FLOWERY BRANCH -- Hubo una extrañeza que pudo haberse perdido en el barajeo de los minutos finales de la victoria de los Atlanta Falcons, 30-28, sobre los Seattle Seahawks el domingo.
Tras el gol de campo de Matt Bryant de 49 yardas para darle la ventaja definitiva a los Falcons con ocho segundos por jugar, Atlanta intentó lo que pareció una patada corta. Matt Bosher pateó corto y Heath Farwell de Seattle recuperó rápidamente el balón en la yarda 46 de los Seahawks.
¿Qué hacían los Falcons intentando una patada corta si ya tenían la ventaja? Bueno, no se suponía que fuera una patada corta.
"No ejecutamos exactamente como queríamos", dijo el entrenador Mike Smith. "Estas cosas pasan en un partido. Fuimos capaces de salir allá afuera esas últimas dos jugadas y obtener la victoria".
Seattle completó un pase rápido. Luego, el receptor Julio Jones, quien estaba defendiendo como profundo en la última jugada del partido, interceptó un pase desesperado de Russell Wilson en las diagonales.
Smith no entrará en más detalles de cómo los Falcons terminaron regalándole una posición de campo decente a los Seahawks. Sugirió que la jugada suponía ser una patada baja, pero no dijo si Bosher no entendió el mensaje o si la jugada simplemente fue ejecutada mal.