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En las puertas de la historia

Adrian Peterson está a 208 yardas de romper el récord establecido por Eric Dickerson en 1984. AP

MINNEAPOLIS -- El corredor de los Minnesota Vikings, Adrian Peterson, pasó media hora después de una práctica reciente escuchando historias acerca de un tema que conoce muy bien: la rehabilitación. Mientras sus compañeros se dirigían a comer y a los entrenamientos de la tarde, Peterson hablaba con Jack Jablonski, un jugador junior de preparatoria quien se encuentra en silla de ruedas después de sufrir una devastadora lesión en un partido de Hockey. Peterson sonreía mientras Jablonski detallaba las mejorías que ha tenido en su recuperación, como la capacidad de mover sus brazos y piernas lo suficiente para emocionar a sus propios médicos. Fue el tipo de noticia que Peterson estaba ansioso por escuchar desde que se conectó con Jablonski hace casi un año.

Peterson es la historia más caliente de la NFL en este momento debido a la forma en que ha rendido en el campo después de destrozarse el ligamento cruzado anterior y el medio colateral de su rodilla izquierda el 24 de diciembre del 2011. Es el tipo de persona que motiva a alguien como Jablonski, cuya médula espinal fue dañada por un golpe seis días después de la lesión de Peterson. En este momento, todos los aficionados de la NFL conocen la increíble temporada que ha tenido Peterson apenas 12 meses después de sufrir una lesión que cambia para siempre a la mayoría de los corredores. Lo que no saben es cuánto valora la interacción con personas como Jablonski. "Me dijo que lo inspiraba", declaró Peterson. "Yo estoy inspirado por lo que él ha hecho".

No es de extrañar que Peterson pueda ser humilde en un momento en el que estaba dispuesto a beneficiar a un adolescente valiente. Siempre ha sido la antítesis de lo que hemos llegado a esperar de nuestras superestrellas. Peterson no es alguien que hable o se autopromocione, y en raras ocasiones se aleja de responder preguntas difíciles. Su desempeño esta temporada, en la que ha sumado 1,898 yardas terrestres en 15 partidos, sólo nos ha recordado que todo acerca de él es impresionante. Además de tener la oportunidad de romper el récord de Eric Dickerson de más yardas por tierra en una sola temporada, Peterson se dirige a tener el tipo de temporada que probablemente será recordada por décadas.

De todos los récords impresionantes de una sola temporada en la historia de la liga, nada se compara a lo que Peterson habrá hecho si supera el récord de Dickerson de 2,105 yardas. Ni los 31 touchdowns que anotó LaDainian Tomlinson, entonces corredor de los San Diego Chargers, en el 2006. Ni las 5,476 yardas que lanzó la temporada pasada el mariscal de campo de los New Orleans Saints, Drew Brees. Ni tampoco las 1,892 yardas recibidas (y contando) que el receptor abierto, Calvin Johnson, ha acumulado este año.

Ninguno de esos jugadores enfrentó las probabilidades con las que ha luchado Peterson en el 2012. En resumen, podemos ser testigos de la mejor temporada individual para cualquier jugador en la historia de la NFL.

Las posibilidades de Peterson de superar la marca de Dickerson se redujeron cuando corrió para apenas 86 yardas en 25 acarreos en la victoria sobre los Houston Texans la semana pasada, dejándolo a 208 yardas de romper el récord. Sin embargo, si alguien es capaz de lograrlo, es Peterson. Ya tiene el récord de la NFL de más yardas por tierra en un partido, con 296, y ha corrido para 200 o más yardas en un partido en cuatro ocasiones en su carrera, incluyendo las dos veces que lo ha realizado en los últimos cuatro partidos.

El domingo, irá tras el récord cuando los Vikings reciban a los Green Bay Packers, ante quienes corrió para 210 yardas en la Semana 13.

Sin embargo a pesar de la grave lesión de rodilla y el arduo proceso de rehabilitación, Peterson no está sorprendido de estar corriendo hacia la historia. "No estoy sorprendido por lo que estoy haciendo porque siempre le estoy apuntando a la luna y para alcanzar las estrellas", señaló. "Incluso cuando me lesioné, tuve la mentalidad de que volvería esta temporada".

Pero el entrenador en jefe de los Vikings, Leslie Frazier, piensa lo contrario. "Cuando juntas todo, es difícil encontrar algo que se compare a esto", sentenció Frazier. "Todos sabemos lo devastadora que es una lesión de ligamento cruzado anterior, pero, ¿volver rápido y jugar a un alto nivel? No sé qué es lo que sé acerca de eso. Adrian es dominante en la posición, y está haciendo olas en toda la liga".

