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TIGRE -- Quedó en segundo plano. Sus casi dos metros fueron opacados por el suizo Roger Federer, visita de lujo en la Argentina. Salió un segundo antes que el helvético a la imponente y colmada sala de conferencia, pero siempre se lo vio un paso atrás. Él tomó el lugar que le correspondía, este martes en Tigre, en la presentación de la exhibición que se jugará miércoles y jueves. Y tampoco le disgustó, claro. Fue su primer contacto masivo con la prensa tras la serie de septiembre Copa Davis y salió airoso. Para Juan Martín del Potro, el hombre en cuestión, le calzó perfecto ser el acompañante de Federer. Así y todo, luego de la presentación del partido entre Guillermo Vilas y José Luis Clerc, fue el primero de los dos jugadores en decir unas palabras. "Gracias por haberme elegido para jugar contra el mejor de la historia", se limitó a decir mirando al organizador del evento, Guillermo Marín, y al Intendente de Tigre, Sergio Massa. Luego abrió el juego en inglés, con palabras hacia Roger. "Es un placer tenerte acá, en la Argentina. Vas a ver que es un país asombroso". Con pocas frases y respuestas cortas, muy distinto a las explayadas declaraciones del suizo, Del Potro se sintió más cómodo cuando habló sobre la exhibición y de su relación con Federer, pero dejó entrever su fastidio en dos ocasiones, cuando el punto en cuestión, sin nombrarlo exactamente, fue la Copa Davis. El argentino, sin muchos problemas, la sacó de la cancha. Esquivó la cuestión y evitó meterse en la polémica. No era el día tampoco, es cierto. Al ser consultado sobre cómo piensa que será recibido por el público local, dado que en septiembre recibió algunos silbidos en el Mary Terán de Weiss, Del Potro resaltó que "tiene muchas ganas de jugar acá". La dejó pasar, claramente. No obstante, quizá sin que hiciera falta, Guillermo Marín, organizador del evento, buscó ser una especie de defensor del honor del argentino y destacó que es un orgullo que él sea uno de los deportistas que representan al país en el mundo. Pese a las palabras de Marín, poco después, otro problema con una pregunta para el N° 7 del mundo, que tendrá exhibiciones en diciembre y enero en la Argentina. ¿Juega también en febrero? "No estoy pensando en esos partidos. Es momento de disfrutar de este evento y de ir paso a paso. Después, más adelante, se verá", resaltó, en alusión a la serie de Copa Davis ante Alemania, que se jugará del 1° al 3 de febrero en Buenos Aires. Otra vez la sacó de la cancha. Pero también hubo risas y guiños cómplices entre Del Potro y Federer. "Yo lo considero un amigo. No sé si él piensa lo mismo", deslizó el argentino, y automáticamente Roger lo palmeó en la espalda y le dio la mano. Risas por doquier. "Vos estuviste en Basilea, ahora me toca a mí estar en tu país natal", remarcó el suizo, quien además recordó la final del US Open 2009 y los Juegos Olímpicos de Londres: "Me puso triste por él cuando lo vencí en semifinales (tras el 19-17 en el tercer set y cinco horas de acción), pero después me hizo feliz ver que había ganado el Bronce". Así, con muchísima humildad, el europeo remarcó que Del Potro "llegó al cuatro del mundo, por lo que sólo le faltan detalles. Una vez que estás ahí es muy simple llegar al número uno" y además agregó unos consejos para llegar a la cima. Las palabras, obviamente, encontraron respuesta en el argentino: "Es muy simple para él. Que me dé un poco de su talento. Sino en unos años lo contrato como coach". Y continuó el ida y vuelta entre risas, claro. "No, puedo jugar bien, pero como coach soy muy malo", sintetizó el N° 2 del mundo. Más fotos, pocas palabras y sin polémica. Así dejó Del Potro la sala de prensa, tal como llegó. En un segundo plano, detrás de Federer. Como bien dijo el argentino este martes, "más adelante se verá".
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