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El novato confiado de Baltimore

OWINGS MILLS -- Si los Baltimore Ravens necesitan un gol de campo en los segundos finales del Juego de Campeonato de la AFC, acudirán a un novato con poco respeto para la historia.

Justin Tucker lo sabe todo respecto al intento de 32 yardas que erró Billy Cundiff en enero pasado en contra de los New England Patriots, costando a los Ravens la oportunidad de forzar el tiempo suplementario con un viaje al Super Bowl hanging en juego.

Nada de eso molesta a Tucker.

"Lo que está en el pasado, está en el pasado", declaró el novato. "Cualquier cosa que haya pasado hace un año, dos años, cinco años 10 años o en las últimas semanas, todo eso es nulo y no cuenta porque ahora sólo tenemos una tarea por delante: derrotar a New England".

La falla de Cundiff en el Juego por el Campeonato de la AFC estuvo entre las jugadas más descorazonadoras en la historia de los Ravens. Con Baltimore abajo por 23-20 en el minuto final, Lee Evans dejó caer un pase en las diagonales antes de que el intento de Cundiff se abriera a la izquierda, terminando con la campaña de los Ravens.

"Yo lo superé justo después de que sucedió", dijo recientemente Cundiff, "porque creo que para poder tener éxito en esta liga, debes empezar desde cero todas las temporadas. No puedes arrastrar cosas, ya sean positivas o negativas, porque cada año es nuevo. ¿Me gustaría volver a tener esa oportunidad? Sí, definitivamente me gustaría".

Cundiff fue invitado al campamento de entrenamiento el verano pasado, y era favorito para imponerse sobre Tucker, un novato procedente de la Universidad de Texas. Pero el entrenador en jefe John Harbaugh eligió a Tucker, quien terminó validando la decisión convirtiendo todas las patadas decisivas desde septiembre hasta la Ronda Divisional.

Tucker se fue con 30 aciertos de 33 intentos en goles de campo durante la temporada regular, incluyendo intentos ganadores en contra de New England y los San Diego Chargers. La semana pasada, convirtió desde 47 yardas en el segundo tiempo extra para dar el triunfo a los Ravens por 38-35 sobre los sembrados Nº 1, Denver Broncos.

La precisión de Tucker es excedida únicamente por su seguridad en sí mismo. Si se le pide anotar para la victoria el próximo domingo por la noche, Tucker dijo que no dudará.

"Tendré confianza gracias a la rutina que seguimos", explicó Tucker. "Hacemos lo que sabemos hacer y hacemos aquello en lo que confiamos".

Morgan Cox centra el ovoide, Sam Koch lo coloca y Tucker patea. Tan sencillo como un 1-2-3.

Recordando la conversión del triunfo de Tucker frente a los Broncos, el entrenador de equipos especiales de los Ravens, Jerry Rosburg, dijo, "Él disfruta esos momentos. Se puede notar que él salió y no se sintió intimidado. Estaba listo para aprovechar la oportunidad. Realizó una gran patada después de un gran centro y una gran colocación. Fue divertido observar".

Tucker es un novato, pero sólo de nombre. Seguro, pateaba para la Universidad de Texas hace poco más de un año, pero luego de firmar como agente libre con Baltimore, se vio obligado a madurar apresuradamente.

"Me deshice un poco de la noción de novato cuando llegué, porque debí competir contra un tipo que fue muy exitoso", explicó Tucker. "Así que nunca me pude dar el lujo de patear o desempeñarme como un novato. Si en algún momento me permito pensar así, estaría fallándole a todos en este edificio".

Si Tucker entra al campo el domingo por la noche con la oportunidad de ganar el partido, sus compañeros de equipo probablemente no estarán pensando en el año pasado. Estarán pensando en la posibilidad de viajar a New Orleans.

"Este año, nunca me he sentido nervioso acerca de Justin Tucker convirtiendo un gol de campo", explicó el tackle nariz de los Ravens, Haloti Ngata. "Creo que todos pueden percatarse de que cuenta con mucha confianza y realmente patea bien. Creo que con eso, la gente simplemente cree en él".

Según Rosburg: "Tiene una personalidad muy confiada. Es un muchacho que tiene mucha confianza en todo lo que hace".

La patada de Tucker en contra de Denver salvó un día que de otra manera habría sido miserable para los equipos especiales de Baltimore. No solamente cedieron los Ravens un regreso de patada de despeje de 90 yardas para touchdown a Trindon Holliday, sino también permitieron un regreso de patada de salida de 104 yardas para anotación del mismo Holliday.

"Ciertamente estaba molesto", dijo Rosburg. "Cuando cedes dos touchdowns, eso es inaceptable en una temporadas, mucho menos lo podemos permitir en un juego. Somos muy afortunados, aquellos de nosotros en nuestra sala de juntas de equipos especiales, porque el resto del equipo jugó lo suficientemente bien para asegurar la victoria".

Una semana antes, los Ravens limitaron a los Indianapolis Colts a cero yardas en cuatro despejes y cinco patadas de salida. Rosburg citó bastantes razones para el colapso ante los Broncos, incluyendo vientos cruzados y tacleadas fallidas.

Afortunadamente para Baltimore, Tucker respondió en Denver. Los Ravens tienen la confianza de que, de ser necesario, lo volverá a hacer en New England.