DOHA -- No solo el pase a las semifinales del torneo de Doha estará en juego este viernes para Serena Williams. De imponerse en su duelo ante la checa Petra Kvitova, la estadounidense volverá a ser de manera oficial la N°1 de la WTA.
Las variables ya se advertían en la previa: Victoria Azarenka (actual líder de la clasificación), María Sharapova y la propia Serena podían llegar a lo más alto del ranking en Catar. La menor de las Williams era la que tenía el cuadro de posibilidades "más accesible"; en otros términos, dependía de ella misma: con llegar a las semifinales, se aseguraría (se asegurará) el N°1. Azarenka necesita que eso no ocurra y que su camino continúe hasta la final. Para que la rusa alcance la cima no debe pasar nada de lo anterior y que el trofeo lleve grabado su nombre.
Así las cosas, Serena no se hace demasiado problema por los números. "Sería algo genial, obviamente lo ambiciono; pero no es lo único que me motiva. Si pasa, bárbaro, pero si no, no me voy a perder de nada", contaba en la previa.
Además de Williams-Kvitova, los cuartos de final de Doha mostrarán a Azarenka ante la italiana Sara Errani, a Sharapova frente a la australiana Samantha Stosur y, en el único duelo abstraido de la pelea por el N°1, a la polaca Agnieszka Radwanska contra la danesa Caroline Wozniacki, precisamente quien le había "robado" la corona a Serena en 2010.