Ricardo López Juárez 11y

Año de verdades para México

MÉXICO -- Cuando se hace una revisión del boxeo mexicano en 2012 primero se necesita respirar profundo, llenando los pulmones y exhalando con fuerza. Éste ha sido un verdadero año para recordar.

Veinte boxeadores que en algún momento de los pasados 12 meses ostentaron un título mundial, un guerrero que cumplió con la asignatura final de su admirable carrera, un carismático y ascendente campeón que promete hacer historia y hasta una figura caída que en la adversidad puede encontrar su propio camino de gloria y así evitar la ruta de excesos y ocaso.

Ningún nombre fue más grande en 2012 que el de Juan Manuel Márquez. A sus 39 años de edad, el fino púgil de la Ciudad de México logró esa gran victoria que estuvo persiguiendo durante tanto tiempo, una que de manera contundente le convirtiera en superestrella del deporte y terminara de consagrar su disciplinada y consistente trayectoria.

El nocaut sobre Manny Pacquiao el pasado 8 de diciembre ha inmortalizado a Márquez, quien si decide retirarse pronto será recordado por décadas y generaciones como el púgil que le puso fin a la era de dominio de Pacquiao en el boxeo. A diferencia de la derrota del filipino en junio pasado contra Timothy Bradley, en un absurdo fallo de los jueces, Márquez fulminó al 'Pacman' con un contragolpe de derecha a la quijada justo cuando concluía el sexto round de la cuarta batalla entre estos grandes rivales.

Márquez pensaba que en sus tres combates previos contra Pacquiao (un empate y dos derrotas por decisión) los jueces habían sido injustos con él. Decidido a ya no dejar que el criterio de terceros le impidiera cumplir con su última gran tarea en el ring, el 'Dinamita', quien insistió en las semanas previas en que quería noquear a Pacquiao; se dedicó por meses a construir más músculo y poderío y éste probó ser suficiente cuando envió a Pacquiao a la lona por primera vez en 39 rounds con un golpe volado en el tercer asalto, como aviso de lo que llegaría un poco más adelante.

Pacquiao no había sido noqueado desde que era un desconocido peso mosca, allá por 1999. En su etapa de gran campeón mundial, él se acostumbró a ser quien dejaba noqueados sobre la lona a los oponentes, con las miradas desorbitadas y los rostros desfigurados. Esta vez fue distinto.

No menos importante que el triunfo en el ring fue la noticia de que Márquez salió negativo de los exámenes antidopaje, pues el grosor de sus hombros y sus pronunciados bíceps revelados desde la ceremonia del pesaje generaron sospechas de consumo de sustancias prohibidas, inflamadas porque el preparador físico que contrató desde 2011 para agregar fuerza estuvo involucrado con distribución de sustancias prohibidas para atletas de alto rendimiento: Ángel Hernández, antes conocido como Ángel Heredia.

El triunfo espectacular de Márquez sobre quien era considerado posiblemente hasta mayo pasado el mejor boxeador del mundo libra por libra, hace olvidar que apenas en abril había ganado el campeonato interino de peso superligero versión OMB, con una clara decisión sobre el ucraniano Serhiy Fedchenko en la nueva Arena Ciudad de México. Se considera, sin embargo, que Márquez bien podría haber sido campeón mundial en cinco distintas categorías si el pleito contra Pacquiao en peso welter hubiese tenido cinturón de por medio, ingrediente que se ha vuelto cada vez menos relevante en el deporte de los puños.

Márquez está por decidir si cuelga los guantes o si extiende su carrera un año más, tal vez una sola pelea para despedirse, posiblemente en el Estadio Azteca.

15 DE SEPTIEMBRE: SOL Y SOMBRA
El épico triunfo de Márquez fue sin duda el momento del año para el boxeo mexicano y para el boxeo mundial, punto. Pero hubo muchas cosas más. Antes del 8 de diciembre hubo un 15 de septiembre de locura. En la noche más mexicana de todas por la tradicional celebración del Grito de la Independencia, los dos púgiles más publicitados de los pasados años en México subieron al ring de manera simultánea, sólo que en distintas arenas y con misiones igualmente desiguales.

La mayor atención se concentró en el pleito de campeonato mundial de peso mediano entre Julio César Chávez Jr. y el argentino Sergio 'Maravilla' Martínez en el Thomas & Mack Center. Una milla al oeste, en la MGM Grand Arena, Saúl 'Canelo' Álvarez defendió su cetro de peso superwelter contra el mexicoamericano Josesito López, quien acabó aceptando una pelea muy dispareja luego de que el rival de Álvarez debió cambiar por diversas causas hasta en tres ocasiones.

