Patricio Connolly 11y

#LaOtraCara: Vernet Basualdo

BUENOS AIRES -- Alberto Vernet Basualdo estaba destinado a ser el sucesor de Mario Ledesma con la camiseta 2 de Los Pumas. Así fue en la epopeya en el Mundial 2007, cuando el Oso fue la alternativa de lujo para ese puesto en el histórico Bronce. Sin embargo, las lesiones empezaron una y otra vez a complicarle el panorama. Y después de muchos intentos, el primera línea colgó los botines a fines de 2011. Volvió al país y su presente está lejos del rugby. En charla con Scrum, en la Sección #LaOtraCara, habló de cómo es su vida sin la ovalada.

- ¿Qué es de tu vida ahora?
- Empezando a laburar, me tocaba, je. Estoy bastante bien, ya laburando desde julio con mi viejo en lo que es la administración de campos.

- ¿Te gustaba eso?
- De chico me crié con eso. Hasta los 11 que viví en Lincoln estuve muy relacionado con el campo. Mi abuelo también hacía eso y cuando me vine a Buenos Aires lo dejé un poco. Iba poco y nada al campo. Cuando empecé el rugby en serio lo abandoné totalmente.

- El rugby quedó de lado totalmente en esta nueva vida...
- Bastante. Jugador nunca más. Estoy bastante golpeado, entre hombro, cuello y cadera. Cuando me retiré y dejé Toulouse sabía que no jugaba más. Ahí había tomado la decisión. Había luchado bastante, pero no quedaba mucha vida de jugador.

- ¿Fue difícil la reinserción en Argentina?
- Es bastante complicado. A mi me pasó estar muy apuntado al rugby, y el problema de volver acá es por la reinserción laboral. Personalmente desde los 21 años que estaba en los viaticados de la UAR, no tenía experiencia laboral. Tuve un par de meses diciendo qué hago, para qué lado apunto. Pensándolo en frío hablé con mi viejo y le comenté si podía laburar con él y no tuvo problema. Empecé a ver si era lo que me gustaba, y si podía ser mi rumbo post rugby. Y la verdad es que me gusta mucho. Encontré después del rugby un laburo que me gusta.

- ¿Te gusta mas que el rugby?
- Son dos cosas diferentes. En la vida tenés etapas. La de rugby como jugador se terminó y estoy en otra etapa. Laburar de otra cosa que no es rugby. No lo puedo comparar. Las dos cosas me gustan. No me puedo quejar de nada como jugador, todo lo contrario. Estoy feliz de haberla vivido, no cambiaría nada. Capaz alguna lesión, je.

- ¿Qué hobbies tenés?
- Golf jugué desde los 7, después dejé y a los 21 volví. Pero en Francia jugué cinco o seis veces nada más, así que lo tengo abandonado. Voy al gimnasio, pero tampoco tengo tanto tiempo. Viajo todas las semanas, salgo los martes y vuelvo los jueves o viernes. Tampoco es que me queda mucho tiempo para hacer deporte. Voy a correr, bicicleta, fierros poco y nada.

- ¿Alumni qué rol juega en tu nueva vida?
- Fui a verlo un poco en 2012, pero no mucho. Al estar tanto tiempo en la semana afuera, uno quiere estar en casa y cerca de su mujer, sino la patrona putea, je. Cada vez que puedo, voy. Estoy con ganas de dar una mano en el club, no fijo porque no me da el tiempo. Tratar de ir, una vez cada dos o tres semanas.

- ¿Se extraña Europa y Los Pumas?
- Sí, te juro que sí. Extrañás la vida de allá. Estábamos muy cómodos en Toulouse, haciando lo que me gustaba. Se cumplió una etapa, ya pasó. Pero se extraña la buena vida, je. Tenía más tiempo para hacer cosas, y me fascinaba jugar al rugby. Aunque tampoco es que fue fácil, era un club grande Toulouse y se hacía difícil jugar, y también tuve muchas lesiones.

- ¿Habías pensado retirarte tan joven en algún momento?
- Uno está tan en esa vorágine, y está jugando, que nunca pensé en retirarme. Luché mucho con el hombro para que quede impecable, y me hizo reflexionar un poco. En 2011 estaba buscando club, y ahí es como que fue un punto de inflexión.

- ¿Qué se disfruta más de vivir en Buenos Aires?
- Lo que más se disfruta hoy es la familia y los amigos. Y Buenos Aires, por más que sea un caos, es tu tierra. Tu cultura. Es otra cosa. Vivir en Europa es muy lindo, está todo impecable, pero no es tu país. Cuando uno está afuera, hay algunos que se adaptan más y otros menos, yo no voy a decir que estaba llorando en los rincones, pero extrañaba mi gente.

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