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Abregú: "Lo quiero a Miguel Cotto"

El escenario fue Verona, Nueva York. La fecha, el sábado 27 de octubre. Y el resultado, espectacular, al menos para el ganador. Es que, a los 28 años, el tucumano radicado en Salta, Luis Carlos Abregú, de Argentina, dio un gran salto en su carrera profesional, al vencer fácilmente al hasta ese momento invicto Thomas Dulorme, 22 años, puertorriqueño por adopción y número uno del ranking welter del Consejo Mundial: KOT 7, mientras que José Bonilla, el rincón de Dulorme, proclamaba el abandono: "Se puede decir que fue fácil, porque yo lo había visto en varios videos y sabía por dónde había que enfrentarlo", dice Abregú.

"Dulorme es un buen boxeador, es largo, tiene un buen jab, pero también es cierto que tiene un problema, y es su falta de experiencia. Yo sé que me llamaron porque pensaron que no podía ganarle, pero por suerte, me eligieron a mí y se equivocaron", completó el argentino.

Abregú suma ahora, ahora, 34 peleas, con una sola derrota, y 28 nocauts. Solamente lo venció Timothy Bradley, el 17 de julio de 2012, por puntos en 12 asaltos. "No quiero ponerlo como excusa, pero tuve que pelear con la mano derecha rota, eso me disminuyó mucho, teniendo en cuenta que Timothy Bradley es un muy buen boxeador. Ojalá ahora pueda tener una oportunidad, ya que fue mi única derrota profesional, y por puntos".

-- La pelea con Dulorme fue organizada por Gary Shaw, ¿Tienes aún contrato con él?
-- En realidad, el contrato se venció justamente con este combate, pero como con Gary Shaw el trato siempre fue muy correcto y muy bueno, y el aspecto monetario estuvo bien manejado, vamos a seguir trabajando con él...

-- ¿Por qué afirmas que la pelea fue fácil?
-- Porque todo lo que planeamos se cumplió a la perfección. Quien se fije detenidamente en el video, verá que además, apenas debo haber recibido un par de golpes en los siete asaltos que duró la pelea.

-- Antes del combate dijiste que ibas a ponerle presión a Dulorme, pero no fue tan así, la impresión es que, en realidad, diste un dato falso.
-- Si, claro. En realidad, sabíamos que a Dulorme se le tiene que poner presión, pero a partir del tercer round y así fue. Lo dejamos trabajar en los dos primeros rounds, para estudiarlo un poco, pero tampoco tuvo grandes alternativas, salvo cambiar de guardia.

-- Cuando cayó por primera vez, en el tercer asalto, se paró y miró al rincón. ¿Fue una señal?
-- Sin dudas: me di cuenta de ese detalle y lo anoté muy bien, porque me di cuenta de que él estaba muy confundido y de que nunca antes había pasado un momento tan malo. Cuando el referí le dio el pase, me le tiré encima para noquearlo, y se me escapó. Cuando llegué al rincón mi manager Pablo Martínez y el técnico Héctor Roca, que sabe mucho de boxeo, me dijeron que estaba equivocado, que la cuestión no era correrlo por todo el ring, sino esperar, porque el nocaut iba a venir solo. Y así fue. Me sirvió para mostrarme un poco más, ya que la pelea era por HBO a nivel nacional. Lo dejé que se confiara un poquito, porque tenía miedo de que se escapara por todo el ring. Cuando se paró, vino el final, y ahí si que no pudo escaparse, porque le puse toda la presión encima. De hecho él no quiso más y el rincón también decidió abandonar, lo cual fue bueno para que no recibiera un castigo innecesario: Dulorme es muy joven y creo que tiene un gran futuro, pero tuvo un problema, y es que yo tengo experiencia y pienso mucho más de los que algunos creen, entonces manejé los tiempos de la pelea, estaba hecho a mi medida, y lo digo con todo respeto...

Dulorme era el favorito, aunque se dejó entrever alguna duda sobre la capacidad real de sus rivales, aún cuando entre ellos figurase el ex campeón mundial Chop Chop Corley...

Abregú, con 28 años (Dulorme, a los 22 años venía con 16 peleas, todas ganadas), el Potro demostró todas sus condiciones, sumando su triunfo número 28 por la vía categórica, con un total de 34 combates ganados y uno solo perdido. El 8 de junio de este año, en Salta, capturó el título sudamericano de los welters, vacante, al vencer a Pedro Verdú por KO en 5 asaltos.