Álvarez llenó, por sí solo, la arena en su primera pelea como estelar en Las Vegas. Después procedió a imponer su mayor fuerza sobre un valiente López, al que derribó tres veces y que no sobrevivió al quinto asalto. Cuando el tapatío de 22 años era entrevistado en el cuadrilátero, la otra pelea alcanzaba su momento climático: Chávez Jr. había enviado a la lona a Martínez en el round 12 con su mejor golpe, el gancho de izquierda.

Para entonces, el peleador sinaloense había entendido que su única posibilidad de defender su corona y conservar lo invicto como profesional era con un nocaut heroico que hiciera recordar aquella victoria lograda por su legendario padre en 1990, cuando consiguió un nocaut técnico sobre Meldrick Taylor a dos segundos del campanazo final.

Martínez, de 37 años de edad (11 más que su oponente), le dio a Chávez una lección de boxeo durante los primeros 11 asaltos, utilizando con maestría el jab para marcar golpes y acumular puntos, manteniendo al mexicano fuera de balance con su educado juego de pies y lanzamientos desde distintos ángulos. Siempre se supo que el récord invicto del hijo de la leyenda del boxeo mexicano (45-0-1 hasta esa noche) no reflejaba remotamente la verdadera estatura boxística del originario de Culiacán.

Chávez Jr. había alcanzado el campeonato mundial de peso mediano en 2011 por unos arreglos muy generosos de parte de Consejo Mundial de Boxeo. Lo defendió exitosamente tres veces contra rivales que fueron, como prácticamente todos los demás en su carrera, escogidos a modo. Pero contra un Martínez que en 2010 fue el indiscutible monarca mundial de los medianos, Chávez tendría que enseñar muchos más progresos que los exhibidos desde que Freddie Roach se convirtió en su entrenador.

Ya en la víspera de la gran prueba las dudas sobre Chávez empezaron a aumentar, primero por los reportes de que no llegaba formal a las sesiones de entrenamiento con Roach, luego por sus comunes problemas para dar el peso reglamentario y finalmente por la languidez de su cuerpo en la ceremonia del pesaje. La noche del combate, 'Junior' pareció incluso algo intimidado ante Martínez, quien en toda oportunidad previa habló en tono amenazante sobre su objetivo en el ring contra Chávez.

Tras levantarse del derribe a mediados del round 12 y sobrevivir al nocaut, Martínez se agenció una cómoda decisión unánime. Chávez, mientras tanto, adquirió una experiencia que, a la vista de todos, le serviría más que cualquiera de sus triunfos. Su derrota incuestionable, en combinación con el gran despliegue de Álvarez, dejó en claro que 'El Canelo' ha logrado por ahora posicionarse como la mayor estrella joven del boxeo nacional y una figura emergente en el concierto internacional.

LA ENCRUCIJADA DE 'JUNIOR'

Pocos días después de su primera derrota oficial, la carrera de Chávez Jr. entró en verdadero suspenso al informarse que había dado positivo en el examen antidopaje por consumo de marihuana. Esto, sumado a un caso de dopaje en noviembre de 2009 cuando utilizó una sustancia diurética para bajar de peso además de un arresto en Los Ángeles por conducir en estado de ebriedad a principios de año, generó enorme preocupación.

Chávez aceptó la responsabilidad por su error a reserva de esperar la sanción de parte de la Comisión Atlética del estado de Nevada, la cual se espera no menor a seis meses de suspensión, tal vez un año.

En una entrevista lograda tres semanas después de la pelea por David Faitelson, de ESPN, Chávez Carrasco se dijo "fortalecido" por la derrota, explicó el dopaje e hizo grandes revelaciones.

"Nunca tomé ninguna ventaja de nada", dijo Chávez Jr., al asegurar que por receta médica y para combatir los nervios y la ansiedad había estado tomando gotas de una solución preparada en base a marihuana en California, donde el uso medicinal de dicha hierba estaba permitido.

Según dijo Chávez en la entrevista, su problema se origina de una infancia en la que vio que su padre "se drogaba y tomaba todos los días" causándole mucho sufrimiento, además de que la mayor parte de su carrera fue víctima de técnicas de entrenamiento anticuadas por las que debía de sacrificar demasiado su cuerpo para poder dar el límite de peso antes de sus combates. "Eso me causó un trauma psicológico, que no podía dormir", dijo Chávez, quien afirmó haber tenido que perder hasta 22 libras en cinco días antes de una de sus peleas recientes.

