Martín Ignacio Campana 11y

Futuro Argentino = Tomás Gador

BUENOS AIRES -- Los distintos seleccionados juveniles, de la Unión Argentina de Rugby, toman cada vez más fuerza de cara al futuro y las miradas comienzan a centrarse en los nuevos talentos. Los jugadores son conscientes de esta nueva etapa, saben que las exigencias de este tiempo son diferentes a las de años anteriores y toman con gran responsabilidad cada una de las convocatorias.

Uno de estos protagonistas, que cuentan con proyección y potencial para ser una de las nuevas figuras del rugby argentino, es Tomás Gador. El hooker del San Isidro Club, repasó en Scrum el presente de su generación, la importancia de generar un buen grupo y el significado que tiene haber sido formado en el conjunto Zanjero. Al ser consultado por sus cualidades dentro de una cancha, el hombre del SIC, no dudó en describirse como "un jugador muy disciplinado, sacrificado y que trata de apoyar a sus compañeros. En cuanto al juego, busco poder cumplir mi rol como hooker".

- ¿De qué forma aprovechás los referentes que tenes en tu club?
- Los referentes en el club son muchísimos, trato de aprovecharlos acercándome a ellos y tratando de escuchar y aprender, tratando de incorporar todo su conocimiento tanto de rugby como de la vida.

- ¿Creés que tiene un plus ser jugador del SIC?
- Es muy importante. En cuanto a la preparación, el SIC te ofrece muchas herramientas, con preparadores físicos, médicos, kinesiólogos y entrenadores que son fundamentales para poder crecer como jugador. En lo mental, aprendí a sacrificarme para poder lograr un objetivo y también ser una persona disciplinada, algo que en el rugby es muy importante. El SIC busca formar jugadores completos, y esto es fundamental.

- En tu puesto, ¿se dificulta llegar a Primera?
- Es muy difícil jugar en Primera a corto plazo. Es un puesto con mucha tradición y en el cual hay jugadores muy buenos, lo que genera una competencia muy alta. Para llegar a jugar de hooker en Primera, es necesario tener experiencia. Pero esto no me quita la ilusión de llegar.

- ¿Seguiste de cerca el último Mundial Juvenil?
- No me perdí ningún partido, vi todos. Lo que más me sorprendió fue darme cuenta de que el rugby argentino está en nivel para competir con los mejores equipos del mundo. El trabajo que está haciendo la UAR está dando sus frutos y el potencial es muy alto.

- ¿Cómo se logra la conformación de un grupo con jugadores de todo el país?
- Es muy complicado, porque los jugadores tenemos muy poco tiempo para conocernos, y lo que se necesita para formar un grupo es poder verte con tus compañeros y compartir tiempo con ellos. A pesar de esto, la UAR lo está haciendo muy bien, en las concentraciones hace diferentes actividades para que los jugadores nos vayamos conociendo cada vez más. En las experiencias que tuve, se pudo lograr un grupo bastante unido, de los cuales me llevé varios amigos.

- Es clave el grupo...
- Claramente, el rugby es un deporte de equipo y si un plantel no está unido no va a llegar a nada. Creo que eso es lo que hace que un equipo de rugby sea exitoso, es lo más importante.

- ¿Se puede estar en un seleccionado, sin dejar de lado el estudio?
- Creo que sí. En lo personal, este año integré los seleccionados y nunca desvié mi concentración de los estudios. Claramente, para integrar un seleccionado y poder tener buen rendimiento en los estudios se necesita el doble de esfuerzo, pero se puede. El Pladar también nos pide que estudiemos y dejan que el estudio sea una prioridad.

- ¿Se habla de eso con la familia?
- Se habla y mucho. Mis padres piden que me vaya bien en la facultad y así ellos no van a tener problemas en que le dedique mucho tiempo al rugby.

- ¿Qué tiempo le dedicás al rugby?
- En principio entrenaba cinco veces por semana, martes y jueves con el SIC y martes, miércoles y viernes con el Pladar, y jugaba los domingos en mi club. Después, cuando empezó el Argentino, también entrenábamos los lunes y miércoles con la URBA y jugábamos los fines de semana con el seleccionado.

- Tu generación se va a desarrollar en un rugby argentino distinto...
- Sí, está creciendo mucho y soy consciente. Lo que le va a tocar a mi generación es impresionante, para eso tenemos que entrenarnos con todo, para poder demostrar que estamos al nivel de los mejores países del mundo.

- ¿Qué objetivos te planteás a futuro?
- No sé si tengo planes, más bien son sueños que me gustaría poder cumplir. Debutar en la Primera de mi club, poder jugar un Mundial Juvenil y también, como todo jugador de rugby, poder llegar a jugar en Los Pumas y al rugby internacional.

- ¿Cómos sería un 2013 ideal?
- Jugando el Mundial Juvenil en Francia y saliendo campeón con mi división en el torneo de la URBA.


FICHA

Fecha de Nacimiento: 2 de febrero de 1994.

Inicio en el rugby:6 años.

Puesto: Hooker.

Categoría en 2013: M19, lo que sería M20.

Debut en Plantel Superior: Todavía no debuté en ningún equipo de Plantel Superior.

Plantel UAR: Estoy en el M20 de la UAR.

Seleccionado Nacional: Mi primer partido con Los Pumitas M18 fue contra Estados Unidos. Fui convocado por los entrenadores de los planteles juveniles de la UAR, Rodolfo Ambrosio y Bernardo Urdaneta. Jugué cinco partidos, dos amistosos, el de M18 contra EEUU y uno con M19 contra Chile y tres en el Sudamericano.

Seleccionado Provincial: Con la URBA jugué dos partidos en el Torneo Argentino, contra Córdoba y Rosario, en el que me fracturé el tabique y me perdí el resto del campeonato.

Espejo Puma: Rodrigo Roncero.

Espejos de Club: Mis espejos en el club son Javier Pérez Cobo (que también es el padre de uno de mis mejores amigos), Juan José Angelillo y Fernando Lauria.

La Familia y el Rugby: Mi padre era jugador de Manuel Belgrano, tuvo una larga vida rugbística, debutó a los 18 años en Primera y dejó a los 25, pero, a los 40 volvió para disfrutar un poco más del deporte.

Entrenadores que dejaron huella: Marcelo "Tucu" Castelli, Julio Seniorans y Marcos Sascaro.

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