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BUENOS AIRES -- El volante ofensivo Paulo Rosales se despidió este jueves de sus compañeros de Independiente en Villa Domínico, con lo cual se mantuvo firme en dejar el club pese a los requerimientos del entrenador Américo Gallego. El jugador ni siquiera entrenó y ni habló con el entrenador, que lo necesitaba ante la lesión en una costilla que sufrió Luciano Leguizamón. Sin embargo, ante un ofrecimiento del Bahía, de Brasil, Rosales comenzó su gestión días atrás para dejar Independiente. Pese a que Gallego lo tenía en cuenta para formar un doble enganche con Daniel Montenegro ante la lesión de Leguizamón, Rosales se mantuvo, aún ante los pedidos del presidente Javier Cantero, quien finalmente allanó el camino de su salida al saber que la intención del futbolista era dejar el club. En el semestre en que Independiente se juega su permanencia en Primera División, categoría en la que nunca faltó, el comienzo del año no fue el mejor. A tres días del comienzo de la actividad oficial, ya que el domingo jugará ante Tigre el partido pendiente por tres puntos valiosísimos, Gallego solo tiene un refuerzo: Rolfi Montenegro.
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