El 2013 sería un año determinante para Chávez Jr., pero no en el ring, sino por fuera. En este futuro inmediato podría estarse definiendo si él, como asegura, quiere regresar con más ganas a un boxeo de altura y grandes triunfos o, si por el contrario, continúa reproduciendo esa parte negativa de su padre que le tocó vivir en carne propia.

SALIDO Y OTROS GRANDES MOMENTOS
El 10 de marzo, el sonorense Orlando Salido noqueó al puertorriqueño Juan Manuel López por segunda vez en un lapso de 11 meses. Esta vez fue en San Juan y en el décimo round para conservar su cetro mundial de peso pluma (OMB) que justamente le había arrebatado a 'Juanma' en 2011, cuando también le quitó lo invicto.

Saúl Álvarez se anotó el 5 de mayo el triunfo más valuado en su palmarés hasta ese momento cuando superó al veterano y múltiple ex campeón mundial 'Sugar' Shane Mosley. El 'Canelo' no pudo convertirse en el primero en noquear a Mosley, entonces de 40 años de edad, pero sí lució muy superior y pudo mostrarse ante el gran público estadounidense, no se diga el mexicano, en la pelea coestelar de Floyd Mayweather Jr. vs. Miguel Cotto.

Tras un 2011 ligeramente titubeante, el tapatío Abner Mares escaló peldaños entre los mejores boxeadores libra por libra en 2012 con victorias convincentes sobre el boricua Eric Morel el 21 de abril en El Paso y el 10 de noviembre sobre el panameño Anselmo Alonso en Los Ángeles, conservando su corona de peso supergallo versión CMB, manteniéndose invicto luego de 26 peleas y quizás dejando la mesa puesta para un combate unificatorio contra el filipino Nonito Donaire en 2013.

Otro invicto nacido en México (Michoacán) y avecindado en California, Leo Santa Cruz (23-0-1), tuvo en 2012 su año de coronación. Obtuvo el cetro de peso gallo (FIB) en junio y en tan sólo seis meses lo defendió con éxito tres veces para llamar la atención a sus 24 años de edad.

Los otros púgiles varones mexicanos que ostentaron campeonatos mundiales reconocidos o que aún los conservan al finalizar el año son los pesos paja Mario Rodríguez (FIB), Moisés Fuentes (OMB) y Jesús Silvestre (interino AMB); el mosca Hernán Márquez (AMB); los minimoscas Adrián Hernández (CMB) y José Alfredo Rodríguez (interino AMB); los supermoscas Rodrigo Guerrero y Juan Carlos Sánchez Jr., quien lo destronó del título de la FIB; el peso gallo Hugo Ruiz (interino AMB); los plumas Jhonny González y Daniel Ponce de León, quien le quitó el título del CMB el 15 de setiembre; los pesos ligero Miguel Vázquez (FIB) y Antonio DeMarco (CMB), y el superligero Pablo César Cano (interino AMB).

Y de los que perdieron ninguno causó mayor pesar que Jorge 'El Travieso' Arce, noqueado en tres asaltos por Donaire el pasado 15 de diciembre, cuando el valiente sinaloense buscaba recuperar la corona de peso supergallo (OMB). Inteligentemente, Arce anunció su retiro minutos más tarde, con su lugar en la historia perfectamente asegurado luego de impresionantes exhibiciones y títulos mundiales en cinco distintas categorías (incluyendo campeonatos interinos).

En cuanto al boxeo femenil, ocho púgiles mexicanas cierran el 2012 como campeonas, incluyendo a Ana María Torres, quien tras darse a conocer que está embarazada fue nombrada por el CMB campeona emérita de peso supermosca. La lista es encabezada por Jackie Nava (supergallo AMB) e incluye a Janeth Pérez (gallo AMB), Yazmín Rivas (gallo FIB), Zulina Muñoz (supermosca CMB), Arely Muciño (interina mosca AMB), Esmeralda Moreno (minimosca CMB) y Katia Gutiérrez (paja FIB). Otra más, Mariana 'La Barbie' Juárez, mantuvo la corona de peso mosca del CMB hasta antes de perderla en octubre.

En síntesis, 2012 fue un año muy positivo para el boxeo profesional mexicano a partir de sus más altos exponentes; un año bañado en gloria y salpicado con drama.

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