Enrique Rojas 11y

El 'jogo pequeno'

BRISTOL -- Contrario a lo que dice una abrumadora mayoría, Barry Larkin no ve a Brasil como un relleno en el Clásico Mundial de Béisbol.

"Mi equipo respeta el juego, tiene orgullo y quiere ganar", dijo Larkin a ESPNdeportes.com. "Me siento feliz de tener un equipo como este", agregó.

El antiguo torpedero y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown sorprendió a muchos, incluyendo a casi 200 millones de brasileños, cuando derrotó a súper favoritos como Colombia y Panamá en las eliminatorias de noviembre pasado para guiar a Brasil al principal campeonato de béisbol de naciones.

Mientras el "jogo bonito" ("juego lindo") es la marca de fábrica brasileña en el fútbol, en béisbol es el "jogo pequeno" ("juego pequeño"), aquel que en lugar de fuerza y vistosidad, depende de ejecutar los fundamentos y hacer las pequeñas jugadas.

"Jugamos bien, poniendo mucha atención al juego pequeño", dijo Larkin. "Jugamos buena defensa, pitcheo, tocamos bien", agregó el capataz de la selección carioca.

Brasil debutará en el Clásico Mundial enfrentando a Japón el 2 de marzo en Fukuoka, Japón, donde estará el grupo A en la primera ronda. Cuba y China completan el cuadro, que clasificará dos conjuntos a la segunda ronda, a celebrarse en Tokio, la capital nipona, desde el 8 de marzo.

Japón, que ganó los primeros dos clásicos, en 2006 y 2009, y Cuba, finalista hace siete años, son los dos grandes favoritos para sobrevivir la etapa y enfrentar a los dos mejores del grupo B (Australia, Corea, Holanda y Taiwán), que jugarán la primera ronda en Taiwán.

Con el retiro del torneo del receptor Yan Gomes esta semana, Brasil no solamente perdió a uno de sus mejores jugadores, sino que además el grupo se quedó sin representantes en las Grandes Ligas. Gomes, quien fue cambiado de Toronto a Cleveland en la temporada muerta, es el primer ligamayorista brasileño de todos los tiempos.

Contrario a Cuba y Japón, que cuentan con una cultura centenaria en el béisbol, o China, que está dando pasos agresivos para desarrollarse como potencia asiática en ese deporte, Brasil es un país de fútbol con poca a o ninguna tradición en pelota de alta competición. Curiosamente, inmigrantes japoneses introdujeron el béisbol en Brasil hace más de un siglo y muchos descendientes de orientales son los mayores practicantes de la disciplina en el país más grande de América del Sur. Eso incluye un alto porcentaje de la selección nacional de mayores.

"En Brasil el fútbol manda, es el deporte que se queda con los mejores atletas", dijo Larkin, quien se involucró con el béisbol brasileño hace tres años, cuando fue con una delegación de Grandes Ligas que ofreció clínicas allí. Las autoridades le ofrecieron el cargo de dirigente y Larkin aceptó.

En noviembre, Larkin y su pandilla de desconocidos con dos semanas de entrenamientos sorprendieron a muchos, incluyendo a los organizadores del Clásico Mundial, cuando dejaron fuera a Panamá en su propia casa en las primeras eliminatorias en la historia del evento. Brasil quedó invicto, derrotando a Panamá, dos veces, y Colombia, que tenían en sus rosters a tipos como Carlos Lee, Carlos Ruiz y Edgar Rentería.

"Muchas cosas han cambiado en tres años, ahora nuestro equipo es muy popular", dijo Larkin sobre la respuesta de los brasileños a la clasificación al Clásico Mundial. "Cuando regresamos de Panamá, mucha gente se enfocó en nosotros. Todos apoyan a a los ganadores", dijo.

En el borrador original de los organizadores, el ganador de las preliminares de Panamá jugaría contra República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico en el grupo C de San Juan. Pero cuando Colombia y Panamá fueron eliminados, España fue mandado al grupo C y Brasil a Japón.

"Solamente pensar que jugaríamos contra esos monstruos en Puerto Rico, me preocupaba. Tenemos más oportunidades de avanzar jugando en Japón, pero no me preocupo por rivales. Debemos jugar limpio, enfocado y hacerlo cada perfecto", dijo Larkin.

La fortaleza brasileña es el pitcheo, que tuvo una asombrosa efectividad de 0.67 (2 carreras limpias en 27 innings), aunue contra una competencia inferior, en Panamá. Los abridores Rafael Fernández y Oscar Nakaoshi y los relevistas Murilo Gouvea y Gabriel Asakura fueron imbateables en las eliminatorias.

El antesalista Leonardo Reginatto y los jardineros Thiago Magalhaes y Paulo Orlando tendrán que cargar con una ofensiva que mostró poco poder, pero mucha efectividad en Ciudad Panamá. La artilleria de Larkin no produjo jonrones, pero bateó .316 y anotó 11 carreras en tres partidos.

"Jugamos el juego pequeño y lo hacemos bien", dijo Larkin.

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