Paul Swydan 11y

Padres pueden dar golpe sorpresa

La pasada temporada, los Padres de San Diego terminaron con 76 victorias. La primera mitad fue difícil, pero eso fue comprensible, ya que fueron degradados de la presencia de Orlando Hudson, Jason Bartlett, Jeff Suppan y Kip Wells. El equipo también lidió con lesiones de Cory Luebke, Joe Wieland, Andrew Cashner y Carlos Quentin. Tampoco tuvieron al receptor Yasmani Grandal hasta cerca de la pausa por el Juego de Estrellas.

Esta temporada estarán una vez más sin Luebke, Wieland, Cashner y Grandal durante los primeros dos meses más o menos, debido a las lesiones y las suspensiones (Grandal), pero los Padres demostraron en la segunda mitad que podían ser un buen equipo, con récord de 42-33 después del receso del Juego de Estrellas, y se perfila como un equipo sorpresa para el 2013. Sólo tienen que hacer un movimiento clave más en este invierno.

A pesar de carecer de poder elite, los Padres poseen de hecho una ofensiva bastante buena. En general, el equipo terminó en el número 13 en registro de wRC+ (carreras creadas ajustadas plus) durante la pasada temporada, y la alineación se asentaba en Quentin -- cuando estaba saludable -- y en Chase Headley, quien tuvo una gran campaña, una que la aseguró terminar en el quinto puesto de la Liga Nacional en la competencia por el premio de Jugador Más Valioso. Quentin, sin embargo, estuvo igual de impresionante. Totalizó 340 apariciones al plato, pero entre los jardineros con 300 apariciones al plato o más, su registro de 146 de wRC+ empató en el sexto puesto con Matt Kemp y Justin Ruggiano.

Durante un año, de todos modos, demostró ser el jugador raro cuyo poder no se vio afectado por el Petco Park, ya que el registro de Quentin de .246 de ISO (potencia aislada) de local fue en realidad más alto que su registro de .241 de ISO como visitante. No es una muestra grande, pero no obstante es alentadora.

También es inspirador cómo el pelotón de los jugadores de los Padres -- Headley, Quentin y Cameron Maybin -- comienza un día sí y otro no, pero las otras posiciones se intercambian, según sea necesario. Yonder Alonso no hizo mucho trabajo de pelotón, pero tiene a Jesús Guzmán y el registro de .157 de wRC+ que acumuló frente a los zurdos en las pasadas dos temporadas. En el jardín derecho, Chris Denorfia y Will Venable hacen un buen equipo. En las tres temporadas pasadas, Denorfia registró 142 de wRC+ contra los zurdos, mientras que Venable marcó 112 wRC+ contra los derechos.

En segunda base, Logan Forsythe y Alexi Amarista también aportaron. En sus dos primeras temporadas en las mayores, Forsythe registró 146 de wRC + contra los zurdos, mientras que Amarista registró 82 de wRC+ frente a derechos. Eso no es una gran marca, pero supera a Forsythe y le permite al equipo combinar los puntos fuertes de ambos. Por supuesto, el prospecto Jedd Gyorko puede forzar su nombre en el roster en la primavera. Si se asegura el trabajo de la segunda base garantizaría la oportunidad de Amarista de deslizarse hacia el campocorto, donde podría formar un pelotón eficaz con Everth Cabrera. Aún cuando Cabrera ha bateado frente a derechos igual que Amarista, Amarista le ha bateado a los zurdos con mucha más eficacia (96 de wRC + de Amarista frente a 55 de wRC + de Cabrera).

En otras palabras, la ofensiva de los Padres cuenta con piezas que encajan entre sí, a pesar de la falta de valores de marca. El pitcheo es igualmente profundo, pero la calidad podría utilizar un impulso -- que es donde entra en juego "una movida más".

La temporada pasada, los relevistas del equipo fueron bastante buenos, y deben permanecer así con la adición de Brad Boxberger por la temporada completa y la esperanzadora mejoría de salud del taponero Huston Street. Pero los lanzadores abridores estuvieron muy mal. La rotación tuvo que soportar 22 aperturas con un promedio de efectividad colectivo de 6.08 de Ross Ohlendorf, Wells y Suppan, además de los dolores de crecimiento de los jóvenes Casey Kelly y Andrew Werner. Incluso hombres que fueron parte del plan, como Clayton Richard y su registro de 4.62 de FIP, no fueron de mucha ayuda. El único lanzador de los Padres en coronar 1.0 de WAR (victorias sobre reemplazo) fue Edinson Vólquez. En total, la rotación de los Padres acumuló 121 de FIP -- que fue el segundo peor registro en las mayores). (Sólo los Mellizos de Minnesota fueron peores).

El equipo debería tratar de evitar estos errores de la rotación. En noviembre, promoví que el equipo firmara a Kyle Lohse, y en días recientes, el equipo fue vinculado a Edwin Jackson, pero ahora no parece probable que ninguno de esos jugadores firme con San Diego, ya que el gerente general Josh Byrnes ha estado reticente a firmar un contrato con un lanzador abridor agente libre por más de tres años.

Tal como está ahora, la mejor rotación de apertura que puede implementar el equipo en el día inaugural es a Anthony Bass, Clayton Richard, Edinson Vólquez, Casey Kelly y Eric Stults, con Robbie Erlin posiblemente forzando su lugar en el escenario y Jason Marquis detrás del cristal que dice "romper en caso de emergencia". Para la mitad de la temporada, se espera que por lo menos dos de entre Cashner, Luebke y Wieland empujen hacia afuera a dos de entre Richard, Stults y Vólquez, pero si los Padres pueden encontrar una manera de forzarlos fuera desde el principio, eso colocaría al equipo en tierra firme. También le daría al equipo el lujo de no apresurar el regreso de sus preciados abridores.

Son opciones degustables a disposición de San Diego. Si los Vigilantes de Texas firman a Jackson, quizás tengan un abridor extra para canjear. Los Cardenales de San Luis y los Rays de Tampa Bay todavía tienen más abridores que puestos disponibles en la rotación, y lanzadores como Rick Porcello y Gavin Floyd han sido mencionados entre los rumores durante este invierno también. Y esos son jugadores sobre los cuales tenemos algún conocimiento. A medida que se sigue sacudiendo el invierno, los equipos verán el cambio en su profundidad, y con el profundo sistema de granjas de San Diego -- que Keith Law clasificó como el mejor en el béisbol hace un año -- el equipo tendrá los recursos para completar uno o dos cambios. Lo que puedan o no hacer los Padres puede ser suficiente para determinar si son o no son un equipo sorpresa.

El año pasado, los Cardenales se llevaron el segundo comodín con 88 victorias. Los Padres tienen mucho trabajo que hacer en el frente del pitcheo para llegar a ese número, pero tienen una ofensiva subestimada y sólo hay que añadir un poco de estabilidad a su rotación. Puede ser que un poco difícil de ver en este momento, pero por eso los llamamos equipos sorpresa -- porque la mayoría descuenta sus posibilidades. La División Oeste de la Nacional será sólida una vez más, pero no tiene un equipo espectacular, no importa cuánto dinero gasten los Dodgers en el receso de temporada. El manager Bud Black le saca el máximo provecho a sus jugadores, y si le dan uno o dos abridores a principios de la temporada, San Diego puede encontrarse en el meollo de las cosas cuando llegue septiembre.

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