Durante un tiempo fue dirigido por el ex campeón welter CMB Carlos Baldomir, e hizo cinco presentaciones en los Estados Unidos. En Monterrey, México, fue al suelo frente a Richard Gutiérrez, pero se levantó y ganó por puntos el 6 de febrero de 2010. Y, por sobre todas las cosas, es un profesional que siempre está muy bien entrenado: "Para mí no es ningún mérito es estar bien entrenado, es toda una obligación, sobre todo porque en el boxeo de hoy, el que no está entrenado a fondo, no tiene ninguna chance".

Es el mismo mensaje de Sergio Martínez, Omar Narváez, Lucas Matthysse, Juan Carlos Reveco –todos campeones mundiales-- o Marcos Maidana, ex campeón welter junior. Y ahora está dentro de esta camada de argentinos ganadores en los Estados Unidos.
-- Eso me pone muy orgulloso. Muy contento, porque también me hace feliz que haya otros, ojalá que muchos más argentinos así. Por eso, en el sexto round, cuando le bajé los brazos a Dulorme, me preguntaron si era para imitar a Maravilla... Y no, no es así, el estilo de él es único, bajé los brazos porque yo también tengo fe en mi vista y en mis reflejos, no soy un peleador que va al frente para pegar como pueda, soy un boxeador que piensa lo que hace y que pega fuerte.

-- ¿Y ahora?
-- Según Gary Shaw puedo estar cerca de una pelea de campeonato mundial, haciendo por lo menos una grande antes, no se olviden de que Dulorme era el número uno del WBC. Según Shaw yo podría pelear con Miguel Cotto y a mí me parece una idea bárbara, es un gran boxeador y creo que le gano, así de sencillo. Otra posibilidad es esperar al ganador de la pelea entre Robert Guerrero y Andre Berto. Shaw me dijo que ahora no voy a tener peleas sencillas, y creo que tiene razón.

-- Entonces...
-- Ahora hay que esperar, nada más. Es casi seguro de que para diciembre o principios de enero hagamos una pelea grande en Salta, en el estadio Del Milagro (conocido popularmente como el Delmi, ubicado en las afueras de la ciudad de Salta), que tiene capacidad como para diez mil personas.

-- Antes de ir a esa posible presentación. Has nacido en Tucumán, pero representas a Salta, ¿por qué?
-- Porque cuando yo era chico quería ser boxeador, pero en Tucumán no tenía oportunidades, nadie me abría las puertas. Entonces me propusieron ir a Salta. Y en esta provincia me dieron toda clase de oportunidades, y comencé a entrenar con Néstor Jaime. Salta dio grandes boxeadores pero nunca un campeón del mundo, así que ahora espero darles esa enorme alegría.

-- Ahora sí, volvamos a tu próxima pelea...
-- Sí, la idea es hacer una pelea grande. Aquí en Argentina está uno que una vez vino a desafiarme, Javier Maciel (23-- 2, 16 KO, campeón argentino y Latino WBO superwelter), que dicen que anda bien, o sea que si quiere, le tomo la palabra, ya que me desafió, adelante. Y si no, está Diego Chávez que dicen que tiene un título por ahí (se refiere irónicamente, a su campeonato mundial Interino welter de la WBA) así que también puede venir a pelear. Va a haber dinero, porque el Delmi es un estadio grande y se puede hacer una buena recaudación. No nos engañemos, este es un deporte, pero también un negocio y creo que sería un buen negocio para todos.

-- Desafías a todos.
-- Yo fui siempre de perfil bajo, aunque hice varias peleas en los Estados Unidos, aunque haya perdido solamente una pelea y con Timothy Bradley. Bueno, ahora llegó mi turno y no voy a decir una cosa por otra: me tengo una gran confianza, siento que estoy en mi mejor momento, vengo de darle una paliza al número uno del ranking mundial, así que ahora, que vayan sabiendo que aquí está el Potro, que estoy dispuesto a pelear con cualquiera y que Cháves o Maciel, tienen la ocasión de darse el gusto y de demostrar que realmente tienen condiciones. Y ojalá que Cotto diga que si: es un gran boxeador, pero cuando lo tenga sobre el ring será otra cosa. Que se preparen, porque ahora llegó el tiempo del Potro...

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