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¿Villanos o héroes?

NASHVILLE, Tenn. -- El nuevo jefe está subido a una locomotora de 189 millones de dólares con rumbo a un vecindario donde los Dolan y los Wilpon ya han vivido. Ese es un lugar donde los dueños son desterrados, criticados y vistos con desdén por los reinados que gobiernan.
Hal Steinbrenner está a punto de dar la cara frente a una generación de simpatizantes que fue criada por su padre. El veneno con el que Hal se va a encontrar de parte de las masas va a contener el residuo de años de haber venerado a las filosofías del Jefe.

Hal se ha desviado repentinamente del legado de su familia y, eventualmente, su manera de pensar podría resultar en una versión más inteligente y sensata que la del modelo del Jefe basado en ganar o destruir.

Hal quiere operar sensiblemente, como todo un ejecutivo, ganando los casi 50 millones de dólares que vienen con el impuesto de lujo y los ahorros por los ingresos al bajar el presupuesto del equipo a 189 millones de dólares para el 2014.Uno ya puede oír los murmullos que hacen recordar a George: "¿189 millones? Mejor que esto funcione -- ¡o ya verán lo que puede pasar!"

Mientras tanto, los Yankees deben aguantar al dolor de ver como jugadores como Russell Martin, Eric Chavez y Jeff Keppinger se les escapan de sus manos ya que cada centavo debe ser preservado hasta que terminen las reuniones invernales.

Los Yankees podrían estar pasando por -- para utilizar uno de los latiguillos predilectos de Brian Cashman -- una corrección de mercado, donde dan un paso atrás para eventualmente dar dos para adelante en el futuro.

El asunto es el siguiente: De la manera en que el nuevo convenio colectivo funciona, si los Yankees permanecen por debajo del límite de impuestos en el 2014, ellos volverían a cero. Eso significa que los Yankees podrían volver a ser los Yankees del pasado, los Yankees de George, a partir del 2015 cuando haya agentes libres de calidad como Justin Verlander y Elvis Andrus. Los Yankees podrían utilizar todo su arsenal nuevamente dentro de dos años sin un impuesto del 50 por ciento.

Si ellos sobrepasan el límite de 189 millones de dólares después del 2014 ellos solo debería pagar un 17.5 porciento en impuestos, así que uno puede entender porque esto seduce a la mentalidad de Hal.

"Soy un nerd de las finanzas", dijo Hal durante la pretemporada del 2011. "Supongo que siempre lo he sido. Esa es mi filosofía; los presupuestos y balances importan. Pienso que si haces lo debido desarrollando jugadores y posees un buen sistema en las ligas menores no necesitas un presupuesto de 220 millones de dólares. Puedes tener un equipo igual de bueno con talento joven".

Sin embargo, los fanáticos jamás quieren esperar para ganar, y uno se puede imaginar lo que el triunvirato veterano de Derek Jeter, Andy Pettitte y Mariano Rivera están pensando en verdad mientras buscan el apoyo necesario para obtener otro anillo.

"No estoy volviendo solamente para jugar', Rivera dijo hace apenas unos días, cuando renovó su contrato oficialmente. "Estoy regresando para ganar".

Rivera va a regresar tras ser operado de la rodilla a los 43 años, Jeter va a correr contra el tiempo a los 39 años para curar a su tobillo fracturado a tiempo para el primer juego de la temporada que viene. Su as CC Sabathia tuvo que ser sometido a una cirugía para sacarle espuelas de su codo.

Alex Rodríguez está marginado por lesión hasta el Juego de Estrellas, y ese es el mejor escenario posible. Los Yankees no poseen un jugador titular en el jardín derecho, tercera base o receptor, y Cashman ya ha declarado públicamente que no está encantado con las promesas a su disposición.

Si Joe Girardi gana esta temporada en el último año de su contrato, él podría ganar el premio de Manager del Año ya que no parece que vayan a llegar refuerzos. Al menos no por ahora.

Los Yankees no poseen mucho talento en los niveles más prominentes de las ligas menores. Jardineros como Mason Williams, Slade Heathcott y Tyler Austin están a años de distancia de poder debutar, ya que han pasado gran parte del 2012 en Clase A. Los jóvenes y prometedores lanzadores ya no son canjeables. Manny Bañuelos está lesionado y marginado por todo el año y Dellin Betances está yendo de mal en peor en las ligas menores. Michael Pineda podría estar de regreso en junio, pero su cirugía en el hombro se ve rodeada por la incertidumbre.

De todas maneras, estos son los Yankees, así que un final sorprendente de la pretemporada con un gran golpe de efecto no sería una sorpresa para nadie. Un canje de Curtis Granderson ciertamente sacudiría a la estantería, pero ellos ya necesitan reemplazar a los 79 cuadrangulares de Swisher, Martin, Rodríguez y Chávez, así que no es cosa segura que puedan darse el lujo de librarse de los 43 de Granderson.

Josh Hamilton sigue disponible, pero todo dólar que vaya dedicado a él sería un dólar que no le podrías ofrecer a Robinson Cano y/o a Granderson. Canjear a Granderson, un agente libre tras el 2013, sería la opción más efectiva para rellenar múltiples puestos, ahorrar dinero y rejuvenecer. Sin embargo, la incógnita de como remplazarían a los cuadrangulares perdidos seguiría vigente.

Los dirigentes de los Yankees insisten con que pueden hacer algo grande si quieren y aun así seguir por debajo de los 189 millones. Si uno hace la cuenta -- y restas el dinero que hubiese sido dedicado a Swisher, Martin y Rafael Soriano -- uno ve que podrían hacerlo. Hay 30 millones de dólares en ahorros disponibles.

Si ellos fuesen a canjear o simplemente no renovar a Granderson, ellos ahorrarían otros 15 millones. Rivera parece estar camino al retiro, lo que restaría 10 millones de dólares más en el 2014. Pettitte y Hiroki Kuroda -- quienes representan otros 27 millones de dólares -- también podrían no regresar en el 2014.

Es obvio que deberían reemplazar a todos estos jugadores eventualmente, así que Cashman debe ser cuidadoso con cada centavo que gaste ya que ellos no quieren darle a Martin dinero que podría ir destinado a retener a Canó, por más bien que Martin les caiga.

El nuevo jefe no es como el viejo Jefe. Bueno, en realidad sí podría serlo en un aspecto. Esto se ha olvidado en el Mito del Jefe, pero su padre fue suspendido en 1990 por el comisionado Fay Vincent y el estadio de los Yankees estuvo tan feliz que los simpatizantes dieron una ovación de pie. El público gritó "¡No más George!"

Hal es más tranquilo que su padre. Él permanece detrás de escena pero también es propietario de este plan. Sus simpatizantes, acostumbrados al concepto irracional de la mentalidad de "ser campeones o nada" ya está apuntando el dedo y reclamando que "!Esto mejor que funcione!".