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¿Vuelve la rivalidad Spurs-Lakers?

LOS ÁNGELES -- Ahora que Los Angeles Lakers tienen un nuevo entrenador en su lugar -- bueno, no exactamente en su lugar, pero al menos contratado -- viene la parte de "seguir adelante". La parte práctica. La parte de "superar un poco de buena competencia".

Esto último es algo que los Lakers aún no han tachado de su lista de objetivos. Estuvieron a dos puntos de los San Antonio Spurs el martes por la noche, pero todavía están a la espera de su primera victoria sobre un equipo que actualmente tenga una marca ganadora. Por ahora llevan un registro de 3-5, y el "3" fue ante los Detroit Pistons, los Golden State Warriors, y los Sacramento Kings, quienes no están encaminados a los playoffs.

Los Spurs estarán en la postemporada, como de costumbre. Llevan un inicio de 7-1, tienen una buena mezcla de experiencia veterana y energía joven, y todavía tienen a Gregg Popovich, quien retiene el título no oficial como el mejor entrenador del básquetbol mientras Phil Jackson se mantenga fuera de la industria.

Antes del partido, Popovich reconoció que sintió un poco de nostalgia al ver los reportes del regreso de Jackson, de la misma manera que un viejo general podría echar de menos la Guerra Fría. Jackson fue un adversario más que digno cuando él y Popovich se enfrentaron en cuatro playoffs consecutivos, del 2001 al 2004.

Pero el premio consuelo en plenas repercusiones por la repentina decisión de los Lakers de alejarse de Jackson y optar por Mike D'Antoni, es que los Spurs pueden resucitar dos rivalidades a la vez. Popovich, Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili no sólo podrán enfrentarse a Kobe Bryant, sino que podrán reproducir sus batallas con D'Antoni y Steve Nash que produjeron aquellas series grandiosas en el 2005, 2007 y 2008.

Los Spurs sacaron lo mejor de todas esas series. Y D'Antoni y Nash, quienes finalmente vencieron a San Antonio con el entrenador Alvin Gentry en el 2010, todavía están esperando volver a hacerlo con los colores púrpura y oro. Nash se perderá al menos el resto de la semana mientras se recupera de una fractura de peroné, y D'Antoni también está lidiando con problemas de pierna. Asistirá a su primera práctica con los Lakers el jueves, y aún no se sabe si va a dirigirlos contra los Suns el viernes o ante los Houston Rockets el domingo.

No se puede decir exactamente que los fans de los Lakers están esperando ansiosamente su llegada. Todavía no han superado la burla del quiero pero no quiero en el flirteo del equipo con Jackson durante el fin de semana. En el primer partido luego de haber perdido las esperanzas de un regreso de Jackson, estuvieron aún más chatos que siempre durante el inicio del partido. No se puede exagerar la decepción que sienten, y fue palpable en el público de 18.997 personas del Staples Center.

"No hubo mucha energía en el edificio esta noche", dijo Duncan. "Estaba medio muerto. Creo que Pop estaba tratando de subir la energía, pero no creo que fuéramos nosotros. Estábamos jugando duro, pero... el edificio estaba muerto".

Un juego altamente competitivo lo trajo de vuelta a la vida. Hacia el final, con los Spurs dos puntos arriba y 9.3 segundos en el reloj, todos los fans estaban de pie. Luego vieron las deficiencias del conjunto actual de los Lakers: un juego poco inspirado en manos de una alineación diezmada por lesiones. Con Nash y Steve Blake fuera por lesiones, el entrenador interino Bernie Bickerstaff había improvisado un perímetro de Kobe y Metta World Peace.

Funcionó por un tiempo, pero en el momento crítico, World Peace no pudo pasarle el balón a Bryant y se conformó con un pase a Gasol en la esquina. Bryant cortó hacia el aro, pero no pudo librarse de Kawhi Leonard, y Gasol terminó lanzando un triple fallido.

Parecía que la vieja rivalidad estaba de vuelta, aunque el puntaje de 84-82 fuera más Spurs-Lakers que Spurs-Suns. Eso debería cambiar con la llegada de D'Antoni y Nash.

"Va a ser muy divertido", dijo Popovich. "Creo que por lo general habrá más anotaciones en ambos sentidos que esta noche. Esta noche fue un poco extraña.

"El gran tema es que todo se reduce a los jugadores. Estamos tratando de que Manu recupere su ritmo. Los Lakers quieren a Steve de vuelta. Y cuando él está ahí, ellos son un mejor equipo. Todo es cuestión de tener a tus jugadores sanos y un buen ritmo en el grupo".

También se trata de la calidad del rival, como los Lakers han demostrado en estos tres partidos desde que Mike Brown fue despedido. Han salido adelante con improvisaciones ante los Warriors y los Kings, pero necesitarán una mejor ejecución contra equipos como los Spurs, además de la creencia colectiva en una filosofía central.

Bickerstaff citó a Shakespeare en Julio César, al cerrar con: "El problema no está en las estrellas, sino dentro de nosotros mismos".

¿La solución está dentro de D'Antoni? Una base de fans cínica y escéptica se pregunta, y espera.