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Un aporte a la leyenda

Kimi llevó a Lotus al triunfo después de 15 años de sequía Getty Images

BUENOS AIRES -- Cuando parecía que el 63° Campeonato Mundial había entrado en una normalidad propia de otros tiempos, llegó el Gran Premio de Abu Dhabi, anotado este año como antepenúltima fecha. Una combinación de sucesos fuera de libreto derivó en una carrera atractiva y repleta de matices, con sobrepasos genuinos y otros nacidos del uso del alerón móvil, roces, choques, maniobras polémicas, remontadas, abandonos sorpresivos y cambios de escena.

El asunto central ocurrió un día antes de la competencia en el fastuoso circuito árabe. Fue cuando el Red Bull RB8-Renault del bicampeón Sebastian Vettel se quedó sin suficiente combustible al final de la clasificación y el equipo lo obligó a que detuviera la marcha antes de que volviera a boxes. Esa falta le costó perder su tercer lugar en la grilla y debió partir desde la calle de boxes. Resultó el ingrediente central de la competencia, la incógnita que desveló al paddock en la noche previa a la 18ª fecha. Porque en la remontada de Vettel se jugaba también el campeonato entre el conductor del mejor auto en el tercio final del campeonato y Fernando Alonso, uno de los mejores pilotos de la última década.

El bicampeón más joven de la historia fue el protagonista central de la historia en Abu Dhabi. Su escalada desde el fondo con roces incluidos, los daños que sufrió su Red Bull en el afán de recuperar lo perdido, las maniobras al borde de lo reglamentario, la detención inesperada que lo obligó a reiniciar la remontada y su podio final aportaron a la épica en una pista nueva pero ya ligada a la historia del campeón. Dos años atrás, también en Abu Dhabi, Vettel se transformó en el campeón más joven de la historia a pesar de que nunca antes había liderado el Mundial.

Vettel no tardó en alcanzar a los seis autos más lentos de la fila y los pasó sin perder demasiado tiempo. Sin embargo, un roce con un Williams le dejó herida la trompa. Su camino siguió. La urgencia lo llevó a un desliz cuando pasó a Romain Grosjean: apurado, se lanzó por afuera de la pista aprovechando que las banquinas del pequeño paraíso también son de pavimento. Lúcido, siguió el consejo del equipo y le devolvió la posición a Grosjean para evitar sanción: poco después volvió a pasarlo de manera lícita.

Cuando el auto de seguridad neutralizó la carrera por el fortísimo golpe de Nico Rosberg a Narain Karthikeyan, un aparatoso y peligroso choque en el cual el alemán voló por encima del indio, Vettel volvió a sufrir en vez de gozar. El alemán contaba con la posibilidad de que el pelotón se apilara delante de él para ganar más lugares. Sin embargo, no se entendió con el piloto que lo precedía en la fila neutralizada, mientras zigzagueaban para mantener la temperatura de los neumáticos, y al esquivarlo atropelló el cartel que anunciaba el comienzo del trecho en el que se podía usar el alerón móvil. Eso terminó de romper el alerón y lo obligó a adelantar su primera parada en boxes que incluyó el cambio de la trompa.

La segunda remontada de Vettel lo llevó incluso hasta el segundo lugar, detrás del finlandés Kimi Räikkönen, protagonista de una gran largada para aprovechar la mala salida de Mark Webber y colocarse detrás de Lewis Hamilton. Cuando el McLaren del autor de la pole position feneció sin potencia luego de una veintena de vueltas, Räikkönen heredó la punta y empezó a fabricar su primer triunfo desde su regreso al Campeonato Mundial. La victoria del campeón 2007 fue, también, la primera de la marca Lotus desde que Ayton Senna ganara en Detroit, en 1987. Räikkönen aportó un nuevo nombre a la lista de ganadores de 2012. Su regularidad lo mantuvo en la pelea del campeonato durante toda la temporada. La victoria refrenda el talento del piloto y la consistencia de la escudería.

El campeón perdió dos lugares durante su segunda detención a cambiar neumáticos, en la que se demoró algo más de lo previsto debido a un retraso para calzar la rueda trasera derecha. Sin embargo, una nueva intervención del auto de seguridad terminó beneficiándolo porque le permitió recortar diferencias con el trío que lo precedía -Räikkönen-Alonso-Jenson Button- y lo encontró con gomas blandas muy nuevas. La lucha entre Paul di Resta por superar a Grosjean y el afán de Sergio Pérez por pasar a ambos en una misma maniobra derivó en una colisión general. El mexicano se rozó con Di Resta, se fue a la banquina mientras el escocés se golpeaba con Grosjean y el tapatío volvía intempestivamente a la pista, lo que complicó el final. Webber le pegó a Grosjean, destrozó el Red Bull y abandonó. Pérez lo pagó con una penalización en boxes que le costó puntos a Sauber. Esa última neutralización le aportó una nueva dosis de dramatismo a la carrera.

Cuando se reanudó la velocidad, Räikkönen escapó hacia la victoria mientras Alonso, Button y Vettel peleaban por la segunda colocación pero, más importante, por puntos que pueden decidir el campeonato. El asturiano Alonso logró despegarse del inglés y así se puso a cubierto de cualquier intento de sobrepaso -incluido el uso del alerón móvil- que pudiera intentar Button y aunque se lanzó sobre Räikkönen, el frío finlandés lo mantuvo a raya hasta el final. El campeón 2009 no pudo finalmente controlar a quien lo sucedió en la corona. Vettel tuvo paciencia para esperar el momento justo, tres vueltas antes del final, y superó al inglés para ponerle un ribete a la leyenda.

El venezolano Pastor Maldonado, quien se acomodó tercero en la partida, empezó a sufrir cuando se hizo de noche en Abu Dhabi y cambió la temperatura. El comportamiento del Williams no le permitió mantenerse delante de Alonso. Sin embargo, el ganador en Montmeló se las ingenió para aportar buenos puntos a Williams con el quinto lugar. En su vuelta a las pistas, el viejo Frank Williams disfrutó con sus dos autos en la decena que anotó.

El campeonato volvió a palpitar en Abu Dhabi, mostró signos vitales. Y aunque Red Bull tenga el mejor auto y a un piloto ya protagonista de la historia, por más que Ferrari aún no pueda empardar el andar de los líderes, la lucha continúa abierta. Y nadie puede animarse a un pronóstico final.