<
>

"Es una linda responsabilidad"

Mónaco, el N°1 de Argentina ante Alemania Fotobaires

BUENOS AIRES -- Hay presión, claro. Pero la experiencia es el mejor aliado para estos momentos. Juan Mónaco, con 12 series disputadas, se escuda en sus presencias desde 2004 para ponerle el pecho a la situación en Copa Davis. No obstante, en esta ocasión la historia viene distinta para él, ya que será el N°1 del país en la serie. "Es una linda responsabilidad", resalta Pico.

El sorteo, caprichoso a veces, le hará extender la ansiedad por unas horas a Mónaco, 12° de la ATP. Su tiempo de salir a la cancha será el segundo turno del viernes ante el alemán Florian Mayer, 28° del planeta y clave en la victoria en el playoff ante Australia, en Hamburgo, por sus triunfos en los singles ante Bernard Tomic y Lleyton Hewitt.

Así, el destino puso a Mónaco frente a una situación complicada, casi tanto como la serie que afrontará junto a su país en el Mary Terán de Weiss. Su rival del viernes parece tenerle tomado el tiempo, por lo menos así lo dice el historial: 5-1 para el alemán, quien ganó cuatro de los cinco -los últimos dos en 2011- sobre clay.

"No tengo un buen récord ante Mayer, pero esas rachas están para romperlas", resalta el tandilense, sin darle mucha importancia pero sí teniendo bien en cuenta cómo es su head-to-head ante el germano. "Las circunstancias del partido me podrían favorecer. Que sea al mejor de cinco set, sobre polvo de ladrillo y de local creo que son cosas me vienen mejor", explica Mónaco al respecto.

Mayer, vale decir, es un jugador distinto, para llamarlo de alguna manera. Cuenta con una gran variedad de golpes, que no siempre son muy afines a la vista. Movimientos poco estéticos, con un repertorio lleno de cambios de ritmo y con un estrambótico revés con slice a dos manos. Una verdadera perlita en el circuito.

Mónaco le trazó un cierto paralelo con el talentoso francés Fabrice Santoro, ya retirado. Y el alemán, consultado, se sintió honrado. Sus gestos lo dejaron muy en claro ante la traducción de la pregunta en la conferencia de prensa. Una mueca como "es demasiado" imposible de disimular fue acompañada por un puñado de palabras mezcladas con una risa nerviosa. "Quizás. Antes, tiraba más slice y drop. Hoy, por el ritmo de juego, no se puede tanto", remarcó el teutón al respecto.

El argentino, con ocho victorias en singles (igual cantidad de derrotas), tiene sobre sus espaldas la gran proeza de allanar el camino argentino en la serie, sin Juan Martín del Potro (baja por decisión propia) y sabiendo que a su lado está el copero David Nalbandian listo para el dobles y preparadísimo para el quinto punto de la serie en caso de ser necesario.

"Va a ser una serie complicada, pero tenemos mucha confianza", explica Pico, quien rápidamente remarca que "le tengo mucha fe a Charly en el primer punto". Seguramente esa misma sensación de respaldo sintió él de parte del grupo en Bamberg, el año pasado, cuando le tocó abrir contra Philipp Petzschner y se impuso en sets corridos previo al 4-1 para avanzar a cuartos de final. De esa experiencia, tal como remarca, se nutrió y hoy es él quién la reparte dentro del equipo.

En perfectas condiciones físicas, luego del trago amargo sufrido en Australia, donde no llegó al 100% al primer Grand Slam de la temporada, Mónaco se ilusiona. "Intensifiqué los entrenamientos en los últimos días, con sesiones de tres horas o tres horas y media. Me motiva representar al país", señaló el argentino, quien no lo dudó y dijo, para finalizar a pleno entusiasmo, que éste "va a ser mi primer gran partido del año". Un gran desafío personal para Pico, sin dudas.