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Ofensiva en serie

Matt Ryan y Russell Wilson protagonizaron un duelo que se decidió hasta los segundos finales. AP

BRISTOL -- Nunca falla. La ronda divisional es mi semana favorita de la NFL. Jamás queda a deber y siempre cae un gran favorito. En este caso fue Denver.

Antes de entrar en materia con el tema de esta nota, quisiera dirigirme a aquellos que dicen que Peyton Manning fue la razón de la derrota de Denver. La intercepción que lanzó en tiempo extra fue un error de mariscal de campo novato y fue costosa. Terminó definiendo el partido, pero hay por lo menos cinco razones antes de la intercepción que fueron el resultado del triunfo de Baltimore: 1) el error de marcación de Rahim Moore en el touchdown que mandó el partido a tiempo extra; 2) la actuación heroica de la defensiva de Baltimore; 3) el desempeño de la línea ofensiva de los Cuervos; 4) la pésima actuación de la defensiva de Denver; y 5) los pequeños detalles.

El pase de TD faltando 0:41 y sin tiempos fuera para Baltimore no debió suceder, pero la última vez que revisé, el fútbol americano todavía es un deporte de humanos y todos los que pertenecemos a este género cometemos errores. Moore juega "safety", en inglés esa palabra significa seguridad, en español algunos les decimos "profundos" porque son los que deben de estar hasta atrás en la defensiva. Con el nombre que quieran usar, la responsabilidad de estos jugadores es que nadie termine detrás de ellos. En la anotación de Jacoby Jones el sábado, Moore tomó la peor decisión que pudo tomar. Habiendo dos receptores por su lado, optó por ver primero al que corría una trayectoria intermedia y que estaba cubierto por un apoyador en lugar de marcar al que tenía la ruta profunda en lo que era una cobertura de zona. Morris quedó fuera de posición y no pudo llegar al balón permitiendo el touchdown que empataba dramáticamente el encuentro.

No podemos restarle méritos a la victoria de Baltimore con el argumento de que se debió al error de un safety. Esta jugada nunca hubiera sido posible sin la actuación heroica de la defensiva en conjunto. Este grupo llegó al partido después de estar en el campo 87 jugadas contra Indianapolis; de tener sólo seis días de descanso y preparación antes de enfrentar a los Broncos; de soportar la altitud de Denver y de sobreponerse a dos regresos de patada para anotación. No uso sombrero pero si lo usara, me lo quitaría.

Las razones tres y cuatro van, como se dice, "junto con pegado". La línea ofensiva de Baltimore sufrió cambios antes de este partido. Jah Reid, había sido titular como guardia izquierdo los últimos siete partidos de la temporada, pero no pudo alinear ante Denver por lesión. Sin muchas opciones, John Harbaugh decidió poner a Bryant McKinnie como tackle izquierdo, Michale Oher como tackle derecho y a Kelechi Osemele, que había sido tackle derecho todos y cada uno de los partidos de la temporada regular, como guardia izquierdo en el lugar de Reid.

La línea defensiva de Denver no estaba preparada. Fueron dominados de principio a fin del partido. Von Miller y Elvis Dumervil, quienes se combinaron para 29.5 capturas en 2012, no fueron factor. El juego por tierra tuvo efectividad. La tercera mejor defensiva aérea de la NFL permitió pases de anotación de 59, 32 y 70 yardas. Para que estos pases puedan ser completados el mariscal de campo necesita tiempo. Joe Flacco rara vez estuvo bajo presión y tuvo un gran partido. ¿Sería posible que, al igual que todos los QBs élite, sea mejor de lo que pensamos cuando tiene buena protección?

Finalmente viene la quinta razón que son los pequeños detalles, y ese es el tema principal de esta nota porque explica todos los partidos de la Ronda Divisional. En esta ocasión me refiero a la diferencia que tuvieron los entrenadores en cada partido.

Empezando por orden, seguimos con Baltimore vs Denver. Hablamos de la recepción de Jacoby Jones y del error de Moore. Antes de iniciar la jugada era evidente que Moore estaba mal alineado, estando muy cerca de la línea de golpeo. Joe Flacco lo mencionó en su rueda de prensa después del partido. Todos lo vimos por televisión. ¿Qué pasó con los entrenadores de Denver? En las bandas están Jack del Río, el coordinador defensivo y John Fox, quien alguna vez fue también coordinador defensivo. ¿Por qué no pidieron un tiempo fuera en ese momento?