El éxito de Peterson ha sido lo suficientemente alucinante que los debates sobre los premios al jugador más valioso de la liga y al jugador regreso del año deberían ser decepcionantes si Minnesota llega a los playoffs. Si bien Peyton Manning de los Denver Broncos ha estado excelente en su regreso de una lesión en el cuello que requirió de cuatro operaciones y le costó perderse toda la temporada del 2011, no ha hecho lo que Peterson ha realizado. Peterson ha promediado 155.4 yardas terrestres durante los últimos nueve partidos. Ha prosperado detrás de un inconsistente mariscal de campo de segundo año (Christian Ponder), una ofensiva que ha perdido a su mejor receptor que ahora se encuentra en la lista de reservas lesionados (Percy Harvin) y en contra de defensivas que saben exactamente lo que viene (ha sumado la sorprendente cantidad de 932 yardas después del contacto este año). Manning, sin importar cómo se le evalúe, ha tenido más ayuda esta temporada.

Peterson ha sido tan bueno que los equipos llenan la caja con ocho o nueve defensivos, con la esperanza de contenerlo. Durante el partido en contra de los St. Louis Rams, en el que sumó 212 yardas, el 16 de diciembre, los Rams iniciaron el partido con cinco linieros defensivos, una alineación utilizada comúnmente en situaciones de línea de gol. "La mayoría de los equipos sólo recurrirán a la formación 'diamond' cuando estén desesperados, pero St. Louis lo hizo en la primera serie", señaló el ala cerrada de los Vikings, Kyle Rudolph. "Hemos visto equipos jugar en su contra de todas las maneras posibles para frenarlo. Y en realidad no lo han detenido todavía".

"Es un muy buen corredor", indicó el ala defensiva de los Texans, J.J. Watt, quien ayudó a mantener a Peterson por debajo de las 100 yardas por primera vez desde la Semana 6 que enfrentó a los Washington Redskins. "No se puede decir suficiente acerca de él, porque es un gran jugador. Obviamente estuvimos felices por mantenerlo por debajo de las 100 yardas, pero no quedamos conformes con el resultado final del partido".

Quizás el aspecto más notable de Peterson es la calma que ha mantenido a medida que se acerca al récord de Dickerson. Después de hablar con Jablonski, pasó algunos minutos firmando algunos autógrafos y desechando la presión que viene con perseguir un lugar en la historia. "Definitivamente siento que se calienta [la atención] porque muchas personas más quieren hablar del récord, la lesión o nuestras posibilidades de playoffs". Incluso después de que Houston mantuviera a Peterson relativamente controlado, él no parecía frustrado, diciendo, "Claro, me importa el récord, pero no es algo que me va a abrumar. Voy a jugar mi juego. Si llega, llegará".

El simple hecho de que Peterson esté en esta posición sigue siendo difícil de comprender. Cuando se derrumbó sobre el pasto después de que el profundo de los Redskins, DeJon Gomes chocó con su rodilla izquierda después de un acarreo de tres yardas en diciembre del año pasado, Peterson supo inmediatamente que algo había salido horriblemente mal. También se dio cuenta que no podía perder el tiempo preocupándose por el golpe que rompió dos ligamentos en su rodilla izquierda. Antes de salir del estadio esa tarde, ya estaba realizando preguntas al personal médico de los Vikings sobre cómo poner en marcha su rehabilitación.

Fue el tipo de determinación que los compañeros de Peterson se habían acostumbrado a ver en él. También parecía ingenuo para algunos veteranos que entendían que una cirugía para reconstruir un ligamento cruzado anterior roto requería al menos nueve meses de recuperación y hasta dos años antes de que un atleta se sienta completamente cómodo. Cuando el esquinero de los Vikings, Antoine Winfield, viajó a Houston en febrero para pasar un tiempo en el hogar de Peterson en la temporada baja, escuchó cómo Peterson se comprometió a hacer lo que parecía imposible. "Estaba haciendo algunos ejercicios de estiramiento y me decía que quería volver mejor que nunca", recordó Winfield. "Me dije a mí mismo, 'Eso suena bien, pero vamos a ver cómo resulta".

Winfield y sus compañeros se volvieron más optimistas cuando se alinearon para correr después de un entrenamiento del equipo a finales de abril. Peterson había estado haciendo sus propios ejercicios de rehabilitación en las laterales, pero se molestó por los esfuerzos de sus compañeros. Desde la perspectiva de Peterson, los jugadores no se estaban esforzando lo suficiente mientras corrían. Para probar su punto, pidió correr las últimas tres carreras con los receptores.

El ala cerrada de los Vikings, John Carlson, quien se había unido al equipo unos meses antes, quedó impresionado por la convicción de Peterson. "Salió y venció a todos los receptores en ese entrenamiento", expresó Carlson. "En ese punto, me estaba preguntando si este chico realmente se había sometido a una cirugía en la rodilla cuatro meses antes".

Peterson agregó: "Ahí fue cuando vi lo lejos que había llegado. Ya no era sólo hablar".

Hubo muchos días, reconoció Peterson, que la tensión mental de la rehabilitación lo atormentaba. No podía creer la frustración que sentía en las primeras semanas del proceso, cuando estiraba su pierna izquierda en una máquina de entrenamiento y tenía problemas para extender su rango de movimiento. Para un jugador que había sido elegido al Pro Bowl en cuatro de sus cinco temporadas --y que se había ganado una reputación como el corredor más violento de la liga-- fue un duro golpe para el ego de Peterson. En raras ocasiones había estado en una posición en la que no podía, literalmente, abrirse paso al lugar al que quería llegar.

