Ignacio Barrón 11y

#LaOtraCara: Francisco Corbacho

BUENOS AIRES -- La historia de Francisco Corbacho parecía conocida hasta ahora. Jugador de rugby, categoría 87, tercera Línea del Club Atlético San Isidro. Sin embargo, otro aspecto nuevo en su vida, merece ser destacado. Él toca la percusión en su banda de cumbia, de las buenas y las que tan de moda están por estos días: Los Bonnitos. Scrum indaga en una nueva historia de la Sección #LaOtraCara, donde la guinda es actor de reparto y el protagonista es el personaje.

La existencia de la banda que integra Corbacho - junto con varios ex y actuales CASI - no estaba programada ni mucho menos. Al contrario, fue totalmente natural y con un sólo fin, hacerle un regalo a un amigo."Fue medio raro, en mi grupo de amigos nos gusta la música pero ninguno toca profesionalmente. En diciembre - de este año - era el casamiento de uno de los chicos del grupo, el primero de la camada, Cristian Godoy. A modo de regalo queríamos tocarle unos temas y que él le cante a quien iba a ser su mujer".

Casi sin quererlo Los Bonnitos empezaron a correr en el boca a boca ovalado. Sin presentaciones, con sólo cuatro reversiones de éxitos en Soundcloud (https://soundcloud.com/losbonnitos/) y con contados ensayos en el lomo - empezaron a trabajar en julio - pasaron al centro de la escena hipster cumbiera de la zona norte de Buenos Aires. "Empezamos a ensayar, a darnos manija. Se empezó a correr la bola en el club, la gente nos pedía que toquemos pero nuestro principal objetivo era arrancar en el casamiento, el 8 de diciembre. ¡Nos surgieron un montón de fechas para tocar y teníamos que posponerlas! Se fue armando una bola muy grande y decidimos meterle fichas e ir para adelante. Después del casamiento tocamos en la fiesta de fin de año del club y en Godoy. ¡El 26 de enero vamos a Pinamar!


- ¿Cómo fue ese debut en el casamiento? ¿Cómo los recibió la gente?


- Fue impresionante. Había mucha expectativa. Nuestro amigo se casaba con una chica del club, así que había mucha gente del CASI pendiente. Salió todo espectacular, y al sábado siguiente tocamos en la fiesta de los 110 años del club y el tercer paso fue en Godoy, un boliche con gente que no conocíamos. Fue como debutar nuevamente, el 80 por ciento de la gente era público que desconocíamos. Salimos con muchos nervios pero todos se coparon, bailaron y estuvo espectacular.

Sin embargo, la cresta de la ola de Los Bonnitos tendrá un parate obligado. La mayoría de los integrantes de la banda se tomaran vacaciones en la primera parte de enero, programadas mucho antes de siquiera pensar que iban a tener tamaño éxito. El regreso con bombos y platillos será el anunciado en Pinamar. En tanto, Corbacho deberá analizar la temporada 2013 con el aliciente de su veta músical.


- ¿Ya se te cruzó por la cabeza cómo lidiar con las dos actividades?

- Sí. Con respecto al rugby obviamente no dejar, seguir con las dos cosas y tratar de encontrar el equilibrio. La banda me pone muy contento y el rugby también, lo mejor sería poder seguir con ambas. En la banda está Felipe Muslera, que juega en Primera conmigo y dentro del conjunto saben que el rugby es nuestra prioridad.

- ¿Tenés un ideal de donde te gustaría tocar?

- Ojalá toquemos en muchos terceros tiempos, no somos grandes músicos, la idea es que la gente se divierta, que baile con nuestros temas. No tenemos un objetivo. Esto empezó como un juego, un regalo y la idea es divertirnos y tocar lo que se pueda. Esto es un gran delirio que esta explotando ahora.

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