BUENOS AIRES -- "Tiempo, ganas, confianza, suerte, un poco de todo". La receta sale de boca de Tommy Robredo y busca resumir en términos concretos un desafío que el español afronta con particular ambición: recuperar un lugar entre los mejores del mundo. A poco de cumplir 31 años, el ex N°5 del planeta sigue subiendo escalones en su regreso al circuito luego de ocho meses de ausencia por una operación en la pierna izquierda y, con base en títulos y finales Challengers de 2012, ya figura de nuevo en el Top 100 (está 95°).
"Quiero llevar mi ranking arriba de todo, que es donde me he sentido cómodo siempre y donde quiero estar. 90, 100...nunca he estado ahí por demasiado tiempo", enmarca el jugador. En efecto, a los 18 años Robredo ya era Top 100 y pocos meses después orillaba la 30ª posición. Curiosidades de un momento de su carrera que también lo llevó de nuevo al segundo circuito de la ATP, donde recomenzó su camino y sumó puntos importantes para trepar rápido en la clasificación.
"Desde junio he estado haciendo un esfuerzo muy grande, pasé del puesto 500 al 110. Y hasta esa fecha no tengo ningún punto para defender, lo que me da opciones de estar más arriba. En su momento subí muy rápido, no sé si ahora será igual o si directamente no subiré. Pero todo se da con calma, sin presión: a disfrutar día a día y ver hasta dónde puedo llegar", explica el español. "Cada día es un sueño, cada partido que pueda ganar, cada punto que pueda sumar", le decía a ESPNtenis.com en septiembre pasado. La chispa sigue estando.
"La pena de estar en un ranking así -agrega- es que me puedo cruzar muy rápido con los favoritos. He tenido la suerte esta vez de debutar con jugador de la previa (por el portugués Gastao Elias, a quien venció en sets corridos), pero tranquilamente me puede tocar el N°1 del torneo". Robredo lo firma casi con bronca. En su vuelta ya a torneos ATP, solo una vez pudo superar una segunda ronda y por delante suyo pasaron verdugos de la talla de Haas, Nishikori o Verdasco.
En esta ocasión, tendrá enfrente al argentino Diego Schwartzman (166°), que le evitó un nuevo enfrentamiento temprano con un preclasificado. Es que el chico de Villa Crespo, invitado por la organización, tumbó en el debut a Thomaz Bellucci (cuarto cabeza de serie), en lo que encima resultó su primera victoria ATP. "Lo vi jugar un poco el lunes, me pareció un jugador muy sólido", lo elogió Robredo. "Promete mucho, pero espero que no cumpla frente a mí", cerró entre risas.