IRVING -- Mientras Brandon Carr salía el sábado del servicio funerario de su amiga, Kasandra Perkins, vio que tenía varias llamadas perdidas de uno de sus compañeros de los Dallas Cowboys.
Sintiendo que algo estaba mal, Carr inmediatamente se puso en contacto con el profundo lesionado, Barry Church, quien les dio la horrible noticia al resto de sus compañeros de que había escuchado justo antes de que el avión de los Cowboys despegara rumbo a Cincinnati.
Jerry Brown, apoyador externo de 25 años de edad del equipo de prácticas de los Cowboys, falleció la madrugada del sábado en un accidente automovilístico. El tackle nariz de los Cowboys, Josh Brent, quien estaba conduciendo con su mejor amigo, Brown, en el asiento del copiloto, estaba en prisión por un cargo de delito grave de segundo grado de homicidio imprudencial por intoxicación.
"No estaba listo para eso", declaró un sombrío Carr después de la victoria, 20-19, sobre los Cincinnati Bengals. "No lo esperaba. No lo creía, así que le llamé de nuevo y le dije, '¿Qué es lo que acabas de decirme?'".
Menos de 24 horas después de su conversación con Church, Carr podría haber jugado su mejor partido como esquinero de los Cowboys, haciendo una intercepción y una larga devolución que dejó al equipo en posición de anotar un touchdown, y ayudando a limitar al receptor abierto de Pro Bowl, A.J. Green, a tres recepciones para 44 yardas.
Sin duda fue la actuación más impresionante de Carr, considerando las trágicas circunstancias.
El Carr espiritual habló después de la victoria acerca de darse cuenta lo hermosa que es la vida y vivirla al máximo. Esperaba que su desempeño pudiese jugar un pequeño papel en el proceso de sanación de tanta gente que conoce, y otros que han sido afectados por los terribles acontecimientos de los últimos dos fines de semana.
"Esa intercepción fue para muchos que tienen gran tristeza en el corazón, incluyéndome", indicó Carr. "Es para todos los que están sufriendo en estos momentos".
Carr tenía lazos cercanos con la tragedia que estremeció a la NFL el pasado fin de semana. Fue compañero por tres temporadas con Jovan Belcher, el apoyador de los Kansas City Chiefs que asesinó a Perkins, la madre de su hija, antes de suicidarse en las instalaciones del equipo. Carr también tenía buena amistad con Perkins, quien visitó a Carr y su prometida en su casa de Dallas hace menos de dos semanas.
Y Carr, al igual que el resto de los Cowboys, estaba conmocionado y entristecido por la noticia del accidente que dejó a un compañero muerto y otro lleno de remordimientos y enfrentando una importante sentencia en prisión.
"Fue un día difícil para Brandon, un día realmente difícil", señaló Jerry Jones, quien vio fluir las emociones de Carr mientras volaban en el jet privado del propietario de los Cowboys con rumbo a Cincinnati.
"Pensé, hombre, ¿cuánto puedes aguantar?", indicó Carr. "Al mismo tiempo, Dios siempre dice que no pondrá más en ti de lo que puedes soportar".
Una vez que Carr llegó al hotel del equipo, cerca de las 9 p.m., su atención cambió a estar ahí para los compañeros que lo habían apoyado durante su difícil semana. Después durmió cerca de seis horas, lo máximo que había dormido en varias noches.
Fue su lealtad a sus compañeros la que inspiró a Carr el domingo por la mañana, cuando de alguna manera se las arregló para concentrarse lo suficientemente bien en jugar un papel importante en una victoria que era crucial para las esperanzas de playoffs de los Cowboys.
"Cuando entro aquí, veo a mis hermanos", expresó Carr, "No quiero decepcionarlos. Si puedo canalizar todos mis pensamientos, toda mi energía durante tres horas en este juego y tener la mejor actuación que pueda, pase lo que pase al final del partido, hay una vida que vivir después de eso.
"Eso es lo que trato de hacer. Así es como trato de mantenerlo unido".
Carr ha tenido sus dificultades en su primera temporada con los Cowboys, pero su actuación de esta semana convenció a los encargados de tomar las decisiones en Dallas que vale la inversión de cinco años y 50.1 millones de dólares que hicieron en él.
Esto fue mucho más que una intercepción, un regreso de 37 yardas, buena cobertura y un sólido apoyo defensivo. El carácter de Carr quedó de manifiesto.
"Es un chico especial. Realmente lo es", declaró el entrenador en jefe, Jason Garrett. "Esa es una de las razones --además de su habilidad como jugador-- por las que pensamos que era importante firmarlo en la agencia libre. Realmente nos gusta mucho como persona.
"Es la persona indicada para construir tu equipo a su alrededor".