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Endiablado

BUENOS AIRES -- Disculpen el título, queridos lectores. Pero no encuentro otro adjetivo para calificar a este nuevo equipo de Independiente.

Muchos insistirán que el fútbol es una piñata llena de sorpresas. Hace apenas tres partidos el equipo de Américo Rubén Gallego estaba condenado a jugar en la segunda división y ahora ganó el superclásico ante Racing jugando en un nivel superlativo.

No quiero exagerar, pero los últimos momentos de Independiente del primer y segundo tiempo fueron de lo mejor que se vio en el fútbol argentino en mucho tiempo.

Un Independiente motivado por el gol a favor marcó el ritmo del partido a su antojo. Imparable, endemoniado, veloz y vistoso, son sólo unas cualidades de este equipo que sorprende a todos, hasta a su propio entrenador.

En su partido anterior el Rojo de Avellaneda le había ganado con autoridad a un Vélez que, no jugó tan bien, pero igual terminó atacándolo sin parar. Ayer, un pobre Racing no pudo ante un rival muy superior que lo dominó en todos los sectores.

Sin embargo, no hay que ser inmediatistas y ver la verdadera cara de la realidad. Independiente actualmente no juega por el campeonato sino para zafar del descenso. La mejor forma de hacerlo es ganar partido tras partido sin pensar en nada.

Por esta vez en este mundo, ganarle a Racing no es lo más importante: lo importante es que Independiente se salve del descenso y no termine en la B como le sucedió a River el año pasado.

¿Quién es Caicedo?

El joven delantero colombiano, a esta altura, ya es toda una novedad. Rápido, potente, de gran pegada, acostumbrado a jugar en espacios reducidos, ante Racing jugó un gran partido. Esto no es lo único, también noto en Caicedo cierta displicencia o apatía.

Será su forma de ser. Incluso me atrevería a decir que el morocho es un poco fiaca, pese a su velocidad, a lo exhuberante de su contextura física, en ciertos momentos del partido parece bostezar. Pero todas mis dudas se evaporan cuando agarra la pelota en la mitad de la cancha y es como un tren de Once sin frenos.

Caicedo, una excelente adquisición, encara y gana, no hay forma de pararlos. Un raro jugador lanzado al "mano a mano", trágico en esa disputa con los centrales, tan parecido a los personajes de Soriano o de Roberto Fontanarrosa. Muchas veces lo encontraremos solo contra el mundo y será una luz, un faro que guiará a Independiente en este campeonato.

Otro jugador que es base, es el Rolfi Montenegro, quien goza de una fantasía intacta, una gran pegada y tiene un espíritu de ganar todo. ¿Cómo le irá con Boca y con Lanús a este equipo que ya se perfila como candidato para pelear los primeros puestos?

Veremos qué sucede. En cuanto a Racing necesita una urgente reestructuración sicológica e indeológica.

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