INDIANAPOLIS – Hace un año, en el Combinado de Talento de la NFL, los Dallas Cowboys estaban en el proceso de enamoramiento con el esquinero, Morris Claiborne.
Los Cowboys eventualmente escalaron ocho lugares en el draft, hasta la sexta posición global, para elegir a Claiborne.
Claiborne inició 15 partidos como novato y terminó con una intercepción y 64 tacleadas. También terminó en segundo lugar, detrás de Brandon Carr, en pases desviados con ocho.
"Cualquier novato que entra a jugar como esquinero va a tener problemas al principio", declaró el vicepresidente ejecutivo, Stephen Jones. "Muy pocos llegan y juegan en gran nivel. Creo que Mo hizo un tremendo trabajo. Creo que sólo mejorará, se hará más fuerte y entenderá mejor el juego".
Una parte importante en el desarrollo de Claiborne en su segundo año será que adquiera más fuerza. La cirugía en la muñeca que se le practicó después del combinado de talento del año pasado evitó que Claiborne participara en un programa de temporada baja completo.
Si bien el cambio a una formación 4-3 no cambiará mucho a la secundaria, se les pedirá a los esquineros que hagan más en la defensiva terrestre bajo la dirección del nuevo coordinador, Monte Kiffin.
"Si vieron a Morris el año pasado, él no tiene miedo de meter la cara y taclear rivales", señaló el entrenador de la defensiva secundaria, Jerome Henderson. "Tiene que ganar fuerza. Hubo momentos en los que tuvo problemas enfrentando a los receptores abiertos porque no era lo suficientemente fuerte. Creo que parte de eso fue debido al hecho de que no pudo levantar pesas toda la temporada baja y ganar fuerza en la parte superior de su cuerpo. Esa es una de las cosas de las que voy a hablar con él cuando vuelva. Tenemos que volvernos más fuertes porque ahora vamos a pedirle que haga aún más.