Beckley Mason 11y

Knicks quieren destronar al Heat

Amar'e Stoudemire está sano, en la cancha, y colaborando mucho. Raymond Felton ha regresado y está aportando nuevamente la penetración con dribbling que los Knicks tanto echaron de menos durante su prolongada ausencia debido a una lesión en la mano. Aparte de Rasheed Wallace, quien jugaría solamente minutos contados con Stoudemire de vuelta, los Knicks están enteros.

Sus diversas alternativas para anotar abrumaron a un conjunto de Detroit que estaba tratando de integrar a su nuevo base José Calderón, quien no había practicado con el equipo antes de hacer su debut el lunes por la noche. Además de la novedad de jugar con Calderón, los Pistons tal vez hayan sentido el efecto de la pérdida de Tayshaun Prince, el Piston con más antigüedad, en el mismo intercambio.

El base Will Bynum de Detroit confesó que no tenían intenciones de anular la potente ofensiva de New York. "Con un equipo como ese, debes estar dispuesto a ceder algo", dijo Bynum.

Los Knicks, liderados por los 27 puntos de Carmelo Anthony, aceptaron con gusto el ofrecimiento de los Pistons.

"Esta noche dejamos que los chicos que querían vencernos, nos vencieran", dijo Bynum, "y ese es Melo".

New York impuso una ventaja de 20-6 durante los primeros siete minutos y llegó al descanso 58-36 arriba. No fue una primera mitad particularmente acelerada; los Knicks simplemente parecían anotar cada vez que avanzaban por la cancha. Desde el punto de vista de la eficiencia, el segundo cuarto fue casi perfecto. En este período, New York no lanzó ni un solo tiro de dos puntos fuera de la pintura. Todo fue alrededor del aro -- donde brotan las faltas y las canastas fáciles -- o bien desde la línea de triples, donde los Knicks son el segundo equipo más certero de la liga.

New York utilizó su ofensiva abierta de pick-and-roll para deshacer la defensa de los Pistons y clavar 10 triples en la primera mitad gracias a su dinámico movimiento de balón. Cuando la ofensiva de los Knicks está realmente enchufada, los jugadores no parecen estar improvisando, aunque, por supuesto, sí lo están. Es más bien como si estuvieran recitando un guión que pide un tiro abierto tras otro.

El entrenador Mike Woodson dijo que espera alcanzar al Miami Heat, que supera a los Knicks en la Conferencia Este por apenas medio juego, antes del receso por el Juego de Estrellas. Alcance o no esta meta en particular, New York ciertamente tendrá la oportunidad de terminar la temporada con la mejor marca del Este si puede mantenerse saludable.

Aunque no puede ser exactamente lo que los Knicks imaginaron cuando juntaron a Anthony, Tyson Chandler y Stoudemire en el 2011, deben estar contentos con los resultados ahora que todos los integrantes de la zona frontal más costosa de la NBA están jugando. Los Knicks estarían encantados si la actuación del lunes pasa a ser el rendimiento normal.

Además de las brillantes anotaciones de Anthony, Chandler se convirtió en el primer Knick desde Willis Reed en 1969-70 en bajar 20 rebotes en tres partidos consecutivos. Tal vez se inspiró en una reunión con Mike Woodson hace algunos partidos para hablar de "tomarse descanso en algunas jugadas".

Stoudemire, por su parte, tuvo otra gran actuación de 20 puntos con ocho aciertos en 14 intentos -- su 10° partido consecutivo con una efectividad de campo del 50 por ciento. Está anotando con la misma eficiencia de siempre, pero ahora como un súper reserva. Al no ser el punto focal de la ofensiva, Stoudemire suma profundidad sin forzar al resto de su equipo a adaptarse tanto a su presencia. Le da un impulso a J.R. Smith y a la unidad del banco de los Knicks, y ha demostrado ser un anotador confiable en el poste bajo, sobre todo desde el bloque izquierdo.

Aunque Stoudemire se hizo un nombre en la NBA como volcador híper-atlético, por estos días se apoya más en su excelente movimiento de pies y su toque suave.

"Amar'e es un jugador diferente", dijo Woodson. "No es ese tipo unidimensional de pick-and-roll o de pick-and-pop".

Woodson dijo que Stoudemire se ha transformado en "otro hombre que podemos poner en el poste bajo que puede atraer marcas dobles y abrir el balón a compañeros con posibilidad de convertir".

Como pudieron ver los Pistons, los Knicks tienen muchos jugadores capaces de acertar esos tiros.

Con una alineación saludable, New York ahora tiene esa profundidad, al menos del lado ofensivo, tan fundamental para tener éxito en la temporada regular.

¿El primer sembrado del Este es un objetivo realista? Las cosas se pondrán más difíciles ya que New York cerrará la temporada con 21 de 36 partidos fuera de casa, y los Knicks tienen un porcentaje de campo y de triples significativamente peores en calidad de visitantes.

Y los Knicks todavía dejan cabos sueltos en defensa de vez en cuando. Era evidente que los Pistons querían apuntar contra Stoudemire durante la segunda mitad, y lo hicieron con éxito con Greg Monroe en aislamiento o en pick-and-rolls altos. Si la estrategia de New York en este extremo, a la que el entrenador de los Pistons, Lawrence Frank, se refirió como "conmutaciones al azar", puede sobrevivir una dura serie de postemporada aún no resulta claro.

Si logran superar a Miami, probablemente será porque la ofensiva ha mantenido su gran eficiencia. El sencillo análisis posterior al partido de Anthony bien podría resumirlo:

"Tenemos tantas amenazas. Cuando anotamos así, para los equipos es difícil detenernos".

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