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Historias mínimas del Masters

LONDRES -- Finalizada la Copa Masters de Londres, el torneo final del calendario oficial 2012 de la ATP dejó algunas historias para destacar. Ya quedó atrás el triunfo de Novak Djokovic sobre Roger Federer en la gran final y es hora de repasar lo que también dejó este gran torneo.

EN CUATRO DEDOS

Jo-Wilfried Tsonga no terminó el año como quería: último de su grupo en el Masters, octavo del ranking (dos puestos más abajo que en 2011), con apenas una victoria en el año (¡y 15 derrotas!) ante colegas en el top ten: la única lograda ocurrió en Roma, frente a un Juan Martín del Potro que se quejaba de fuertes dolores en una rodilla.

Hay un justificativo, una historia no tan difundida: durante un partido en el césped de Queen's, en uno de sus saltos a lo Becker para salvar una volea, el francés cayó mal y se rompió el tendón extensor del dedo meñique de la mano derecha.

La operación no servía en ese momento, habría significado un parate de seis meses; tampoco el descanso: Tsonga decidió jugar con el dedo en esas condiciones durante la parte del año más exigente (Wimbledon, Juegos Olímpicos, donde ganó medalla de plata en dobles, y el US Open) y hasta el final de año, en el que defendía las finales de París y el Masters. ¿Cómo se las arregló? Utilizaba una férula que inmovilizaba el dedo durante una o dos horas por día y trabajaba con el fisioterapeuta para fortalecer los músculos que rodeaban a la lesión.

"Me siento cada vez mejor. Durante las vacaciones seguro mejorará, pero no sé cuánto llevará curarlo y cómo estaré en enero", dijo el francés, que a partir de la lesión, no puede tomar el grip de su raqueta al 100%. Pese a jugar "en cuatro dedos", Tsonga llegó a la semi de Wimbledon, cuartos en el single olímpico y la mencionada plata en dobles, ganó el título en Metz, hizo final de Estocolmo y Beijing, y cuartos en Shanghai y París.

RAFA Y LOS NIÑOS

Roger Rasheed, australiano, nuevo entrenador de Tsonga y ex de Lleyton Hewitt y Gael Monfils, escribió en su cuenta de twitter @roger_rasheed: "Lo más tierno: las nenas de Roger caminando por los pasillos del O2 señalan las fotos de la pared y dicen 'Rafa'. Mmm, conocen al rival, lol".

¿Será Rafa? ¿Pudo haber escuchado mal Rasheed y que Myla y Charlene hayan dicho "papa"? Como solo existe ese tuit como fuente -bastante retuiteado, por cierto- y no se lo hemos preguntado a ninguno de los Roger (Rasheed y Federer), quedará el misterio.

Curiosamente, ante la posibilidad de que Nadal juegue la exhibición de Kooyong en enero, Hewitt dijo ayer que "sería lindo volver a enfrentarlo. Además, es el jugador favorito de mi hijo Cruz, así que él estaría muy contento de verlo de cerca de nuevo. Ya tiene el autógrafo que le pidió en Wimbledon".

COBRAR SIN JUGAR

A diferencia del año pasado, cuando Janko Tipsarevic ingresó por una lesión de Andy Murray, los suplentes del Masters (alternates, como se los llama en inglés) no pudieron jugar por los puntos. De todas formas, Richard Gasquet y Nicolás Almagro no se fueron con las manos vacías: se llevaron 75.000 dólares cada uno.

¿Qué hace el suplente durante el Masters? Además de pasear por Londres, practica porque debe estar siempre listo. Lo hace en las tres canchas de entrenamiento (una ubicada en un corredor del O2, mezclada entre los restaurantes, casi una sorpresa toparse con una pista en ese lugar) y las otras dos ubicadas en el sector de fans, el lugar en el que los visitantes participan por premios, se toman fotos con el trofeo de campeón y compran recuerdos del torneo.

Los suplentes pueden entrar en cualquier momento por una baja. Si esta ocurre cuando las semifinales ya quedaron establecidas, brindarán una exhibición como programa alternativo. En el caso de Almagro, el entrenamiento tuvo como objetivo la final de la Copa Davis: de hecho tuvo reuniones con el capitán, Alex Corretja, y el resto del equipo que intentará ganar en Praga (Feliciano López viajó especialmente).

LO TENÍA MARCADO

Suplente el año pasado, Tipsarevic pudo haber sido uno de los que cedía el lugar. Sin embargo y pese a no estar en óptimas condiciones (explicó que había tenido problemas antes del torneo por un virus y eso le afectó el tenis), prefirió completar su participación y, al menos, pudo robarle un set a David Ferrer en el cierre de la zona.

"No rendí como quería en los Grand Slam, pero fui consistente, permanecí en el top ten hasta fin de año y no perdí demasiados partidos contra rivales fuera del top 20", fue el balance del serbio. Ponderó la obtención de la Copa de Düsseldorf, haberle ganado una vez a su amigo Novak Djokovic y sorprendió con el siguiente dato: "Podrá sonar tonto, pero estoy muy contento de haberle podido ganar a Gilles Simon dos veces este año. Perdía con él cada vez que lo enfrentaba (cuatro partidos) y siempre es lindo derrotar a un jugador al que no podías vencer. Puede estar ranqueado más alto o bajo, pero es una gran sensación".

En un futuro, ya saben, Janko les dirá a sus nietos: "Así como lo ven, este viejito pudo ganarle dos veces en un año a Gilles Simon".

CEREMONIA PÚBLICA Y PRIVADA

Durante la semana del Masters, entre partido de dobles y el de singles, se entregaron los premios ATP, votados por los jugadores. Novak Djokovic recibió la distinción por ser el Nº 1 de fin de año y el Arthur Ashe por su labor solidaria, Roger Federer el de los fans, y hubo un reconocimiento especial para Juan Carlos Ferrero.

En otras ediciones, algunos jugadores viajaron especialmente a Londres para recibir las distinciones en la cancha, pero esta vez Tommy Haas (Regreso del año), Martin Klizan (la Aparición) y Marinko Matosevic (el Más Mejorado) le dieron prioridad a las vacaciones.

Hubo una entrega de premios que, según la ATP, no mereció realizarse en cancha. En una oficina del primer piso, apenas con algunos tenistas y dirigentes, Rainer Schuettler fue agasajado tras haber anunciado su retiro. El bajo perfil nunca puede separarse del alemán.

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