Billy Russo 11y

Quiere mejorar con el guante

LAKELAND -- Pensar que a Miguel Cabrera aún le faltan cosas por lograr en el beisbol, quizás sea un absurdo. Al final de cuentas se trata del último triple coronado del beisbol, del hombre que en su primer juego en Grandes Ligas dio un cuadrangular, que en esa misma temporada del 2003 le dio un jonrón, en la Serie Mundial, a Roger Clemens y luego se coronó como campeón, con los Marlins de Florida. Ese es el mismo pelotero que tiene dos títulos de bateo, de vuelacercas, de carreras remolcadas, además de cuatro Bates de Plata y, desde luego, un premio Jugador Más Valioso.

Sin embargo, el venezolano, sentado a sus anchas -- desparramado en la silla, con sus extremidades extendidas y relajadas -- en el clubhouse del complejo primaveral de los Tigres de Detroit, en Lakeland, Florida, asegura que todavía hay muchas cosas por hacer, porque "no es tanto lo que yo he hecho en el beisbol, sino lo que quiero seguir haciendo, lo que quiero seguir aprendiendo y mejorando, porque en realidad uno tiene una carrera corta", dijo.

Es común escuchar a Cabrera señalar entre sus objetivos anuales mantener la consistencia de su ofensiva y obtener un anillo de campeón. Pero en esta ocasión, y quizás no para esta temporada, aunque sí a futuro como él lo ve, señaló una meta que a muchos le hará mofas: ganar un Guante de Oro.

Esa no será, sin duda, una misión fácil para el tercera base de los Tigres. Él lo sabe, de ahí que no haga sentencias temerarias en cuanto a un tiempo en específico para alcanzar esa meta, que lo terminaría de colocar en otra dimensión, pues ya no solo sería reconocido por su bateo, lo que no le desagrada, pero que sí le incomoda, pues siempre se ha propuesto ser un pelotero integral y no uno que solo sea reconocido por un aspecto del juego.

"Me gustaría ganar un Guante de Oro, pero ese es un trabajo largo que hay que hacer y que depende del esfuerzo que uno haga cada año y de la dedicación que uno tenga", dijo el número 24 de los bengalíes.

Rafael Belliard, coach de infield de la novena de Detroit, tiene la convicción de que Cabrera tiene las herramientas para destacar con el guante y en algún momento lograr su objetivo.

"Él tiene buenas manos y sabe moverse. Este año van a ver que estará más suelto y cómodo en la tercera base, porque ya tiene la experiencia de la temporada pasada, en la que se estaba adaptándose a la posición", dijo Belliard.

En el 2012 el venezolano fue el tercera base con el sexto promedio de fildeo más elevado de Grandes Ligas, con .966, producto de 13 errores en 383 lances. Además fue el segundo con más doble plays (31) y tercero con más entradas jugadas en la posición. Sin embargo, su UZR (Ultimate Zone Rating, estadística que se encarga de medir el alcance de un pelotero en su posición) fue el peor, con -10. Lo que quiere decir que muchas de las conexiones que fueron por sus predios fueron hits.

Cabrera ha vivido en un constante proceso de adaptación defensivo en su carrera. Luego de ser firmado como campocorto, pasó a jugar en la antesala, luego en los jardines, primero en el derecho y luego en el izquierdo. Después volvió a la tercera, pasó a la inicial y regresó a la esquina caliente, en esta última ocasión para permitirle al equipo firmar a Prince Fielder.

"Eso no me ha ayudado para que me caractericen como un buen jugador defensivo, porque nunca me han visto en una posición fija", expresó el venezolano, quien durante este spring training ha enfocado su trabajo en la antesala en las conexiones cortas, que requieren desplazamiento hacia delante y en ocasiones tomar la bola con la mano limpia y lanzar en la carrera.

Un anillo para disfrutarlo más

Pese a tener la fortuna de ya poseer un anillo de campeón y de haber disputado dos Series Mundiales, mientras centenares de peloteros en la historia de las Grandes Ligas se han retirado sin siquiera haber visto acción en una postemporada, Cabrera declara constantemente que volver a obtener un cetro es su máxima meta colectiva.

Eso no solo pudiera demostrar la esencia competitiva del tercera base, de 29 años de edad, quien está acostumbrado a ganar, algo que aprendió desde adolescente en su natal Maracay, Venezuela, y que se le arraigó en su primer año en las mayores, cuando fue campeón con los Marlins y se le reforzó con los Tigres de Aragua, en la pelota invernal, donde fue campeón en cuatro ocasiones.

Todo esos títulos, al parecer, le llegaron muy temprano en su carrera y aunque los disfrutó todos, quizás no estaba lo suficientemente maduro para entender lo significativo de cada uno de esos logros. De allí que el deseo de obtener un título, luego de nueve campañas en las Grandes Ligas sea tan grande.

"El sabor -- de todos esos campeonatos logrados en el pasado -- quedó ahí. Todo eso me lleva a tratar de hacer lo mismo aquí en Detroit. Hemos tenido equipos buenos y hemos estado en la pelea, pero todavía no hemos podido ganar. Ya llevamos dos años seguidos yendo para los playoffs, esperemos que este año lo podamos repetir y corramos con mejor suerte para ganar ese anillo", dijo Cabrera, quien quedó decepcionado al culminar la campaña pasada, en la que fueron barridos en la Serie Mundial, por los Gigantes de San Francisco.

Las expectativas del tercera base, en relación a los Tigres, son altas para esta campaña, en la que contarán con el regreso de Víctor Martínez y con Torii Hunter, quien fue contratado en la temporada baja. Además el equipo cuenta con un sólido staff de abridores, encabezados por Justin Verlander y completado por Doug Fister, Max Scherzer, Aníbal Sánchez y el ganador del quinto puesto entre Drew Smyly y Rick Porcello.

"Lo importante no es cómo nos veamos en el papel, sino lo unido que está el equipo. La gente ya sabe lo que tiene que hacer. Hay muchas cosas que se ven mejores en la dinámica de nosotros y eso lo vamos a reflejar este año. Hablamos entre nosotros y nos propusimos jugar más consistente", dijo Cabrera antes de agregar: "Víctor significa mucho, porque no solo ha sido un líder aquí, sino en Cleveland y en Boston, cuando estuvo con ellos. Él nos ayudó mucho cuando estuvo aquí el primer año, porque nos hacía estar listo para cada juego, para cada situación. Es un ejemplo para todos nosotros, por la forma en la que él trabaja, en la manera en la que él sale a jugar pelota todos los días. Eso se vio ese año en el que él estuvo, porque ganamos la división faltando un mes o tres semanas".

Cabrera espera que esa experiencia se repita este año. Sin embargo, para él lo importante es el día a día, el no proyectar a futuro sin antes tener un suelo firme para soportarse y del cual comenzar a hacer camino. Eso, según asegura, lo ha aprendido en su carrera y le ha servido para todos sus logros.

"En realidad he aprendido muchas cosas que me han ayudado: tratar de llevar las cosas día a día, tratar de llevar las cosas con calma, porque del apuro no sale nada bueno. He aprendido a sacarle provecho a lo que uno está haciendo cada día, por eso no trato de hacer mucho pero sí de producir más, así no me meto presión, porque no soy yo el que tiene que cargar con el equipo, hay otras figuras que también pueden hacer su trabajo. Si cada quien se preocupa de hacer las pequeñas cosas, al final del día y de los juegos, esas cosas van a ser grandes y podemos ganar más partidos", expresó el último triple coronado del beisbol.

^ Al Inicio ^