Emmanuel Quispe 11y

"Guille" Franco soñaba su adiós

BUENOS AIRES -- Se le nota relajado y se expresa con mucha naturalidad sobre su adiós al balón, esa etapa a la que muchos futbolistas se resisten y algunos como el brasileño Ronaldo la afrontan con resignación como su "primera muerte". No es el caso de Guillermo Franco, quien se manifiesta feliz de todo lo que ha cosechado en casi 18 años de carrera.

En entrevista exclusiva con ESPN, el exdelantero argentino-mexicano expone las razones que lo llevaron a darle punto final a un recorrido que inició en San Lorenzo de Almagro en 1994, siguió con gloria en Monterrey, que lo llevó sin tanta suerte por Villarreal de España y West Ham de Inglaterra, con un posterior repunte en Vélez Sarsfield y que culminó con una temporada desgastante y con poca acción entre Pachuca y Chicago Fire de la MLS.

"Volví a Argentina pensando a ver qué surgía; pero también pensando que ya está, ya estuvo bien lo del fútbol", manifiesta de arranque el nacido en Corrientes hace 36 años, quien reconoce haber tenido ofertas importantes de clubes de México y Argentina que jugarán Copa Libertadores de América
.

"El 2012 fue un año pesado y especial porque me fui a un proyecto aparentemente de dos años [en Pachuca] y querían que me retirara en ese club. De repente me cambiaron todo y ya me salí. Lo que yo quería para el final era establecerme en un lugar y dejar quieta a mi familia, pero no lo pude hacer, entonces eso también me cansó", explica.

Después de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, Franco terminó saturado y decidió meter una pausa de seis meses sin jugar que lo revitalizó para encarar el último tramo de su carrera y no verse sobrepasado por este momento que le ha llegado.

"Me he ido preparando, escuchando testimonios de jugadores que dejaban la carrera y que les costaba muchísimo el día a día, muchos que caían en depresión. Me fui preparando entendiendo que mi carrera futbolística se iba a terminar, pensando que uno es joven y que tiene muchas cosas para hacer", relata el campeón con Rayados del Clausura 2003 y de la Copa Oro 2009 con la Selección de México.

Sus últimos minutos en cancha con la camisa de Chicago Fire, Franco los recuerda con cierta gracia por las circunstancias particulares que le tocaron vivir.

"Quería experimentar la MLS, conocer la liga y darle la posibilidad a mi familia de vivir en Estados Unidos. Hasta que llegué, me acomodé, me dieron la visa de trabajo, quedaban cinco fechas; jugué un partido que entré de suplente; al otro partido que entré de suplente tuve la mala fortuna que me patino, se me va el pie arriba, me expulsan a los cuatro minutos de ingresar y me dieron dos fechas de suspensión; me quedaba un solo juego y cuando entro también de suplente, un defensor se me cae encima y me fractura un dedo. ¡Más no me podría haber pasado!", dice sonriente.

No obstante, El Guille se da por satisfecho por haber constituido una trayectoria que nunca se propuso desde pequeño y que fue gestando con sacrificio: "Tengo la bendición de Dios de hoy terminar mi carrera y ser una persona que está equilibrado en cuanto a familia y en lo económico; me retiro sano, sin problemas físicos. Las cosas que me plantee para mi carrera las alcancé y creo que eso es lo que va a perdurar en el tiempo".

¿Qué le espera ahora al Guille? Ni él lo sabe. Aunque reconoce que pasó mucho desde que se sentó frente al televisor a ver un partido de fútbol porque "me quiero desconectar de todo eso", Franco cree que pueda tener en el futuro algún rol vinculado al deporte, como agente de jugadores o trabajando en las fuerzas básicas de alguna entidad.

Por lo pronto, lo concreto es que invierte cada instante en la vida familiar: "Soñé mucho con este momento, de quedarme quieto. Soñé mucho con tener mi tiempo; en levantarme y desayunar con mis hijos; en poder llevarlos al colegio; en poder ir de campamento, y me voy a dedicar a disfrutar de mi familia".

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