciendo mucho, y no sólo lo que [los periodistas] vieron esta noche. Sino también en la sala de video y en la preparación. Ha cambiado. Llega temprano, lanza desde todos lados, aparta a los muchachos para darles consejos. Está siendo un gran compañero. Creo que la experiencia de verano [en los Juegos Olímpicos] definitivamente le ayudó".

¿En serio? En el estelar marcador del viernes por la noche, Anthony sumó sus 30 tantos con 28 disparos, mientras que Harden marcó 45 en 19 en Atlanta.

Al final, Anthony no va a ganar un anillo por sí mismo en New York, tal como LeBron tampoco iba a lograrlo por su cuenta en Cleveland. Melo tuvo una buena noche contra la banda de James, pero estamos en noviembre.

Esto no va a funcionar en mayo.