<
>

Acalorada rivalidad en el Sur

NEW ORLEANS -- Al menos durante una semana, no importará realmente si los New Orleans Saints arrancaron con 0-4 o si el escándalo de las recompensas se ventiló mientras "el mundo siga girando".

Los Saints reciben a los Atlanta Falcons el domingo en el Mercedes-Benz Superdome, y eso sólo significa una cosa. La mejor rivalidad del Sur de la NFC --y una de las mejores de la NFL en temporadas recientes-- tomará el escenario, y todo lo demás quedará olvidado.

Sí, los Saints están 3-5 y han generado más polémica que quizás cualquier equipo en la historia de la NFL. Sí, los Falcons están 8-0 y pasando por un mar en calma.

Pero nada de eso importa. Si los Saints van a despertar y ser los Saints conocidos al menos un juego de esta temporada, este es el juego. Si los Falcons van a resbalar en un sólo un juego de esta campaña (y discutiremos sus problemas de postemporada cuando llegue el momento), podría ser en éste.

Estos equipos simplemente no se agradan. A pesar de que llegaron a la NFL casi al mismo tiempo (a mediados de los 60) y siempre han tenido un tipo de rivalidad geográfica, se ha convertido en un duelo hecho y derecho en años recientes. Eso se debe en gran parte a que los equipos han sido buenos al mismo tiempo, los egos se han salido de control y se han lastimado, y eso se ha vuelto un gran entretenimiento.

Demos un paseo por el canal de los recuerdos y repasemos algunos incidentes que han definido esta rivalidad.

Fotografías que aletean: Empezaré con un partido en el Georgia Dome hacia finales de 2010. En una batalla clásica, los Saints vencieron a los Falcons 17-14 para ganarse un lugar en los playoffs. Pero no fue lo que pasó en el juego lo que lo hizo memorable, sino lo que pasó después.

Un grupo de jugadores defensivos de New Orleans entraron al vestidor y salieron de vuelta al campo para tomarse fotos en el logo de los Falcons. Los Falcons, un equipo que siempre trata de mantener un bajo perfil y quedar fuera de controversias públicas, se ofendieron e irritaron en privado.

Los Saints, un equipo que no es tímido ante nada, desplegó las fotos como trofeos. El tackle defensivo de New Orleans, Remi Ayodele, usó algunos términos gráficos para describir lo que los Saints hacían, aunque estoy seguro que hablaba en sentido figurado.

Luego de que los comentarios de Ayodele se propagaran, el entrenador en jefe asistente de New Orleans, Joe Vitt, trató de apagar las llamas diciendo cuánto respetaban los Saints a los Falcons. Sin embargo, bajo la posibilidad de romper una regla no escrita (no celebrar en el logo del contrario), el daño ya estaba hecho.

Patear en el suelo: Después, a casi un año del fiasco del logo, hubo una noche en New Orleans cuando mucha gente (incluyendo personal de la organización de Falcons) pensaron que el entrenador Sean Payton abultó el marcador dejando a Drew Brees en el campo, mientras fijaba la marca de más yardas aéreas en una temporada en la victoria de los Saints, 45-16, sobre los Falcons. En el vestidor de Atlanta, hubo más de unos cuantos jugadores que sintieron una falta de respeto, aunque pudieron haberla evitado parando a Brees.

Guerra de estatuas: El respeto --o la falta de-- puede fluir en ambas direcciones. Eso se volvió obvio este verano, cuando los Saints develaron la estatua de uno de los jugadores más populares en la historia de la franquicia (Steve Gleason), haciendo una de las jugadas más importantes en la historia del club.

La estatua replica el bloqueo de patada de Gleason en el primer partido de vuelta en New Orleans tras el Huracán Katrina. Pero la otra figura que aparece, el ex despejador de Atlanta Michael Koenen, no porta el logo de Falcons y su nombre no aparece en la parte de atrás de su figura.

Los Falcons dijeron estar conscientes de lo que significa la jugada de Gleason en la historia de Saints y la ciudad de New Orleans, pero fueron aconsejados por la NFL de no permitir que su marca fuese usada en conexión a situaciones fuera de su mercado. Los Falcons pudieron hacer una excepción a las líneas de inducción de la NFL, pero decidieron no hacerlo.

Eso molestó a muchos fanáticos de New Orleans. La ira es una parte importante de la rivalidad y no es exclusiva de los fanáticos.

Sacando fantasmas:Eso nos lo recordó en la temporada baja el apoyador de Atlanta Curtis Lofton. Como agente libre, Lofton firmó con los Saints, y durante toda la temporada baja aprovechó cualquier oportunidad para lanzar golpes sutiles --y a veces no tanto-- a su ex equipo.

Lofton realmente trazó la línea en la arena al decir que una de las razones por las que firmó con los Saints, era para estar en un equipo que tuviera oportunidad de llegar al Super Bowl. Eso no pasó inadvertido para la oficina ni el vestidor de los Falcons en Flowery Branch, Georgia. Sin embargo, antes de eso, muchas líneas se cruzaron de ambas partes en esta rivalidad.

Con el mal arranque de los Saints, este partido probablemente no tenga implicaciones de postemporada, y los Falcons podrían terminar con las esperanzas de New Orleans con una victoria. Pero los Saints disfrutarían más que otra cosa, tirar a los Falcons de su puesto invicto.

Rayos, si los Saints logran ganar y meter a los Falcons en una espiral, podría valer la pena su temporada de locura.

Si los Falcons ganan, seguirán marchando hacia su máxima meta --el Super Bowl-- y eso podría motivarlos para el domingo. Para aquellos que no han pensado más adelante, el Super Bowl será en New Orleans esta temporada.

El domingo fácilmente podría ser el Super Bowl para los Saints. Quieren descarrilar a los Falcons de alguna forma, porque lo último que New Orleans quiere ver, es a los jugadores de Atlanta celebrando en el Superdome en febrero.