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No basta confesión en TV de Lance

AUSTIN, Texas -- Una confesión televisión de Lance Armstrong no basta.

Los jerarcas de la lucha contra el dopaje quieren que el ciclista admita su culpa bajo juramento antes de considerar la suspensión de por vida que frena su futuro como atleta en competencias como triatlones.

Tal postura fue avalada por uno de sus ex compañeros de equipo.

"Lance sabe todo lo que pasó", dijo Frankie Andreu a The Associated Press el martes. "Es el individuo que sabe lo que la gente tomaba, porque él era el líder. Está en sus manos cuánto quiere revelar".

Armstrong se reunió con funcionarios de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, lo que ha hace conjeturar que tal vez quiera cooperar con las autoridades para dar nombres de implicados en dopaje.

El lunes, Armstrong confesó haberse dopado al grabar una entrevista con Oprah Winfrey. La presentadora de televisión no quiso especificar si el tema fue abordado en la grabación realizada en un hotel de Austin.

Winfrey le dijo el martes a CBS que no tenía planes de hablar sobre la confesión de Armstrong antes que la entrevista fuera transmitida en su cadena de televisión OWN el jueves, pero indicó que "para cuando me había ido de Austin y aterrizado en Chicago, ya todos ustedes lo habían confirmado".

"Así que estoy aquí ahora porque ya fue confirmado", agregó.

Winfrey dijo que la entrevista será transmitida en dos partes durante dos noches, debido a la cantidad de material que hay.

La Agencia Mundial Antidopaje difundió un comunicado en el que señaló sólo "una completa confesión bajo juramento" podría disuadirles de reconsiderar el castigo de por vida que pesa sobre Armstrong.

Y la Unión Ciclista Internacional también instó al estadounidense que testifique ante una comisión independiente creada para examinar las acusaciones de que el organismo rector del deporte ocultó muestras sospechosas de ciclistas, aceptó donativos de parte de Armstrong y lo ayudó a evadir los controles antidopaje.

Winfrey no dijo si Armstrong lucía arrepentido, pero señaló que parecía listo para la entrevista. "Diría que se alzó ante el momento", relató.

La confesión fue un sorprendente cambio de rumbo para un atleta y sobreviviente de cáncer que recibió los más altos honores durante su carrera, y que siempre negó las acusaciones de dopaje, incluyendo en los tribunales.

Durante más de una década, Armstrong retó a cualquiera a que demostrara que se dopaba. Finalmente, él mismo relató sus acciones luego de decir durante el fin de semana que respondería las preguntas de Winfrey de forma "directa, honesta y cándida".

El ciclista perdió sus títulos del Tour, sus patrocinios y tuvo que renunciar a Livestrong el año pasado, todo después que la Agencia Estadounidense Antidopaje publicó un informe de 1.000 páginas que detalla el programa de dopaje en el que participó.

Armstrong comenzó el lunes con una visita a la sede de Livestrong, el organismo de caridad que fundó en 1997 y que se convirtió en una potencia mundial gracias a su dominio en la bicicleta y su historia personal como sobreviviente de cáncer.

Armstrong le dijo al personal "lo lamento", y tuvo que contener las lágrimas durante su discurso de 20 minutos, en el que lamentó la polémica que lo persigue pero no admitió haberse dopado.

También les pidió que continúen con la misión de la organización de ayudar a los pacientes de cáncer y sus familias.

Winfrey había dicho que no se guardaría nada en la entrevista y señaló que tenía 112 preguntas para el ciclista. Dijo que no todas fueron preguntas, pero sí muchas.

El jefe de la Agencia Estadounidense Antidopaje, Travis Tygart, calificó el programa de dopaje de Armstrong en el equipo U.S. Postal Service como "el programa más sofisticado, profesionalizado y exitoso en la historia del deporte". La agencia no respondió a las solicitudes de una reacción ante la confesión de Armstrong.

Durante su reinado, Armstrong no tenía piedad en fustigar a sus rivales, con ataques mordaces en público y radicando demandas en los tribunales.

Armstrong encara numerosos problemas legales, incluidas demandas de su ex compañero Floyd Landis, que lo acusa de estafar al equipo U.S. Postal Service, y del Sunday Times de Londres, que quiere recuperar los 500.000 dólares que le pagó tras perder una demanda entablada por el ciclista.

Muchos patrocinadores le dieron la espalda a Armstrong cuando fue despojado de sus títulos, a un costo de millones de dólares, y al poco tiempo el ciclista se marginó de la junta de Livestrong.