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El Madrid aplastó a Barça

MADRID -- El Real Madrid ya está en la gran final de la Copa del Rey después de ganar con solvencia y autoridad al Barcelona por 1-3. Baño total. El madridismo tiene motivos para estar contento después de hacer un partido perfecto donde anuló por completó al Barça. El repaso táctico de Mourinho fue total. Excelente, está vez, el DT portugués.

El problema del Barça no es el resultado y sí las sensaciones tan negativas que transmite en el plano físico y mental. Cuando se juega contra el Real puede pasar que se pierda. Lo que no puede ser es que no se compita. Guardiola veía siempre básico que el equipo compitiera hasta el último minuto y esto es, precisamente, lo que no ha hecho en las citas claves de los últimos tiempos.

Hay quien ya habla de fórmula agotada. Tocar no es igual a marcar. Con el talento no basta decía Piqué después de caer 2-0 en Milán. Esos males siguen existiendo como se comprobó en este juego. El Barcelona tiene que reflexionar, aunque no parece que lo vaya a hacer.

El presidente Rosell salió a hablar después de la derrota y siguió adulando a su equipo sin reconocer que no es el de hace unos meses y que no está bien. "Nuestros jugadores son los que mejor juegan. Nuestro estilo no es como el del Real Madrid que es ir al contraataque. Lo nuestro es tocar el balón, haciendo jugadas". Y en previsión de lo que podría ser perder también en la Champions y quedarse sólo con el título de Liga el mandatario azulgrana avanzó que "la temporada sería muy buena". El socio culé seguramente que no estará tranquilo ni compartirá las palabras de su presidente.

En el plano individual Cristiano Ronaldo sobresalió por encima de todos, incluido Messi que por tercera vez consecutiva no apareció en un partido grande. El argentino no tuvo ninguna presencia en la ida, contra el Milan y ahora en su casa. En cambio Cristiano estuvo magistral. El portugués hizo dos goles y consiguió su undécimo gol en los clásicos, siete de ellos en el Camp Nou. Ronaldo está, seguramente, en el mejor momento de su carrera.

Varane hizo el otro tanto merengue y vino a confirmar con una actuación imperial que es el central del futuro del Real Madrid. El francés dejó a Pepé al banquillo y parece que así será de aquí a final de temporada. El portugués no va a jugar mucho más y en verano le van a buscar una venta. Con Varane y Ramos no tiene sitio.

El sábado llega un nuevo clásico. Lo normal es que ambos salgan con una mezcla de titulares y suplentes. Hay que dosificar al máximo los esfuerzos de los titularísimos. Sacar los onces de gala sería un error porque ya está resuelto el título y lo gordo de verdad llega a la semana siguiente para el Real contra el Manchester United. El aficionado merengue a quien quiere vencer ahora son a los diabos rojos. El partido en el que había que vencer al Barça ya lo ha hecho.

El Barcelona es más de lo mismo. Haría mal Roura en no dar descanso a varios titulares que se ven agotados físicamente. El 12 de marzo llega el Milan y en ese juego no sólo vale con ganar ya que hay que hacer tres goles para remontar la eliminatoria.

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