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El futuro imperfecto del HOF

Plan B para cuando no hayan jugadores que lo ameriten: ¡exalten dueños y agentes! Kurt Snibbe/ESPN.com

Vaya, la ceremonia de inducción al Salón de la Fama en julio va a ser un poco dramática.
Gracias a mis hermanos escritores del béisbol quienes decidieron que nadie de una lista que incluía a Barry Bonds, Roger Clemens, Craig Biggio, Mike Piazza, Tim Raines, Curt Schilling, Jack Morris y otras estrellas merecen estar en el Salón de la Fama en julio, estas son las personas que serán iniciados en Cooperstown este mes de julio:

"Jacob Ruppert, ex manager de los Yankees de Nueva York, quien le dio a Babe Ruth una reducción salarial y ayudó a mantener la barrera racial.

"Deacon White, ex jugador de cuadro/receptor, quien jugó gran parte de su carrera cuando los bateadores podían decirle al lanzador donde debían tirarle la pelota.

"El ex árbitro Hank O'Day, quien, bueno, fue un árbitro.

Todos esos miembros del "Salón de la Fama" -- elegidos por algo llamado el Comité Pre-Integración -- han muerto hace más de 70 años. (El ganador del Premio Frick, Tom Cheeks, un locutor de mayores méritos, también falleció).

Tal vez quien sea que envíen al escenario este verano explicará los criterios del Salón de la Fama de esta manera: Bueno, está bien honrar a un propietario que ayudó a perpetuar el racismo. Y a un jugador que jugó la mayor parte de sus juegos cuando los lanzadores no podían tirar por encima del brazo. Y, sí, un árbitro. Sin embargo, ¿un jugador de béisbol sospechoso de tomar esteroides? De ninguna manera. El Salón cuenta con normas a respetar. Ah, y cuando decimos "sospechoso de usar esteroides", queremos decir que se trata de alguien que jugó en la década de 1990.

El Salón tiene un grave problema, y si no cambia de rumbo, se convertirá en una idea tardía como el Salón de la Fama de Hockey de los Estados Unidos.

Como mencioné la semana pasada, las seis generaciones más recientes del Salón de la Fama incluyen más directivos y árbitros (10) que jugadores nacidos después que Jackie Robinson rompiera la barrera racial en 1947 (siete). Los ejecutivos no incluyen a Marvin Miller, quien tuvo un efecto más profundo en el deporte que cualquier otro jugador no uniformado; incluyen a Bowie Kuhn, quien regularmente hacia bromas durante las negociaciones colectivas.

Me estremezco al pensar en los directivos y árbitros que serán elegidos al Salón en los próximos años, mientras que los escritores se niegan obstinadamente a votar por los jugadores que sospechosos de haber ingerido drogas para mejorar el rendimiento (conocidas como PED por sus siglas en inglés).

Quiero decir, ¿este es el tipo de gente que vamos a honrar con placas en las paredes de Cooperstown en lugar de los jugadores aplaudidos vigorosamente y que nos hicieron sentir tan bien? ¿Antiguos propietarios que financieramente maltrataban a los jugadores y perpetuaron el racismo (Ruppert, Charles Comiskey, Tom Yawkey)? ¿Dueños que trasladaron los equipos a 3,000 millas de distancia de sus aficionados (Walter O'Malley)? ¿Propietarios que cobraban precios exorbitantes de cerveza? ¿Miembros de la Comisión que eran ineficaces y estaban obstinadamente anclados en el pasado (Kuhn)? ¿Y los árbitros? Quiero decir, yo respeto a los árbitros, pero, por favor.

Madre mía. Si esas son las normas, ¿hay algún ejecutivo que el Salón no deje entrar?

Nadie va al Salón de la Fama para ver dueños muertos o ejecutivos. Tampoco debemos todavía estar agregando personas que jugaron bajo reglas de juego vastamente diferentes y se han ido hace tanto tiempo que nadie vivo hoy día, ni siquiera un abuelo, tiene un recuerdo de su juego. Los jugadores previos a 1900 tenían ya sus posibilidades de elección, vamos a pasar a los jugadores que por lo menos podemos ver en videos de lo más destacado.

Los logros de propietarios, ejecutivos y jueces deben limitarse a ser mencionados en otra parte del museo. Dejen las placas para los jugadores que realmente toman el terreno. Es bueno estar en el Salón de la Fama, si llevabas un uniforme a rayas, pero no un traje de rayas.

No podemos sacar a los ejecutivos que ya están en el Salón. Dada la estructura de poder, es probable que no se pueda prohibir a otros de recibir ese honor, tampoco. Pero, al menos, podemos velar porque más jugadores sean inducidos que aquellos con trajes inmerecidos.