BUENOS AIRES -- Un tribunal egipcio condenó a muerte a 21 acusados por los incidentes registrados en febrero pasado en el estadio de fútbol de Port Said, donde 74 perdieron la vida. Tras el veredicto estalló la violencia.
Tras conocerse el veredicto, la violencia estalló en los alrededores de la prisión de Port Said, donde los familiares de los sentenciados han tratado de asaltar el recinto. Según el Ministerio de Sanidad, son ya 22 los muertos y más de 200 los heridos en los enfrentamientos en Port Said, informan medios europeos.
Un grupo de personas incendió una comisaría de policía y bloqueado la carretera que une la ciudad con la cercana Ismailia. La autoridad ferroviaria ha decidido suspender el servicio de tren en el municipio, mientras que el Ejército ha enviado tropas a la ciudad en un intento de recuperar la estabilidad, según ha informado el general del Estado Mayor Ahmed Wasfi a la agencia oficial Mena.
La Justicia egipcia condenó este sábado a muerte 21 personas por los disturbios ocurridos hace casi un año tras un partido de fútbol en Port Said y en el que hubo 74 víctimas fatales.
La sentencia fue dada a conocer en El Cairo y retransmitida en directo por televisión.
Un total de 73 personas, entre ellos policías y funcionarios deportivos, fueron acusados de asesinato con premeditación o de negligencia. Ninguno de los condenados hoy a muerte era policía.
La sentencia de los 52 acusados restantes se dará a conocer el próximo 9 de marzo, según informaron los jueces, tal indica DPA.
La tragedia ocurrió tras un partido celebrado en Port Said el 1 de febrero de 2012, cuando se desencadenaron enfrentamientos entre seguidores del equipo local, Al Masri, y del visitante Al Ahli.
Tras conocerse la sentencia, en Port Said decenas de personas se enfrentaron a la policía al intentar asaltar la prisión donde se encuentran los acusados. Las fuerzas de seguridad emplearon gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, según informó la televisión estatal.
En El Cairo aficionados al fútbol y familiares de las víctimas celebraron las condenas a muerte.
Decenas de seguidores del Al Ahli se reunieron en la capital del país para festejar la decisión de los tribunales. Las familias de los fallecidos, que siguieron la lectura de la sentencia en la sala de juicios, lanzaron gritos de "Alá es grande" al escuchar las palabras de los jueces.