NUEVA YORK -- Durante la carrera de Carmelo Anthony, sus críticos siempre se han quejado por el estilo de su forma de jugar.
Por lo visto esas críticas han cedido este año al tiempo que su equipo y fanaticada gozan de un jugador que se ha ido transformando en todo aspecto de su juego.
Pasa el balón cuando lo debe pasar, adaptándose a un sistema de equipo. Tira cuando debe hacer sus tiros a pesar de hacer unos intentos en el campo que deja a uno questionándolo. Ha estado muy enfocado en la defensa como nunca, especialmente durante el partido del martes, marcando 45 puntos en la victoria de los New York Knicks ante los Brooklyn Nets, en el Barclays Center, después de haber estado por de bajo de 17 puntos en el primer cuarto.
No obstante, tal parecía que no iba ser la noche de los Knicks, rumbo a otra derrota ante un rival que por mucho tiempo ha trabajado el papel de hermanito menor. Perdieron ese primer partido en prórroga e iban por el mismo camino anoche.
"Yo no quería perder. Ustedes saben que yo sentí como que el último partido que nosotros jugamos aquí, como que nos vencimos. Tuvimos una oportunidad de ganar ese juego en la prórroga. Creo que nos cansamos", manifestó Anthony, quien además de liderar a los Knicks en puntos, también hizo cinco triples en siete oportunidades.
"Esta noche fue uno de esos partidos donde nosotros tuvimos que salir de ese hoyo en el cual estábamos en el primer cuarto, establecernos, mantener nuestra compostura y seguir peleando. Cada vez que pedimos tiempo, todos decían, 'No se preocupen de eso. Un paso a la vez. Una jugada a la vez. Ellos nos van dejar regresar' y ellos hicieron eso".
Al fin, Anthony se ha convertido en el jugador que muchos anticipaban desde su llegada de Denver.
Unos de los mejores amigos de LeBron James quería su propia escena, una bajo las luces brillantes de la avenida Broadway.
El jugador de raíces puertorriqueñas siempre quizo regresar a su casa y por poco fue canjeado a los Nets. Anthony calificó la victoria ante Brooklyn como el comienzo de una rivalidad, algo que nunca fue mientras los Nets estaban en Nueva Jersey.
"Después del primer partido hay que aceptarlo eso. Es lo que es. Ellos están en nuestra división. Nosotros los vamos a ver cuatro veces al año. Es una rivalidad. Es grande para Nueva York tener eso en Brooklyn y Manhattan", dijo Anthony.
"No les puedo mentir, se siente grande ganar en Brooklyn," agregó Anthony.
A penas solo minutos del área donde nació en Brooklyn, el súper estrella hizo unos de sus mejores juegos como miembro de los Knicks, y como vemos el camino hacia algo especial para una franquicia que no ha ganado un título desde 1973.
Ganando partidos como el del martes, en cual Jason Kidd hizo un triple para darle la ventaja con 24 segundos restante, o como el que le ganaron a Miami el viernes pasado, cuando Anthony estuvo de baja por una lesión en un dedo, son juegos que definan equipos ganadores.
"Nosotros reclamamos ser un gran equipo, un buen equipo y los equipos buenos ganan partidos de baloncesto como éste en la ruta", dijo Anthony. "En un ambiente difícil, Jason Kidd hizo algo grande para nosotros".
Para estar donde terminó Miami y su amigo LeBron el junio pasado, los Knicks tienen que tomar todo de paso en paso.
Como estamos viendo este año, Carmelo y los Knicks van a un buen ritmo.