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En busca de la reivindicación

El III Clásico Mundial de Béisbol podría abrirle nuevamente las puertas de las Grandes Ligas al derecho Chien-Ming Wang.

El pitcher de 32 años, que en su momento fue una estrella con los Yankees de Nueva York, es la principal figura de la selección de China Taipei en el certamen que comienza el próximo 2 de marzo.

Ya los propios Yankees anunciaron que estarán mirando el desempeño del serpentinero con vistas a una posible contratación del hoy agente libre.

Pero no es Wang el único en el róster taiwanés con experiencia en el béisbol profesional estadounidense.

Los también lanzadores derechos Yao-Lin Wang y Hung-Wen Chen militan en las Ligas Menores de los Cachorros de Chicago, mientras que Chia-Jen Lo lo hace en la organización de los Astros de Houston.

También a los Astros pertenece el guardabosques Che-Hsuan Lin, quien ya tuvo una breve presencia en las Mayores con los Medias Rojas de Boston el pasado año.

Además, en las filas de la selección de China Taipei figuran los serpentineros Yi-Hao Lin (derecho) y los zurdos I-Cheng Wang y Yao-Hsun Yang, quienes junto al jardinero Dai-Kang Yang, juegan en el béisbol profesional de Japón.

Para los peloteros taiwaneses, el Clásico es una oportunidad para tratar de reivindicarse ante su afición, luego de que su liga profesional se haya visto severamente empañada por escándalos de arreglos de partidos por la intromisión del crimen organizado del país.

En algún momento incluso se llegó a pensar en la cancelación del torneo profesional, debido a las supuestas amenazas que varios jugadores recibieron de los apostadores para que se rindieran a sus exigencias de amañar los encuentros.

Ahora quieren hacer borrón y cuenta nueva, con el Clásico como trampolín.

Para ello tratarán de aprovechar su condición de sede del grupo B en la primera ronda del torneo, donde recibirán a las escuadras de Sudcorea, Australia y Holanda.

A pesar de haber sido designados de antemano como anfitriones de una de las llaves de la ronda inicial, los taiwaneses tuvieron que ganar su boleto al Clásico en un torneo clasificatorio en Taipei City en noviembre pasado ante las escuadras de Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia.

En esa ocasión, los locales arrollaron a sus rivales, al no permitir carreras en ninguno de sus tres partidos y anotar un global de 35 anotaciones.

Sin embargo, volvió a florecer un escándalo y la Federación Nacional se vio obligada a ofrecer disculpas, luego de que se descubrieran observadores enviados para espiar a la selección sudcoreana, sin dudas la más fuerte que enfrentarán en la llave B.

Por lo pronto, ya el equipo lleva semanas entrenando e incluso derrotó 6-5 a Cuba en partido preparatorio a inicios de esta semana, pero cayó este viernes 20-11 en un partido de ofensiva abundante y pobre pitcheo por ambos lados.

Estos resultados podrían tomarlo los más optimistas como una señal de recuperación de un prestigio y calidad que no le es ajeno al béisbol taiwanés en la arena internacional.

En sus vitrinas, China Taipei atesora un subtítulo olímpico en Barcelona 1992, cuando cayó en la final precisamente ante los cubanos, además de una medalla de plata y tres de bronce en las desaparecidas Copas Mundiales.

Sin embargo, en los Clásicos les ha ido muy mal y en ambas ocasiones anteriores los taiwaneses no pasaron de la primera ronda.

En la primera edición del 2006 ocuparon el puesto 11 entre 16 participantes y el decimocuarto lugar en el 2009, donde incluso sufrieron la que quizás haya sido la derrota más humillante para el honor del país: ante los inexpertos peloteros de la República Popular China, su rival político histórico.

Las cosas no se ven muy fáciles en esta ocasión, con Sudcorea como el gran favorito para dominar la llave.

Tendrían entonces los taiwaneses que pelear el segundo boleto para la siguiente ronda, que se disputará en el Tokio Dome de la capital japonesa ante las selecciones de Holanda y Australia, ambas selecciones plagadas de jugadores que se desempeñan en los diferentes niveles del béisbol profesional de Estados Unidos.

Es un grupo muy cerrado, balanceado. Quizás el apoyo del público le dé a los taiwaneses ese impulso extra que los ponga en Tokio para avanzar por primera vez a la segunda ronda.