La ventaja era que Peterson aprendió cosas que eventualmente le ayudarían en el campo. "Ese fue el momento en el que fui forzado a ser más paciente", indicó Peterson. "Tenía que concentrarme en muchas cosas pequeñas durante el proceso de rehabilitación y todavía estaba mentalmente bloqueado para hacer las cosas bien. Fue todo un reto".

Por mucho que la gente se enfocara en las habilidades físicas de Peterson durante la recuperación, sus disciplina mental mejoró de maneras que nadie podía ver realmente en ese momento. El coordinador ofensivo de los Vikings, Bill Musgrave, había hablado con Peterson acerca de los obstáculos mentales de la rehabilitación durante la temporada baja, sólo para estar seguro que su estrella tenía la mentalidad correcta. Musgrave entendía que volvía de una lesión grave, no era solamente reconstruir su cuerpo. Era principalmente entender que el cuerpo del atleta nunca sería el mismo de nuevo.

Peterson recibió el mensaje, pero su hambre en el campamento de entrenamiento de Minnesota era innegable. Mientras sus compañeros practicaban en ejercicios regulares, él seguía en el lado del campo donde ejecutaba jugadas con el preparador de los Vikings, Eric Sugarman. Peterson recibió balones de Sugarman. Corría rutas y atrapó pases. "Definitivamente estaba impaciente", declaró Musgrave. "Estaba listo para practicar. Pero siempre creímos en mantenernos con nuestro plan".

Ese plan consistía en algo comparable con conteo de lanzamientos en el béisbol. Frazier y Musgrave no expuso a Peterson durante la pretemporada, y lo limitaron a 17 acarreos (para 84 yardas) en la victoria en el primer partido de la temporada frente a los Jacksonville Jaguars. Pero una vez que Peterson acarreó el balón 25 veces en la victoria de la Semana 3 contra los San Francisco 49ers, todo cambió. Los Vikings claramente estaban listos para utilizar su mejor arma tanto como fuera posible después de ese momento.

La estrella de los Vikings se había vuelto un corredor más maduro, orientado a los detalles, uno que limitó de manera substancial sus acarreos de yardaje negativo. "Se volvió un corredor más paciente", señaló Frazier. "Era un mejor estudiante del juego. Su protección de pase era mejor. Incluso le estaba diciendo lo que mejoró atrapando el balón. Eso tuvo que ver con tener que pasar por una intensa rehabilitación. También está confiando más en su línea, porque no sólo está explotando ahí afuera. Está esperando para que hagan su trabajo".

El impacto acumulativo del éxito de Peterson no sólo se han sentido en las grandes jugadas que han resultado de ese enfoque. También inspiró la química tan vital en la carrera de final de temporada de los Vikings rumbo a los playoffs. Esas explosiones asombrosas --tiene siete acarreos de más de 50 yardas este año-- no ocurrieron solamente porque su línea ofensiva está haciendo su trabajo. También son resultado de los bloqueos de los corredores campo abajo y de que el fullback, Jerome Felton, está bloqueando a los apoyadores en el segundo nivel. El éxito que Ponder ha disfrutado en victorias claves sobre San Francisco y Houston también tiene que ver con esta ventaja. La presencia de Peterson es tan inquietante que alivia la presión sobre un joven pasador que está tratando de encontrar su camino.

Más que nada, el éxito de Peterson cambia una conversación que se ha mantenido sobre la NFL en años recientes. El juego aéreo ha dominado la liga al punto que muchos han cuestionado el valor de los corredores en el juego actual. Los Vikings lo han contrarrestado por usar el fullback más que nunca desde que Peterson llegó en el 2007. Incluso Frazier admite, "No puedo decirles cuántas veces he tenido que defender mi estilo de correr primero en el pasado. Eso no ha pasado mucho este año".

Lo que ha sucedido es el tipo de temporada que no debería ser agrupada fácilmente en una categoría existente. Cuando Minnesota juegue el domingo contra los Packers, la búsqueda de Peterson de la marca de Dickerson significará mucho para todos en la franquicia de los Vikings, en especial porque un lugar en los playoffs y una rivalidad divisional son parte de las historias del final de la temporada. "Les gustaría ver a un chico que ha trabajado tan duro y ha superado tanto ganar esa corona, pero va contra nuestra defensiva", declaró recientemente el apoyador de los Packers, Clay Matthews, al Milwaukee Journal-Sentinel. "No creo que ninguno de nosotros quiera ver que eso suceda".

No está claro cómo reaccionará Peterson --quien se recupera de un esguince en un músculo abdominal-- si rompe la marca, o si será capaz de disfrutarlo. Lo único cierto es que este es el tipo de temporada que será recordada por mucho tiempo como la más grande que jamás hayamos visto. Como dice Peterson, "Sólo he estado en la liga por seis años, sin embargo sé esto, nunca me he divertido más que en este momento".