DUBLÍN (ENVIADO ESPECIAL) -- La felicidad plena estuvo representada en la cara de Maximiliano Bustos. No podía ocultar la sonrisa desde que llegó al hotel, tras el entrenamiento vespertino en el que se confirmó que por fin, después de un año y medio, ¡debutará en Los Pumas! El santafesino, formado en el Club Universitario de esa provincia, tuvo su primer llamado al seleccionado en 2011, luego de la consagración con Los Pampas XV en la Vodacom. Participó de la ventana contra los Barbarians franceses, pero no fueron considerados tests, y tampoco el duelo con Worcester en agosto.
De esa manera, Chinchu, como se lo conoce en el plantel Puma, debió esperar sin chances en el Mundial y también en el último Rugby Championship. Todo llega y finalmente este sábado, en el Aviva Stadium frente a Irlanda, se sacará las ganas acumuladas en este tiempo. Minutos después de hablar con su mujer y madre de sus tres hijos, Bustos contó sus sensaciones de un día que nunca olvidará. "Estoy contento de tener esta posibilidad que tanto esperé. Vengo con rodaje del club, así que a esperar que sea la hora del partido", confesó.
Después del Rugby Championship, torneo en el que nunca estuvo dentro de los 22, volvió rápido a Montpellier, su club desde la temporada pasada, y disputó siete encuentros (cuatro como titular) y un total de 341 minutos. "Estoy en un buen momento. Mi primera convocatoria fue medio sorpresiva, y ya casi que pasaron dos años. Uno aprende un montón, más de allá de no jugar, por los entrenamientos y las charlas. Crecí en lo personal y hoy noto mucho la diferencia", afirmó el pilar derecho, que reemplazará a Juan Figallo.
- ¿Fue difícil la espera?
- Seguro. Hay que ser paciente y tenía que esperar mi momento. Me sirvió para mejorar un montón de aspectos que yo sentía que estaba mal. Tenía que mejorar el juego, en la primera experiencia en Francia no me había ido tan bien en lo que fue adaptarse al alto nivel. .
- ¿Qué te dijo Figallo?
- Todavía no hablé, pero seguro que vamos a dialogar. Con él tengo una relación, es un gran amigo. Cuando yo llegué a Montpellier me dio una mano gigante. Él es un pilar derecho impresionante, más allá de que es amigo mío, es un jugador fundamental. Es el número uno. Por amigo y por lo que veo, es joven y tiene mucho hilo en el carretel para darle al seleccionado.
- ¿Cómo fue la semana? Para el Mundial lo tenías a Scelzo y Figallo, y después siempre a Chipi, pero para este partido que no estaba era tu chance de ser titular...
- Como se venían dando las cosas uno no se ilusiona tanto. Siempre tenés las ganas de jugar. Vine a sumar al equipo, que estaban hace dos semanas juntos, y a darle aire fresco. Si tocaba jugar bienvenido sea.
- Y cuando viste que se te daba, ¿te cambia la cara?
- Y es otra cosa, lo enfocás diferente. Es una sensación rarísima, te soy sincero. Si te digo con palabras, nunca lo había sentido. Siempre el sueño mío era jugar en Los Pumas y se está dando. Hay que meterle pata el sábado.
Con una sonrisa, siguió la charla. Bromeó con Marcos Ayerza, su compañero de cuarto y sonámbulo. "Me pegué un susto a la noche", dijo, y su risa se escuchó en todo el subsuelo del hotel Puma. Pero siempre, como en todo este tiempo en el que aguardó su oportunidad, con los pies en la tierra. "Pienso que puede ser mi primer partido o el último, yo no sé qué va a pasar mañana. Lo principal es la confianza en uno mismo y yo la tengo", concluyó Chinchu.
Tendrá 80 minutos para demostrar por qué estuvo ahí durante un año y medio. "Persevera, y triunfarás", es el refrán. Bustos lo hizo y dio sus frutos. Cumplirá su sueño y debutará en Los Pumas, a los 26 años.