ESPN Magazine 11y

Nuevos ricos, viejos pobres

El que está en posición de ganador es el Paris Saint Germain, que recuperará el protagonismo económico que había perdido desde la época de Canal Plus. Ahora tendrá otra vez los medios para competir con el Lyon y con Marsella.

Con los 150.000.000 de euros que gastó, no solo es el gran candidato en la Ligue 1; debería intentar, en paralelo, llegar lo más lejos posible en la Champions League. Además, tendrá el valor agregado de la publicidad que recibirá por las compras de alto perfil
que viene realizando (Ibrahimovic, Thiago Silva, Lavezzi, Pastore, Alex y siguen los nombres).

Pero que llegue dinero fresco a Paris Saint Germain, a Monaco (el gran competidor del PSG si logra ascender) y, eventualmente, a otros equipos o a la liga en su totalidad, no necesariamente tendrá un impacto positivo sobre el fútbol francés en su conjunto ni menos aún sobre su selección.

Ya lo hemos visto en Inglaterra, donde el ingreso de millones rusos y árabes no potenció a los jugadores autóctonos, sino que creó equipos en los que los extranjeros son la norma.

A eso se suma la tendencia a ser un semillero que necesita vender su producto al exterior para seguir viviendo. Si bien el fútbol galo está en la élite del continente, sigue siendo el hermano pobre, tanto en lo que hace a público y a organización, como en su poderío económico.

Los nombres de arriba recalaron en el PSG porque no los tuvieron en cuenta los grandes clubes de Europa, que son quienes se terminarán llevando, tarde o temprano, a las apariciones más relevantes del fútbol francés en los próximos años.

Para revertir esa tendencia, Francia necesitaría muchos años seguidos de inversión económica sostenida, pero sobre todo, que ese dinero se transforme en equipos protagonistas o directamente en campeones en Europa.

Mientras tanto, el fútbol galo seguirá siendo un medio muy competitivo, pero esa característica solo le servirá para seguir alimentando a otros clubes y ligas. Gracias a su excelencia en la formación, y a la potencia y velocidad con las que se juega en Francia, sus jugadores seguirán emigrando a otras ligas con el poder de compra como para pagar valores muy superiores a los del mercado local. Y como ese dinero seguramente se use para comprar afuera, tal como hizo el PSG, será muy difícil cortar el círculo vicioso.

Felicidades.

^ Al Inicio ^