BUENOS AIRES -- Superados por los equipos paraguayos, chilenos, ecuatorianos y brasileños, los equipos argentinos poco y nada tienen que hacer ante la jerarquía de semejantes rivales. ¡Cuánto ha cambiado el fútbol para los argentinos, señores!
Si antes éramos protagonistas estelares, hoy no somos más que teloneros para que se luzcan los verdaderos equipos de Sudamérica.
La Copa Sudamericana lo demuestra en cada fecha. Tigre ya no puede ganarle a Cerro Porteño, pase lo que pase, Cerro Porteño es el protagonista de este duelo.
Independiente de Avellaneda, que otrora sabía ser el rey indiscutido de este tipo de certámenes continentales, ya no encuentra la forma de poder ganarle a un equipo perfecto, serio, bien armado, como es la Universidad Católica.
Y esto queda perfectamente graficado en el último partido que ambos equipos jugaron en Avellaneda y la Universidad Católica pudo haberlo goleado con toda facilidad.
Terminaron en un 2 a 2 demasiado generoso para el equipo de Américo Gallego. Dentro de un par de días volverán a verse las caras, esta vez en suelo chileno. ¡Puede pasar cualquier cosa! Aunque le veo poquísimas chances al equipo argentino.
Cerro Porteño es el verdugo de los equipos argentinos, recordemos que primero eliminó a Colón de Santa Fe y ahora quiere llevarse puesto a Tigre.
Lo venció en su estadio por la mínima diferencia y si bien, un resultado tan ajustado no da seguridad de nada, es cierto que el equipo paraguayo parece tener el espíritu inspirado para volar alto.
Tigre deberá esforzarse y mucho para dejar afuera de la Copa al equipo de Jorge Fossati.
El 8 de noviembre será un día decisivo para los equipos argentinos que compiten en esta Copa Sudamericana. Tienen adelante a equipos de Chile y de Paraguay y se les complicará si mas adelante tienen que jugar contra los equipos de Brasil.
Debe haber cierto aire de inseguridad en todos nosotros. Ya no ganamos tan fácil como antes. El fútbol continental se ha equiparado en sus formas. Hoy por hoy, no somos los mejores.
¿Cómo ganarle a la Universidad Católica? Es la gran pregunta que Independiente puede responder mirando para sí mismo. Bien para adentro, recuperar lo perdido por los años. Sin que el resultado sea el gran mediador de la realidad, Independiente debe comenzar a encontrarse con su propio estilo.
Tigre, por su parte, es un club reciente, con poca trayectoria y roce internacional. Tiene un gran plantel, capaz de ganarle a Cerro Porteño. Pero el gran favorito, por historia, por prepotencia de fútbol, es el equipo paraguayo.
Tigre e Independiente, dos caras distintas de un mismo fútbol. Uno olvidado por su historia y otro tratando de escribir su historia reciente. Tienen rivales de jerarquía a los cuales superar. Es difícil, pero no imposible.
El 8 de noviembre es el gran día. Cerro Porteño y Universidad Católica esperan tranquilos, saben que tienen que hacer el menor esfuerzo para continuar en esta Copa. ¿Será tan así?