TOLUCA -- Vivir frente a un estadio como el Nemesio Diez es una ventaja, pero también puede resultar un problema en cuanto a movilidad si se presenta una emergencia, algo que el señor Miguel Plascencia goza y sufre en cada partido importante en este inmueble.
Con prácticamente toda su vida viviendo en la calle de Felipe Villanueva, exactamente enfrente de la puerta por donde ingresan los autobuses de los equipos, don Carlos disfruta ver cómo se vive la pasión de los seguidores de los "Diablos Rojos", pero con algunas reservas, y explica las razones.
"En general no tengo ningún problema, pero en este momento mi madre está un poco delicada de salud y espero en Dios que se mantenga estable, porque si no, va a ser un problema poder sacar el coche porque las calles están cerradas", contó.
Fuera de ese pendiente, no tiene ninguna objeción, porque, como se pudo constatar, ya hasta conoce a los policías y agentes de tránsito apostados muy cerca de su casa.
Con ellos puede acudir para mover un coche que obstruya su garaje, como lo fue un autobús que, según palabras del conductor, transportaba a los familiares de los jugadores de Xolos de Tijuana.
Días previos, la venta de boletos para este partido de vuelta de la final del Torneo Apertura 2012 generó algunos problemas para este residente del Estado de México.
Plascencia explicó que, en su afán de conseguir una entrada, muchos aficionados estacionaban sus coches en su acera y en su zaguán y que inclusive muchos de ellos hicieron sus necesidades fisiológicas en su misma puerta.
"Eso es lo que puede enojar, pero en términos generales la gente se porta bien, la afición es muy tranquila. Hay veces que se pelean por los boletos con los revendedores", explicó.
De hecho, el problema más grave que le ha tocado ver no fue precisamente con la afición de los "escarlatas", sino hace cinco años, cuando América fue local en el Nemesio Diez en la Copa Sudamericana y se armó una batalla campal sobre la calle Constituyentes, sin que pasara a mayores, al menos para él.
Y en caso de que Toluca levante el undécimo título en su historia, confía en que todo transcurrirá en paz, como ha sido una costumbre cada vez que esto sucede, algo muy común en torneos cortos.