Todos, Napoli, Jonny Gomes y Victorino comparten una reputación de batear duro contra los lanzadores zurdos.
Los tres calificaron dentro de los 30 mejores jugadores activos en porcentaje de bateo ante los zurdos (mínimo de 750 apariciones en el plato).
Victorino es un bateador ambidiestro que luce mucho mejor desde el lado derecho. Esa distinción fue particularmente pronunciada en 2012, cuando su OPS ante los zurdos (.906) fue mucho mayor de lo que fue contra los derechos (.627).
Con un largo historial de problemas contra los diestros, Gomes es un candidato para jugar alternadamente si los Medias Rojas pueden encontrar el compañero adecuado.
Napoli tuvo la diferencia de carrera menos pronunciada, aunque tradicionalmente le va mejor contra los zurdos. Ese no fue el caso en la temporada pasada, cuando logró un récord personal bajo en promedio de bateo de .179 contra los zurdos.
No hay duda de que Boston decidió añadir bateadores que puedan batearle a los zurdos. Tal vez sea el resultado de jugar en una división en la que los dos mejores lanzadores (CC Sabathia y David Price) son zurdos.
En base a estas movidas recientes, uno pensaría que Boston tuvo problemas enfrentándose a los zurdos esta temporada pasada. No fue así.
Los Medias Rojas jugaron para récord de 26-25 contra los abridores zurdos la pasada temporada. Pero en contra de los diestros, Boston fue el peor de la Liga Americana con 43-68.
Tal como está ahora, la alineación de 2013 está cargada de diestros.
Más allá de reforzar la rotación, la suma de un jardinero que batee a lo zurdo debería mantenerse como una prioridad en este receso de temporada.
Josh Hamilton todavía es, por mucho, el nombre más prominente. Entre muchos otros atributos, ha acumulado números monstruosos contra lanzadores diestros.
En términos más realistas, los Medias Rojas podrían seguirle la pista a Lance Berkman y a Grady Sizemore. Ambos tienen récords personales sólidos contra los diestros y podrían estar dispuestos a aceptar un rol reducido.
La evaluación de carácter
La revolución estadística nunca logrará representar la personalidad.
Tanto si se trata de la determinación de David Eckstein o de los ojos tranquilos Derek Jeter, a la comunidad analítica le encanta burlarse de los intangibles.
A menudo se justifica. Sin embargo, la personalidad de un jugador no puede ser ignorada en la evaluación de su valor.
El WAR es una herramienta excelente para la evaluación del valor total de un jugador, pero el WAR no puede evaluar el carácter.
Eso suena como algo que un cascarrabias de la vieja escuela diría en "Moneyball". Pero, es cierto.
A riesgo de entregar mi tarjeta de identificación como un stat nerd, es imposible depender de sólo un número con el valor total de un jugador.
Kevin Millar anotó un WAR de 2.5 en 2004, al igual que Carlos Peña. ¿Eso significa que Peña habría sido igualmente valioso para los Medias Rojas ese año?
¿Fue Jason Varitek realmente menos valioso ese año que Gary Sheffield?
Los Medias Rojas del 2004 tenían una capacidad de recuperación y camaradería que engendró el éxito. Si la adversidad revela el carácter, no había mejor ejemplo que el de estar abajo 3-0 ante los Yankees de Nueva York en la Serie de Campeonato.
La adversidad que enfrentaron los Medias Rojas en 2012 reveló otro tipo de carácter, dado que el club degeneró en caos.
¿Acaso Gomes, Napoli y Victorino son la cura?
Eso es lo que pasa con los intangibles. Es muy difícil predecir el efecto de algo que no se puede medir.
Dicho esto, está claro que el carácter es prioridad para Boston -- tal vez incluso incorporándolo en el valor pagado.
Victorino ha ganado numerosos premios por su carácter y servicio comunitario. Gomes ha sido comparado con Millar. Napoli se considera como un "tipo del club".
Tal vez los tres ayudarán a cambiar la cultura de Boston.
Por otra parte, nada trae armonía a un camerino como ganar.