Poco después al terminar el primer tiempo extra, cuando Baltimore estaba en la yarda 34 de Denver, John Harbaugh mandó a Justin Tucker a practicar un gol de campo durante el cambio de territorio. Ese intento de práctica fue de 48 yardas. Las reglas prohíben ese tipo situación, pero no hay castigo. Champ Bailey se quejó con los árbitros, quienes no sabiendo qué hacer, permitieron que Tucker probara de esa distancia. No sé si Tucker metió o no ese intento de práctica, pero sabemos que el gol de campo de la victoria fue de 47 yardas. ¿Coincidencia? Harbaugh fue entrenador de equipos especiales y seguramente conocía la regla y sabía que no tenía nada que perder. Como se dice, "más vale pedir perdón que pedir permiso". A los entrenadores de Denver este detalle les pasó de noche. No sabemos si hubiera o no influido en el resultado final, pero sí sabemos que Harbaugh buscó cuatro yardas más para el gol de campo de la victoria y que Tucker entró con confianza por ese intento.

El partido entre Green Bay y San Francisco no fue tan emocionante, pero pudimos ser testigos de una actuación histórica y fuera de serie de Colin Kaepernick, quien terminó con 181 yardas en 16 acarreos, la mayoría de ellos improvisados. Lo extraño fue que Dom Capers, el coordinador defensivo de Green Bay, no hizo ajustes para contrarrestar a Kaep, quien había logrado 107 de sus 182 yardas en el primer tiempo. Normalmente, un lanzador de la habilidad de Kaep logra ese tipo de yardas cuando la defensiva usa coberturas individuales. En esas situaciones, los defensivos no están viendo al mariscal de campo y siguen sus respectivas marcas creando espacios como los que aprovechó el joven pasador de San Francisco.

No tengo mucho más que agregar de este encuentro cuyo resultado se debió más al dominio total de los Niners y a la habilidad de C. Kaep. La decisión de Jim Harbaugh de ir con Kaep en lugar de Alex Smith parece haber sido la indicada. Kaep fue responsable de cuatro touchdowns, dos por tierra y dos por pase. Alex Smith también fue responsable de cuatro anotaciones (tres pases y un acarreo) contra Nueva Orleans en la ronda divisional del año pasado. La clave para San Francisco será que Kaep juegue con consistencia durante todo el partido y cada semana. De hacerlo, serán un hueso muy difícil de roer.

Pete Carroll demostró por qué, a pesar de ser buen entrenador, no se le considera entre los mejores de la NFL. Un partido no se gana en el primer cuarto, pero si se puede perder. Este fue el caso de Seattle en el primer tiempo de su partido contra Atlanta. Perdiendo 0-13 en el segundo cuarto del partido, Seattle tenía cuarta oportunidad y 1 desde la yarda 11 de Atlanta. Hasta ese momento su ofensiva había sido inepta, quizás debido a tantas horas de viaje. En lugar de patear un gol de campo de 28 yardas, Carroll decidió jugársela sin éxito.

John Madden, el gran entrenador de los Raiders y comentarista por muchos años, decía que los primeros puntos del partido son los más difíciles de conseguir. En lugar de reducir la ventaja de Atlanta a dos anotaciones con el gol de campo, Seattle tuvo un fracaso desmoralizante. Pero eso no fue todo. Al final del segundo cuarto, estaban tocando otra vez la puerta. Faltando 35 segundos en el período con el balón en la yarda 10, Russell Wilson completó un pase de 4 yardas a Sidney Rice y en lugar de clavar el balón para detener el reloj, quemó su último tiempo fuera. Después de dos pases incompletos Wilson fue capturado y no tuvieron tiempo de intentar un gol de campo. Esos seis puntos que desperdiciaron fueron la diferencia en el partido.

Al igual que Green Bay contra San Francisco, en el Houston contra Nueva Inglaterra tuvimos un equipo que dominó al otro. Los Patriotas son un equipo contra el cual no puedes esconder ninguna deficiencia. En 2011, Houston llegó a la postemporada con Brian Cushing y Demeco Ryans, dos jugadores de Pro Bowl, como apoyadores interiores. Este año sus puestos los ocuparon Bradie James y Barrett Ruud, dos jugadores reservas. Bill Belichick y Josh McDaniels formularon un plan ofensivo que los atacó sin piedad. Brady no perdonó. Creando duelos individuales contra estos dos linebackers interiores, los corredores de Nueva Inglaterra lograron 219 de las 457 yardas ofensivas del equipo, pero más importante aún, cuatro de cinco touchdowns.

Los detalles pequeños no se les escapan a los entrenadores de primer nivel. En postemporada, en los partidos cerrados, terminan siendo la diferencia.