Jeremy Lundblad 11y

Estadísticas de las nuevas piezas

Con el receso de temporada adelantado, han surgido varios temas sobre las transacciones realizadas por los Medias Rojas de Boston.

¿Qué revelan estos acuerdos acerca de la filosofía de Boston? ¿Y qué significa todo esto para el resto del receso de temporada?

Vamos a echarle un vistazo a las primeras lecciones del receso.

El arte de comprar barato

En 2011, tanto Mike Napoli (5.3) como Shane Victorino (5.2) tuvieron un par de victorias por encima del reemplazo más que Albert Pujols (5.1).

Después de que Napoli y Victorino sobrevivieran a sus temporadas pobres de 2012, parecía evidente que la agencia libre llegó un año tarde.

El promedio de Napoli bajó de .320 a .227, y sufrió la mayor caída de OPS en las mayores.

En general, su WAR cayó 1.4, a la par con el de Daniel Nava. Si cada punto del WAR equivale a cerca de $4 millones en valor, Napoli valía alrededor de $16 millones menos en 2012 que el año anterior.

El OPS de Victorino cayó por .143 puntos, la mayor caída entre los jugadores de la Liga Nacional. Pero se las arregló para acumular un WAR de 2.4, un número apoyado principalmente por su defensa.

Los Medias Rojas tienen un buen historial de comprar barato.

Adrián Beltré y Cody Ross tropezaron en años de contrato, y luego aceptaron ofertas con descuentos de un año con Boston para reconstruir su valor.

Una comparación adecuada sería Johnny Damon. En 2001, tuvo un año de contrato notablemente pobre. Su promedio de bateo cayó por .071 y su OPS bajó por .190.

Boston de igual forma firmó a Damon por un contrato de cuatro años y $31 millones que lo convirtió en el cuarto jugador mejor pagado en el equipo. Aparte de Manny Ramírez, Damon era el agente libre más caro que Boston había firmado en los últimos 20 años.

Por supuesto, existen diferencias significativas. Damon tenía 28 años, mientras que Napoli y Victorino están en el lado equivocado de los 30. Sin embargo, ninguno está en una edad en que los problemas de 2012 deberían ser interpretados como algo más que un simple año malo.

Los Medias Rojas cuentan con un regreso a la forma de 2011 de Victorino y Napoli -- tanto es así que Boston les pagó como si el 2012 nunca hubiese pasado.

Agregan bates zurdos de poder

Todos, Napoli, Jonny Gomes y Victorino comparten una reputación de batear duro contra los lanzadores zurdos.

Los tres calificaron dentro de los 30 mejores jugadores activos en porcentaje de bateo ante los zurdos (mínimo de 750 apariciones en el plato).

Victorino es un bateador ambidiestro que luce mucho mejor desde el lado derecho. Esa distinción fue particularmente pronunciada en 2012, cuando su OPS ante los zurdos (.906) fue mucho mayor de lo que fue contra los derechos (.627).

Con un largo historial de problemas contra los diestros, Gomes es un candidato para jugar alternadamente si los Medias Rojas pueden encontrar el compañero adecuado.

Napoli tuvo la diferencia de carrera menos pronunciada, aunque tradicionalmente le va mejor contra los zurdos. Ese no fue el caso en la temporada pasada, cuando logró un récord personal bajo en promedio de bateo de .179 contra los zurdos.

No hay duda de que Boston decidió añadir bateadores que puedan batearle a los zurdos. Tal vez sea el resultado de jugar en una división en la que los dos mejores lanzadores (CC Sabathia y David Price) son zurdos.

En base a estas movidas recientes, uno pensaría que Boston tuvo problemas enfrentándose a los zurdos esta temporada pasada. No fue así.

Los Medias Rojas jugaron para récord de 26-25 contra los abridores zurdos la pasada temporada. Pero en contra de los diestros, Boston fue el peor de la Liga Americana con 43-68.

Tal como está ahora, la alineación de 2013 está cargada de diestros.

Más allá de reforzar la rotación, la suma de un jardinero que batee a lo zurdo debería mantenerse como una prioridad en este receso de temporada.

Josh Hamilton todavía es, por mucho, el nombre más prominente. Entre muchos otros atributos, ha acumulado números monstruosos contra lanzadores diestros.

En términos más realistas, los Medias Rojas podrían seguirle la pista a Lance Berkman y a Grady Sizemore. Ambos tienen récords personales sólidos contra los diestros y podrían estar dispuestos a aceptar un rol reducido.

La evaluación de carácter
La revolución estadística nunca logrará representar la personalidad.

Tanto si se trata de la determinación de David Eckstein o de los ojos tranquilos Derek Jeter, a la comunidad analítica le encanta burlarse de los intangibles.

A menudo se justifica. Sin embargo, la personalidad de un jugador no puede ser ignorada en la evaluación de su valor.

El WAR es una herramienta excelente para la evaluación del valor total de un jugador, pero el WAR no puede evaluar el carácter.

Eso suena como algo que un cascarrabias de la vieja escuela diría en "Moneyball". Pero, es cierto.

A riesgo de entregar mi tarjeta de identificación como un stat nerd, es imposible depender de sólo un número con el valor total de un jugador.

Kevin Millar anotó un WAR de 2.5 en 2004, al igual que Carlos Peña. ¿Eso significa que Peña habría sido igualmente valioso para los Medias Rojas ese año?

¿Fue Jason Varitek realmente menos valioso ese año que Gary Sheffield?

Los Medias Rojas del 2004 tenían una capacidad de recuperación y camaradería que engendró el éxito. Si la adversidad revela el carácter, no había mejor ejemplo que el de estar abajo 3-0 ante los Yankees de Nueva York en la Serie de Campeonato.

La adversidad que enfrentaron los Medias Rojas en 2012 reveló otro tipo de carácter, dado que el club degeneró en caos.

¿Acaso Gomes, Napoli y Victorino son la cura?

Eso es lo que pasa con los intangibles. Es muy difícil predecir el efecto de algo que no se puede medir.

Dicho esto, está claro que el carácter es prioridad para Boston -- tal vez incluso incorporándolo en el valor pagado.

Victorino ha ganado numerosos premios por su carácter y servicio comunitario. Gomes ha sido comparado con Millar. Napoli se considera como un "tipo del club".

Tal vez los tres ayudarán a cambiar la cultura de Boston.

Por otra parte, nada trae armonía a un camerino como ganar.

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