AP 11y

Se avecinan tiempos de cambio

GREEN BAY -- Una por una, Greg Jennings quitó las fotografías de su esposa e hijos que estaban en su casillero, con cuidado de no romperlas mientras les quitaba la cinta adhesiva. Debajo de él, dos cestos de plástico estaban llenos con shampoo, loción, pasta de dientes y desodorante.

Todavía aturdidos por la derrota ante los San Francisco 49ers que puso fin a su temporada, los Green Bay Packers se dirigen a una temporada baja que seguramente traerá cambios, algunos de ellos grandes. Jennings y Donald Driver, piezas claves del equipo que ganó el Super Bowl hace dos años, están cerca de salir, y Charles Woodson pudo haber jugado su último partido para Green Bay.

"Al final del día, sabes que los Packers van a hacer lo que es mejor para los Packers. Y eso no va a cambiar si eres el N° 4, el N° 80, el N° 85, el N° 77. Ese va a ser el caso", declaró Jennings, refiriéndose a Brett Favre, Driver, Cullen Jenkins, y a sí mismo. "Y en cuanto a mí, tengo que hacer lo que es mejor para mí y para mi familia".

Jennings terminó con los números más bajos de su carrera en recepciones (36), yardas por recepción (10.2) y yardas totales (366) después de perderse la mitad de la temporada por un desgarre muscular en la ingle. Siguió siendo el blanco favorito de Aaron Rodgers, sin embargo, y les recordó a todos el por qué con una gran recepción tras otra cuando volvió de la lesión. Lideró a Green Bay con seis recepciones y una anotación en la derrota del fin de semana, 45-31, ante San Francisco en la Ronda Divisional de la NFC.

Sin embargo, los Packers tienen quizás el cuerpo de receptores más profundo de la NFL, y temporadas de destape de James Jones y Randall Cobb han hecho a Jennings, agente libre sin restricciones, un jugador prescindible.

"Todos en este vestuario están tratando de ganar Super Bowls, pero también todos los que estamos en este vestuario estamos tratando de cuidar de nuestras familias también", señaló Jones. "El fútbol americano es nuestro trabajo y el fútbol americano es como lo hacemos, y entendemos que tenemos cuatro o cinco receptores N° 1 que van a querer dinero en algún momento. Así que sabemos que va a ser difícil para esta organización pagarles a todos lo que quieren, lo cual no me gusta, porque desearía que pudiéramos mantenernos juntos por el resto de nuestras carreras y seguir adelante y ganar algunos Super Bowls".

Driver es el líder receptor de todos los tiempos de Green Bay, y es adorado por los aficionados. Pero cumplirá 38 años el próximo mes, y tuvo apenas un pequeño papel en la ofensiva después de reestructurar el último año de su contrato. Sus ocho recepciones para 88 yardas fueron su total más bajo desde su temporada de novato, y estuvo inactivo durante cuatro partidos, incluyendo el partido de la Ronda de Comodines de la NFC, posiblemente su último juego en Lambeau Field.

A Driver le gustaría jugar hasta que tenga 40 años, y cree que aún puede ayudar a un equipo. Pero dijo que hablará con su esposa y con sus hijos antes de tomar cualquier decisión sobre su futuro.

"Si es mi último partido, entonces fue un verdadero honor ponerme ese uniforme una vez más", indicó Driver, quien jugó en los equipos especiales. "He usado este uniforme por mucho tiempo y es verdaderamente una bendición estar usando el verde y oro".

Woodson; el apoyador, A.J. Hawk; y el ala cerrada, Jermichael Finley; están bajo contrato para el próximo año. Sin embargo todos tendrán incrementos salariales, también, y los Packers tienen que comenzar a tomar decisiones difíciles porque tienen que asegurar acuerdos multianuales con Jones, Clay Matthews y B.J. Raji. Los tres, considerados pilares de la franquicia, serán agentes libres al término de la próxima temporada.

Woodson, el Jugador Defensivo del Año en el 2009, es uno de los jugadores más respetados en el vestuario de los Packers --por jugadores y entrenadores por igual-- y aún sigue causando problemas en las ofensivas rivales. Pero cumplió 36 años en octubre y se perdió nueve partidos por una fractura en la clavícula derecha, la misma que se fracturó en el Super Bowl. Los jóvenes, Casey Hayward y M.D. Jennings, causaron una gran impresión esta temporada y los Packers podrían decidir que ellos son suficiente para compensar la ausencia de Woodson.

Los Packers fueron quemados en varias ocasiones por Colin Kaepernick y los 49ers, y Hawk se vio particularmente superado.

Luego está Finley. Estableció un récord de franquicia para recepciones de un ala cerrada esta temporada, y muy pocos jugadores de los Packers fueron mejores en la recta final. Sin embargo es voluble, y el gerente general, Ted Thompson, puede decidir que no vale la pena su gran espacio en la nómina.

"Acabamos de perder", expresó Finley. "Espero estar aquí por siempre. Soy bueno para el próximo año, por lo que sé".

Independientemente de cómo luce la plantilla, los Packers tienen que encontrar la manera de terminar mejor el próximo año. Este fue el segundo año consecutivo en el que fueron eliminados en la Ronda Divisional, y ninguno de los dos partidos fue cerrado.

De hecho, cerrar los juegos fue un problema durante toda la temporada para Green Bay. Los Packers cayeron a 2-3 después de desperdiciar una ventaja de 18 puntos al medio tiempo ante los Indianapolis Colts. También tuvieron problemas para despegarse de equipos poco menos que mediocres como los New Orleans Saints, los Jacksonville Jaguars y los Detroit Lions. Después de asegurar ser el sembrado N° 2 de la NFL con una paliza a los Tennessee Titans, los Packers le entregaron su puesto a San Francisco al perder frente a los Minnesota Vikings en el último partido de la temporada regular.

Y después que el gol de campo de 31 yardas de Mason Crosby en el tercer cuarto empatara el partido a 24 puntos, los 49ers arrollaron a los Packers, anotando tres touchdowns consecutivos.

"No terminamos. Esa es la conclusión, no terminamos", sentenció Jones. "Teníamos la oportunidad de hacer algo grandioso y volver al Super Bowl. Pero no terminamos fuerte nuestra temporada. Así que tenemos que empezar todo de nuevo".

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