<
>

Benítez, único paraguayo en ATP

Benítez sumó sus puntos ATP en el cierre de 2012 Asociación Paraguaya de Tenis

BUENOS AIRES -- Atrás quedaron las épocas en las que Víctor Pecci brillaba por el circuito. Su número 9° en el ranking de la ATP, la final de Roland Garros -en 1979- y sus diez títulos parecen algo imposible de repetir en Paraguay. Lo mismo que, a muchísima menor escala, lo realizado por Ramón Delgado en la década del 90, en la que jugó una final en Bogotá y llegó a estar 52°. Hoy el presente tenístico de su país dista mucho, pero las ilusiones no se pierden. Por lo menos así lo tiene en claro José Benítez, 1262° del ranking y único de su nación en el listado mundial. Sí, el único, aunque parezca mentira. "No se puede apagar la llama de la esperanza", repite, con sus 22 años.

Y Benítez, claro, no baja los brazos. Mientras trabaja día a día sin cesar, recibe consejos y toma decisiones en conjunto su padre, tuvo un guiño en su carrera con la llegada de un grupo empresarial, con Sergio Simioni a la cabeza, y la chance de poder entrenarse en la Academia del Instituto de Larri Passos, ex coach de Gustavo Kuerten, entre otros. Unos pequeños resultados, después de algunos meses, aparecieron. Luego de una nueva intervención en la Copa Davis a principios de temporada, en el cierre de 2012 pudo obtener al menos cuatro puntos que le dieron un lugar en el listado. Tres Futures en Bolivia y uno en Brasil, de septiembre a noviembre, le permitieron volver a poner su nombre en el ranking de la ATP.

"Este año fue muy especial para mí por varios hechos, desde el crecimiento tenístico como también el personal intelectual, como diría mi padre. Parte del proceso de formación integral del deportista y, en especial del tenista, es entrenar el físico y también la mente. Pero, sin dudas, me faltó continuidad de torneos que evidentemente conspiraron para un mayor rendimiento y posibilidades de mejor posicionamiento en el ranking. Cumplir los objetivos completamente resulta muy difícil ya que circunstancias imprevistas hacen que todo el plan tenga que reacondicionarse para lograr administrar esos momentos duros tanto en lo deportivo como en lo económico familiar", le comenta Benítez a ESPNtenis.com. "Pero a pesar de todo puedo considerar positivo este año", agregó el ex 930° -su mejor posición- en 2011.

- ¿Con qué objetivos empezarás el 2013?
- Tengo varias ideas a desarrollar con mi padre y a partir de allí tomaremos decisiones. Preparar el calendario en realidad es fácil, lo complicado es armar uno que realmente justifique todas las expectativas que tengo como jugador, ya que ese calendario tiene un costo deportivo, económico y, algo fundamental, emocional. Depende mucho de los resultados que se vayan dando durante la gira.

- Mirando el ranking de la ATP, no puede dejar de llamar la atención que seas el único paraguayo en el listado...
- Realmente es un tema muy complejo, interesante y hasta factible de una investigación del fenómeno de la falta de interés, posibilidades económicas, deportivas y otras razones del porqué se hace difícil la continuidad dentro del tenis profesional. Y hasta podría incluirse también el aspecto dirigencial en el sentido de la realidad de la Asociación Paraguaya de Tenis. Saber qué piensan y si hay interés de tener jugadores de elite.

- ¿Por qué decís eso?
- Porque el primer argumento es el que no pueden ayudar desde lo económico. Entonces se hace difícil al no tener condiciones desde la propia APT, que por lógica lleva a la conclusión que si la familia no puede se acaba el sueño del tenista profesional con reales posibilidades de trascender.

- Pero ahí, en lo económico, podría aparecer el apoyo de auspiciantes...
- Sí, y los hay. De hecho yo cuento con colaboración. Pero es todo una cadena. Los pocos resultados y la labor de la federación en el tenis también influyen de manera preponderante en la ayuda de los auspiciantes, ya que no ven posibilidades de retorno comercial a sus intereses. Y es, hasta un cierto punto, entendible que no pongan plata apostando si no creen que pueda ser redituable.

- ¿Entonces?
- Como te decía, queda en las familias y en los pocos auspicios que se pueden conseguir. Pero también creo que estos impedimentos no tendrían que apagar la llama de la esperanza de muchos atletas que tienen condiciones para que vuelva un tenis de nivel a mi querido Paraguay.

El momento del tenis paraguayo, inevitablemente, tiene un reflejo en la Copa Davis. Con dos derrotas en 2012, ante Barbados y El Salvador, cayó al Grupo III de la Zona Americana, último escalón de la Región. No juega Grupo I del continente desde 2005, pero Benítez, con tres series y cuatro partidos sobre sus hombros, no duda en resaltar que estar presente en la delegación se disfruta por "lo deportivo, porque lleva a conocer más del tenis, y lo emocional, ya que sin duda es apasionante y, por supuesto, genera un orgullo de ser parte de la representación de tu país. Eso cura muchas heridas".

Benítez, mientras destaca los aspectos positivos de la Academia Passos y resalta una vez más el apoyo económico que recibe, también se hace un lugar para hablar de sus compatriotas. "Mis compañeros tienen, obviamente, la misma ilusión. Todos nos entregamos al trabajo cotidiano por seguir engrandeciendo a este deporte que su nombre lo dice todo: ser tenista es ser diferente", resalta el joven de 22 años, al tiempo que se ilusiona con poder dar un pequeño salto y ser uno de los eslabones que pongan a su país nuevamente en la escena mundial de la ATP. Como no se cansa de repetir, "no se puede apagar la llama de la esperanza".